Otro obstáculo superado. Los restos arqueológicos hallados en el subsuelo del edificio no serán un impedimento para que el proyecto del Mercado Central pueda hacerse realidad. No obstante, todavía habrá que esperar a unas terceras excavaciones en el perímetro del inmueble para que la empresa adjudicataria, Aparcisa, pueda hacerse con el ok definitivo para derribar el edificio y construir un aparcamiento subterráneo.

Por el momento, la empresa ha salvado uno de los principales escollos que tenía en su camino. La Dirección General de Cultura y Patrimonio ha dictaminado que los hallazgos del subsuelo carecen de valor suficiente como para ser conservados. Algo que, a priori, es indispensable para que la mercantil no vea torcer sus planes de construir un polémico parking ligado indiscutiblemente a su proyecto de Mercado. Así lo reconocía ayer también el alcalde, Carlos González. «Hay que interpretar que da vía libre. A fecha de hoy no habría inconveniente para el proyecto del Mercado Central, pero la determinación de la viabilidad se producirá al final», apuntaba el primer edil.

Concretamente, lo que la Dirección General de Cultura y Patrimonio establece es que, al margen de los Baños Árabes del siglo XII, que sí que tendrán que ser conservados y puestos en valor, el estado del resto de hallazgos del interior del inmueble «hace innecesaria su conservación». Ahora bien, tras salvar este escollo, la continuidad definitiva del proyecto quedará supeditada a unas terceras excavaciones, ya que, con lo que hay hasta ahora, el Consell considera que «todavía no es posible proponer una resolución sobre la totalidad del proyecto, ni por ende determinar su viabilidad patrimonial o las condiciones a las que deberá ajustarse». No en vano, la necesidad de continuar con las excavaciones en los alrededores del Mercado y en las zonas donde están proyectadas las rampas y salidas del parking no ha cogido de sorpresa ni al tripartito ni a la mercantil, ya que era una tarea pendiente por hacer que debía llegar tarde o temprano, porque así se estipuló. Es más, esta ha sido una de las peticiones más reivindicadas en los últimos meses por diferentes plataformas opuestas al proyecto del Mercado Central.

Con esta obligación sobre la mesa, el alcalde anunciaba ayer que los placeros que resisten en la primera planta del edificio tendrán que cesar su actividad. Tendrán quince días, después de que la junta de gobierno apruebe su salida, para que los vendedores dejen el inmueble y que puedan comenzar las terceras excavaciones. Aunque el Consell no expresa directamente la necesidad de realojar a los placeros, el Ejecutivo local argumentaba ayer literalmente que «se deduce», y que ya les han comunicado que hay huecos libres en la plaza Madrid o Barcelona.

Renovación del BIC

El Ayuntamiento tendrá ahora que actualizar un nuevo plan especial del Bien de Interés Cultural (BIC) para reflejar todos los elementos de protección que hay dentro de la Vila Murada, desde la basílica de Santa María, ya que el catálogo que se dispone hasta la fecha es del año 1968. Pero no solo será este el único requerimiento que ha formulado el Consell al Ejecutivo local. Para poder proponer una resolución sobre el nuevo Mercado Central, el Consistorio tendrá ahora que presentar el proyecto definitivo, el proyecto de restauración y puesta en valor de los Baños Árabes, el documento administrativo de concesión y los informes técnicos emitidos por la Administración local.