El Cádiz y la prensa nacional claman contra el arbitraje… mientras que los errores del Elche apenas tuvieron repercusión

La jugada que dio origen al gol del Ezequiel Ponce y al empate del Elche CF (1-1) en el encuentro de este pasado lunes, en el Nuevo Mirandilla, frente al Cádiz ha provocado un gran clamor en tierras gaditanas y en buena parte de la prensa nacional por una acción en la que pudo haber fuera de juego previo del delantero argentino del conjunto ilicitano y en la que consideran que debería haber entrado el VAR para anularlo.

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En el campo, los jugadores amarillos apenas protestaron y toda la polémica se produjo tras el choque. El presidente del Cádiz, Manuel Vizcaíno, ha llegado a asegurar de que se trata de “el mayor escándalo de la historia del VAR”. El entrenador del cuadro amarillo, Sergio González, dijo en la rueda de prensa posterior al partido, que había hablado con el colegiado, el madrileño Del Cerro Grande, y que le había pedido perdón por el error. Incluso, desde el Diario de Cádiz señalan que los cuatro árbitros de campo también pidieron perdón en el vestuario y que hasta la colegiada auxiliar, Guadalupe Parras, que no señaló el fuera del juego en el campo, estaba llorando por su fallo y que había advertido al árbitro del VAR, el gallego Iglesias Villanueva, que revisase la jugada y no lo hizo.

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Desde LaLiga también se han pronunciado y han invitado al Comité Técnicos de Árbitros y a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) a que asuman sus responsabilidades.

Este clamor contrasta con el comportamiento de los jugadores del Elche y del club ilicitano cuando se han visto perjudicado en muchas ocasiones. El gol anulado a Nico Fernández Mercau en Mestalla, que pudo suponer el 2-3 y que el canario Pulido Santana anuló y señaló falta previa de Musah a Pere Milla. Los dos penaltis contra el Mallorca, uno lo paró Edgar Badia y el otro terminó con el empate de Muriqi, privando a los franjiverdes de otros dos puntos. Por no hablar de la rigurosa expulsión de John Chetauya en los primeros minutos de la primera jornada frente al Betis, que dejó al Elche, rápidamente, con uno menos y acabó perdiendo 3-0. El penalti sobre Nico Williams, que decretó el VAR y abrió la goleada frente al Athletic Club de Bilbao (1-4), en la segunda jornada. O la expulsión de Gonzalo Verdú en el Camp Nou y el penalti precedido de falta a Edgar Badia. Y si nos vamos a la temporada pasada, todavía hay mucho más…

A pesar de ello, el Elche, a excepción de una protesta de la Federación de Peñas en el encuentro ante el Real Madrid, con cartulinas rojas y una pancarta de “Basta ya, respecto al Elche”, nunca ha alzado la voz más de la cuenta.

Incluso, ha sido comprensivo, como fueron las declaraciones de Pere Milla, tras el grave error de Mestalla, en la que comentó que Pulido Santana: “tenía cara de ‘qué putada’. Le sabía mal porque sabía que era ley de la ventaja. Sabe que se ha equivocado. Los árbitros son personas, no son máquinas”.

El propietario de la entidad franjiverde, Christian Bragarnik, en su última comparecencia pública, también dijo: “En este tema quiero ser muy respetuoso porque es lo que siento. Creo en la muy buena fe de la liga y del arbitraje. En muchas interpretaciones no hemos tenido suerte. No tengo ningún fantasma y total tranquilidad en que muchas veces las decisiones dudosas tocan a favor y otras veces en contra. La suerte de esta interpretación espero que a partir de ahora sea a nuestro favor. Sé que tenemos 24 penales en contra y cuatro a favor, pero si pensara otra cosa hubiera reclamado. Creo y confío en la buena fe del arbitraje español, de la Federación y la Liga".