Los infartos y los ictus provocan una de cada tres muertes en el trabajo en Alicante

Los sindicatos relacionan este tipo de accidentes laborales con el estrés y la sobrecarga de tareas, mientras la patronal aboga por fomentar hábitos de vida saludables para combatirlos

Una ambulancia del Samu acude a la llamada de un accidente laboral, en imagen de archivo.

Una ambulancia del Samu acude a la llamada de un accidente laboral, en imagen de archivo. / Juani Ruz

David Navarro

David Navarro

A pesar de que generalmente se asocian a una caída, un golpe o, por ejemplo, una electrocución, lo cierto es que una parte considerable de los fallecimientos que se registran en los puestos de trabajo nada tienen que ver con sucesos traumáticos. De hecho, prácticamente un tercio de todos los accidentes mortales registrados el año pasado en la provincia se debieron a sucesos cardiovasculares, es decir, a infartos o ictus que sufrieron los profesionales durante su jornada laboral.

Así lo reflejan los balances sobre siniestralidad laboral que ayer publicaron tanto el Ministerio de Trabajo, como el Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo (Invassat) y que, eso sí, en términos generales, reflejan una contención en esta lacra.

De esta forma, en total, durante el pasado ejercicio se contabilizaron hasta 19.273 accidentes laborales de todo tipo en la provincia, lo que supone un 2,7% más que en el año anterior. No obstante, si se tiene en cuenta que el número medio de trabajadores en activo se incrementó en un 3,1% en el mismo periodo, esta cifra significa que, en realidad, la incidencia se redujo.

De ese total, hasta 19.213 fueron catalogados como leves, mientras que sólo 164 se consideraron graves (un 5,8% más). Por su parte, la cifra de trabajadores fallecidos ascendió a 30, dos menos que en 2022, de acuerdo con las mismas fuentes.

Dentro de la buena noticia que supone esta reducción de muertes en el trabajo, el dato que llama la atención es el incremento de los fallecimientos por causas no traumáticas, que durante los años de la pandemia se habían reducido considerablemente. Así, si lo habitual es que infartos, ictus y el resto de accidentes cardiovasculares representaran entre el 40% y el 50% de quienes perdían la vida en el tajo antes de la llegada del covid, tras la aparición del coronavirus y los cambios que provocó en el mercado laboral la cifra llegó a descender hasta el 10% en 2021, cuando sólo se contabilizó un fallecimiento en jornada laboral por este motivo.

Una ambulancia atiende un accidente laboral.

Una ambulancia atiende un accidente laboral. / Juani Ruz

En 2022 ya fueron seis las personas que murieron por esta causa mientras trabajaban, y en 2023 la cifra ascendió a nueve. Es decir, el 30% del total, aunque si se descuentan los seis profesionales que perdieron la vida en el trayecto de ida o vuelta de su lugar de trabajo –lo que se conoce como accidentes in itínere-, esto supone que el 37% de todos los accidentes mortales en jornada de trabajo ya entraron en esta categoría.

Las causas

Para los sindicatos la causa de este elevado porcentaje de fallecidos por infartos e ictus en el puesto de trabajo hay que buscarlo en el estrés y la sobrecarga que sufren muchos profesionales, lo que también se traduce en un aumento de los problemas de salud mental, que cada vez afectan a un mayor número de trabajadores, como señala el responsable del área en CC OO de l'Alacantí i les Marines, Javier Pérez.

Por su parte, la secretaria general de UGT en l'Alcantí i la Marina, Yolanda Díaz, recuerda que muchas veces la precariedad y los problemas de salud mental van relacionados, y también denuncia que en muchas ocasiones no se investigan las circunstancias en que se producen estos siniestros mortales no traumáticos, al considerarse ajenos a las condiciones de trabajo.

Por su parte, desde la CEV Alicante señalan que las investigaciones de los organismos de referencia (el Invassat, en el caso de la Comunidad Valenciana) concluyen que "en ningún caso éstos (accidentes por causas no traumáticas) han concurrido exclusivamente por factores de riesgo laborales", por lo que consideran que la mejor forma de prevenirlos es desde las políticas de bienestar laboral y el fomento de hábitos de vida saludable de las personas trabajadoras, según apunta su presidente Joaquín Pérez.

La construcción lidera la siniestralidad

La construcción lidera la siniestralidad

La construcción repitió el año pasado como el sector con el mayor volumen de accidentes laborales de la provincia, con un total de 2.906 siniestros contabilizados, según datos del Ministerio de Trabajo, casi 140 más que el ejercicio anterior. Le siguen la industria manufacturera, con 2.583 accidentes (105 más), y el comercio, que sumó 2.081, según las mismas fuentes. También son elevadas las cifras que se registran en las administraciones públicas, que anotaron 1.378 sucesos; y en el transporte, con otros 1.182. En el lado opuesto, las empresas del sector del suministro de energía solo declararon nueve accidentes laborales en Alicante; los bancos y las aseguradores, apenas 22; y las inmobiliarias sólo 38 siniestros, de acuerdo con el balance del año pasado.

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