Opinión

Tete Morente vuelve a sonreír

El futbolista reconoce que ha precisado del apoyo de un psicólogo, un gesto que muestra que tras el deportista de élite también hay un ser humano

Tete Morente junto a Gumbau y Mascarell entrando a la sesión de trabajo de esta mañana del Elche CF

Tete Morente junto a Gumbau y Mascarell entrando a la sesión de trabajo de esta mañana del Elche CF / MATÍAS SEGARRA

Tete Morente no es Iniesta. Ni el Elche el Barça. Pero hay problemas que, a grandes o pequeños, afectan por igual. Dinámicas en las que entramos y que, sin comerlo ni beberlo, se convierten en un problema. El Elche ha sido un claro ejemplo de ello. Y quizás Tete Morente, el jugador en el que mejor se ha reflejado. 

Muchas veces, sin darnos cuenta, podemos contribuir a que el daño se acreciente. La afición, sin duda, tiene un efecto anímico definitivo sobre el equipo. Para bien. Y para mal. Pero una cosa es mostrar rechazo, queja, hartazgo. Y otra bien distinta es centrar el peso de la culpa en un jugador.  

¿Me da derecho la entrada a un partido a silbar, insultar y, en ocasiones, humillar a un futbolista? Sea propio o del rival. En esto tampoco hay diferencias. Y el “Tete” sigue sin tener la culpa de lo que ha pasado esta temporada en el centenario club de fútbol ilicitano. 

Uno más

Morente ha sido uno más, sin duda. En las derrotas -16- y en las victorias -solo 2-. Pero ha sido muy triste ver cómo la afición cargaba contra él convirtiéndolo en uno de los máximos responsables. Esta temporada ha habido muchos pitos contra el gaditano. Demasiados… 

Morente en el entrenamiento el Elche CF previo al partido contra el Real Valladolid de Pacheta

vlopez@informacion.es / MATÍAS SEGARRA

Incredulidad

Sentados muy cerca del campo, a escasos metros de la banda que una y otra vez cabalgaba Tete, dos pequeños de unos diez años mostraban hace escasas semanas su incredulidad por la carga de culpa a la que la grada estaba sometiendo a Morente. 

Los jóvenes aficionados no hacían más que aplaudirle y animarle. Por cada pito, cien aplausos. Por cada insulto, otras tantas palabras de ánimo. El jugador era el mismo de anteriores temporadas. El futbolista seguía intentando darlo todo sobre el terreno de juego. Pero las cosas no salían… 

La apuesta de Machín

Pablo Machín ha sido crucial en su recuperación. Su confianza, no solo de puertas para adentro, también en ruedas de prensa y sobre el campo, se ha convertido en fundamental para la vuelta -sobre todo mental- del atacante. Sí, Tete Morente ha vuelto. Y lo ha hecho en una posición que desconocía pero a la que se ha acoplado con nota. 

El propio jugador reconocía hoy en su comparecencia que ha sido difícil y que ha precisado del apoyo de un psicólogo deportivo para mejorar su rendimiento. Es un gesto que lo hace todo lo humano que es. Porque pese a estar en la élite del fútbol español, Tete sigue siendo un ser humano. Los niños nunca pierden de vista este hecho. Los mayores, a veces pagamos nuestra frustración en los demás sin tenerlo en cuenta.  

Tete Morente ha dicho alto y claro que “nunca” quiso irse del Elche. Ahora es totalmente realista. “Sigo siendo el mismo de siempre” y “lo tenemos muy difícil, pero lo intentaremos hasta el final”. Este Tete no se rinde y, eso sí, pese a todo, tiene muy clara una cosa: “Lo mejor de la temporada ha sido nuestra afición”.