«Somos hermanas de riñón»

María Luisa y María Jesús celebran dos cumpleaños, el de su nacimiento y el del día que recibieron un esperado trasplante hace ahora diez años, del mismo donante y en la misma fecha, inaugurando la unidad renal del Hospital General de Elche

María Jesús y María Luisa, las primeras trasplantadas renales del Hospital General.  | INFORMACIÓN

María Jesús y María Luisa, las primeras trasplantadas renales del Hospital General. | INFORMACIÓN / rubénmíguez

Rubén Míguez

Rubén Míguez

La oriolana María Jesús y la ilicitana María Luisa recibieron la misma llamada hace diez años, el 26 de septiembre de 2012, que les cambiaría la vida. Ambas no se conocían, pero poco después pasarían a ser más que amigas, como ellas mismas dicen, «somos hermanas de riñón». Ese día urgieron a ambas para que acudieran al Hospital General de Elche porque había llegado el esperado riñón que necesitaban, del mismo donante.

Iban a pasar, además, a la historia de este centro hospitalario al ser las primeras que iban a ser intervenidas en la nueva unidad de trasplante renal. «Éramos las únicas que estuvimos juntas en la UCI, cama con cama, y nos hicimos grandes amigas», recuerda María Jesús Masip, que fue operada cuando tenía 47 años.

«Dentro de la gravedad, fue una experiencia maravillosa porque recibimos mucho cariño de todo el personal sanitario», señala por su parte María Luisa Belmonte, que entonces contaba con 63 años.

Ambas se sienten muy afortunadas por haber «vuelto a nacer». De hecho, ahora celebran dos cumpleaños, el de su nacimiento y cada 26 de septiembre. Y se felicitan en ese día. «Ahora tenemos 10 años», dicen con la ilusión de quien sabe las complicaciones que hubieran tenido de no haber llegado ese trasplante.

María Luisa recibió el primero de los trasplantes y poco después le tocó el turno a María Jesús. «La diálisis es una atadura, es estar presa de la enfermedad y cuando te trasplantas vuelves a ser una mujer libre, sana», dice con orgullo María Jesús.

«La diálisis es una atadura, es estar presa de la enfermedad y cuando te trasplantas vuelves a ser una mujer libre, sana»

María Luisa, además, recuerda cuando un médico la desahució, poco antes de recibir la llamada de los especialistas del Hospital General de Elche. «Me dijo que no tenía posibilidad de trasplante, que me iba a morir, pero la doctora María Luisa Mohedano, del General, me empezó a tratar y puso todo el empeño», dice con cariño hacia una doctora que «fue el ángel que me puso la vida».

Además de a Mohedano, ambas recuerdan a la doctora Silvia Chillón, quien también realizó el trasplante, al doctor Nova o a María Jesús, enfermera. Ahora les atiende en sus revisiones el doctor Cruzado. «No tengo brazos suficientes para abrazar el hospital, es mi casa y mi familia», indica, agradecida María Luisa, mientras que María Jesús no tiene palabras para el equipo de la unidad renal. «Son los mejores del mundo».

«No tengo brazos suficientes para abrazar el hospital, es mi casa y mi familia»

No fue sencillo. María Jesús recuerda los sentimientos encontrados que tenía. «Cuando estuve haciendo diálisis tuve dudas con el trasplante, porque mi cabeza pensaba que para que yo siguiera viviendo había alguien que tenía que morir, pero ese alguien salva vidas», explica esta oriolana, que regenta un bar en su ciudad. «Era entonces todo más rudimentario, era el primer trasplante que se hacía en el Hospital General de Elche, había nervios pero sacaron todo adelante con mucho cariño», explica María Luisa.

Desde entonces, han pasado diez años y en esa unidad del Hospital General ya se han realizado 244 trasplantes renales desde que el centro obtuvo acreditación oficial para realizar este tipo de intervenciones en el año 2012.

«Tuve sentimientos encontrados; para que siguiera viviendo, alguien había muerto, pero nos salvó la vida»

Desde enero hasta la actualidad el hospital ilicitano ya ha registrado 15 trasplantes renales, cada uno de los cuales supone el trabajo coordinado de unos 25 profesionales.

Pero estos datos son solo relacionados con las intervenciones de extracción y trasplante de riñón, ya que en el caso de tratarse de un donante multiorgánico, de una misma persona, se puedan explantar más órganos (corazón, pulmones, córneas, etc), el número de profesionales que se movilizan aumenta a más de 100.

Operativo

El operativo, que se pone en marcha desde la coordinación de trasplantes, comienza con la extracción e implante de órganos. Forman parte del proceso profesionales de diferentes servicios, unidades y categorías laborales: médicos especialistas en cuidados intensivos, coordinadores de trasplantes, especialistas en los órganos que se van a explantar y trasplantar (urólogos, nefrólogos, oftalmólogos o cardiólogos).

Desde que el centro hospitalario ilicitano fue acreditado en 2012 para trasplante, ha realizado 244 intervenciones

En el caso concreto del trasplante renal es el urólogo el encargado de la extracción e implante del riñón o riñones anestesiólogos, anatomopatólogos, enfermeras y auxiliares de enfermería, celadores, administrativos, telefonistas, personal de ambulancias y, ante todo y sobre todo, los familiares de los donantes.

El circuito del trasplante renal comienza cuando existe un donante del sector V (de los hospitales de Elche, Vinalopó, Torrevieja y Orihuela). El centro que tiene prioridad para recibir el órgano es el de referencia del sector, en este caso el Hospital General de Elche.

Para ello, se estudia la compatibilidad del órgano con el paciente, de forma que si no es compatible se destina al hospital de referencia provincial, el General de Alicante. Si no hubiera compatibilidad tampoco, se destinaría a los hospitales de la provincia de València. En el caso de que tampoco hubiera allí compatibilidad, el riñón se destinaría finalmente a la Organización Nacional de Trasplantes.

Y lo más importante de la cadena, el donante y sus familiares que, con este gesto, permiten salvar la vida de una o más personas en un momento de gran dolor producido por la pérdida de su ser querido pero en el que prima la solidaridad.

En ese sentido, el gerente del Hospital General de Elche, Carlos Gosálbez, quiere agradecer a esas familias «la solidaridad y altruismo al donar los órganos de sus seres queridos fallecidos».

En el caso del trasplante de riñón, el doctor Luis Antonio Jiménez del Cerro, jefe de la Sección de Nefrología mantiene que el trasplante renal es «el mejor tratamiento que puede recibir un paciente con insuficiencia renal crónica», mejorando de forma muy importante su calidad de vida. "Sin la solidaridad de los donantes, no hay trasplantes”, resalta.

En la misma línea se pronuncian profesionales de Nefrología y Urología: "La alegría del paciente que va a recibir el trasplante es nuestra mayor motivación para seguir trabajando en la mejora de la calidad de vida". El Hospital General Universitario de Elche es el centro de referencia del sur de la provincia de Alicante para el trasplante renal.

También realiza trasplantes de córnea y de membrana amniótica, un tejido de la placenta que tiene unas características similares a las de la córnea por lo que se consiguen buenos resultados en lesiones como quemaduras o úlceras en el ojo.

Además, lleva a cabo extracciones de corazón, pulmones, hígado, riñones, páncreas y córneas. El hospital tuvo en 2021 a siete donantes, que permitieron la extracción de 12 riñones, 7 hígados, un páncreas, 12 córneas, 13 huesos, y 4 pulmones.

"Que tengan esperanza"

Las dos primeras receptoras de un riñón que tuvo el hospital quieren animar a todos aquellos que, como ellas entonces, están a la espera de un órgano que les cambiará la vida. "Que tenga mucha esperanza y que no se desanimen por mucho que tarden y que obedezcan las recomendaciones de los médicos, la dieta y la alimentación", señala María Jesús, quien recuerda una anécdota. "Un médico me dijo que solo podía comer una fruta al día porque tenía el potasio alto, y le dije que no se preocupara que me compraría una sandía para comérmela en el día" (ríe).