Una especie de SOS para salvar el restaurante de uno de los sitios más emblemáticos de Elche, es lo que ha lanzado el alcalde, Carlos González, a empresarios, asociaciones y hasta consultorías. La dificultad para encontrar a alguien que quiera ocuparse del negocio del corazón del Palmeral ha obligado al regidor a mandar cartas. Lo ha hecho así porque el establecimiento lleva ya más de un año cerrado, deteriorándose cada día que pasa y dando una mala imagen al turista.

A falta de dos semanas para que se cierre el plazo para que las empresas puedan presentar sus ofertas (el 18 de marzo, a las 14 horas) para hacerse con la concesión por más de 1,2 millones de euros para los próximos 25 años, el Ayuntamiento todavía no ha recibido ofertas concretas. Ante ello, el primer edil se ha lanzado vía carta y se ha dirigido ya a una treintena de asociaciones, entre las que se encuentran la de Empresas Turísticas de Elche (AETE), la de Hosteleros de Elche (HOSTELX) y la de Restaurants del Camp d'Elx, y a 170 despachos, consultorías y asesorías de Elche.

Es la baza que ha jugado el alcalde para tratar de poner solución a uno de los quebraderos de cabeza del Ayuntamiento con las concesiones municipales y más aún teniendo en cuenta que el mandato está a punto de agotarse. Al cierre del restaurante del Parque Municipal se suma el del Parque Deportivo, Emilio Villanueva, con la persiana bajada también desde enero de 2018, al ser gestionado por la misma cooperativa, la del Dátil D'Or, que entró en concurso de acreeedores.

No es la única concesión que echó el cerrojo. También ocurrió con la cafetería del Centro de Congresos, sin actividad desde septiembre y a expensas de lo que VisitElche decida si traslada temporalmente hasta ese punto la oficina municipal de Turismo.

Con estos mimbres, el regidor ilicitano no ha querido dejar pasar la oportunidad y agotar todas las vías. El primer edil justificó, no obstante, su iniciativa en la necesidad de hacer llegar «el carácter emblemático de esta concesión al máximo número posible de licitadores de esta explotación, con el objetivo de evitar que entidades o personas que podrían hacerse cargo de este servicio no puedan optar al mismo por desconocimiento o por falta de información».

Además de esta decisión para salvar el restaurante, el ejecutivo local también ha optado por rebajar el canon de los seis primeros años que deberá afrontar el empresario, con el objetivo de recuperar de una vez por todas el negocio. Es por ello, por lo que, siendo sensibles a la inversión inicial para la puesta en marcha del restaurante, los dos primeros años el canon será de 14.431 euros; en la tercera y cuarta anualidad se pagarán 28.868 euros y en el quinto y sexto año el importe será de 43.294 euros. Después de este periodo el canon será de 57.726 euros.