Lucha contra la carpa en el Parque Natural de El Hondo, una de las especies invasoras que amenazan este espacio. Una campaña de erradicación de especies exóticas e invasoras acuáticas en este parque natural ha utilizado un arte de pesca tradicional, con la finalidad de evaluar la efectividad del control de especies exóticas invasoras en el humedal. Los peces han sido retirados por pescadores profesionales a través del proyecto GePescArt "Pesca artesanal para la gestión de humedales costeros y especies de interés pesquero", coordinado por la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE). Tras seis meses en los que se ha estado extrayendo carpa y carpín de los embalses de la Comunidad de Riegos de Levante, ANSE ha hecho balance de los resultados obtenidos. Así, se han extraído un total de 29.108 kilos, casi 30 toneladas, de estas dos especies durante 37 jornadas de pesca. De estos, 18.186 kilos se han obtenido en el embalse de Poniente, 9.924 en el embalse de Levante y 998 kg de la charca Sur de Poniente, según la información facilitada por ANSE.

La carpa está catalogada como especie exótica invasora y está considerada como una las principales causas de la alteración de los hábitats dulceacuícolas, provocando una disminución de la calidad del agua y el deterioro del ecosistema de numerosas especies de animales, entre los que se encuentran otros peces nativos y numerosas aves acuáticas. Particularmente, la carpa se ha convertido en uno de los principales problemas del Parque Natural de El Hondo al provocar un efecto en cadena relacionado con la eliminación de la vegetación acuática y el aumento de la turbidez del agua, favoreciendo el fenómeno de eutrofización.

La carpa común (Cyprinus carpio) está incluida en el catálogo español de especies exóticas invasoras. Estos peces omnívoros alcanzan grandes poblaciones y depredan sobre ejemplares juveniles de otras especies y sobre la vegetación del fondo, y aumentan la turbidez del agua, empeorando su calidad y limitando las especies que pueden sobrevivir. Esto afecta, a su vez, a la gestión del agua para riego

Los pescadores artesanales en El Hondo durante la campaña de pesca de la carpa. Información

Aunque su erradicación se considera inviable, con este proyecto se pretende llevar a cabo un control poblacional de la carpa esperando una respuesta positiva en la calidad del agua y una mejora del hábitat. Por ello, desde que comenzó el proyecto, se han venido realizando medidas de los parámetros fisicoquímicos del agua y censos de aves acuáticas. Paralelamente, ha comenzado recientemente la desecación de los embalses, aunque el vaciado total no siempre es posible, por lo que no se logra la erradicación total de esta y otras especies exóticas. Según los naturalistas, la extracción de carpa con la pesca podría suponer una actividad complementaria a estas desecaciones periódicas aportando una retirada más efectiva de la biomasa y el aprovechamiento de la misma, además de poder realizarse en cualquier momento del año sin que el suministro de agua a los regadíos tradicionales se vea perjudicado.

La extracción de los peces ha sido llevada a cabo por pescadores artesanales profesionales, siguiendo el plan de control de carpa de la Generalitat Valenciana, que permite la extracción de carpa tanto en la Albufera de Valencia como en el Hondo. Para ello, se han usado artes fijas conocidas como morunas, adaptando las redes utilizadas en el Mar Menor, y se han tomado las precauciones necesarias para evitar los posibles ahogamientos de las aves acuáticas presentes en los embalses.

Los animales capturados se han destinado a su aprovechamiento para obtención de harinas de pescado. Durante el proyecto se están explorando mercados que permitan vender el producto a un mejor precio y, de esta manera, hacer que el control de carpa se pueda mantener en el futuro sin necesidad de ayudas públicas, mientras se consigue otra forma más efectiva de erradicación total de estas especies.

Especies halladas

Por otra parte, el seguimiento de la pesca ha documentado la presencia habitual de anguila en los embalses de Levante y de Poniente, con cerca de un centenar de ejemplares capturados y liberados, y muchos de ellos marcados, y una muy escasa población de mújol, que los naturalistas esperan que pueda beneficiarse de las medidas de control de carpa. Paralelamente, se muestrean un buen número de canales y azarbes en el entorno de los humedales del sur de Alicante y regadíos en torno al tramo bajo del río Segura para determinar la presencia de anguila y de especies invasoras como el cangrejo azul.

Aunque es pronto para poder atribuir a esta extracción de carpa una mejora en la calidad del agua, durante la primavera y verano de 2022 se han observado varios síntomas de mejora, según destaca ANSE. Por un lado, se han desarrollado varias "explosiones" de pulga de agua, un crustáceo macroinvertebrado que constituye la base trófica de numerosas especies y que es considerada como un indicador de una buena calidad del agua. Por otro lado, los datos de reproducción de anátidas muestran resultados muy alentadores. En los embalses se han reproducido tres de los patos más amenazados de Europa, incluyendo el porrón pardo, que no lo hacía en la Comunidad Valenciana desde hacía 26 años. Las otras especies son la cerceta pardilla, especie en peligro crítico de extinción en España, y la malvasía cabeciblanca. De esta última, en torno a los 100 individuos han estado presentes durante toda la primavera y principios de verano, cifras cinco veces superiores a las de los últimos años.

Brote de botulismo

Lamentablemente, un nuevo brote de botulismo iniciado en el mes de junio ha provocado la mortalidad de cientos de ejemplares de diversas especies de anátidas, aunque no ha sido especialmente grave para las más amenazadas, y aún no se han evaluado las cifras finales de animales muertos por parte de la Generalitat Valenciana ni la incidencia sobre la reproducción para las diferentes especies.

El proyecto GePescArt "Pesca artesanal para la gestión de humedales costeros y especies de interés pesquero" es un proyecto llevado a cabo por ANSE a través del programa PLEAMAR, y cuenta con la colaboración de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través del Programa Pleamar, cofinanciado por el FEMP. El proyecto está siendo realizado en los embalses de la Comunidad de Riegos de Levante, "cuya implicación resulta imprescindible en la realización de esta acción", explican los naturalistas, y que espera contribuir a resolver los problemas de calidad de agua y ecológicos de sus embalses. También cuenta con el apoyo del Parque Natural de El Hondo de Elche-Crevillent.