Un barrio de Elche en el olvido

Agujeros en las calles, aceras rotas, basuras por los suelos y matorrales. Así está el barrio del Cementerio Viejo, en Carrús, popularmente conocido como "la Puñalá". Se trata de una de las zonas más degradadas y más humildes de la ciudad, de casas de planta baja o de una sola altura, desordenadas, cuyo ambiente traslada a todo aquel que pasa por allí a otra época o incluso otro mundo.

El declive de este lugar despertó el año pasado el interés de un director cinematográfico británico y el corazón del barrio se convirtió en el plató de rodaje de la película de Hollywood "The Interpreter".

Lo más triste es que algunos de sus vecinos lamentan que solo se acuerdan de ellos cuando se acercan las elecciones. Admiten sentirse abandonados por el Ayuntamiento ante la falta de inversiones y dicen haber enviado un escrito para pedir mantenimiento. Lo han asegurado tras reunirse con el Partido Popular, cuyo presidente Pablo Ruz y candidato a la Alcaldía ha recorrido estos días el barrio dentro de su precampaña.

El "grito" de una vecina del barrio "La Puñalá" de Elche al Ayuntamiento

"Tanto prometer y no han hecho nada. Si nos cambian un contenedor nos ponen uno viejo. Vinieron a ponernos cuatro pegotes para cubrir socavones", dice Paula Manzanares, quien defiende a la clase trabajadora que vive en un barrio estigmatizado por la venta de droga, una mala fama que esta vecina niega que sea acorde con la realidad. 

Condiciones dignas

Ante esta realidad, el líder del PP ha exigido este lunes al equipo de gobierno que “cumpla con su deber como ayuntamiento y con los vecinos de este barrio que necesitan inversiones y sobre todo necesitan dignidad”. Ruz, tras comprobar el estado precario de la zona se ha hecho eco de las peticiones de "centenares de residentes que pagan sus impuestos y que están hartos de la desprotección que siente por parte del equipo de gobierno”.

El desbrozado de los solares que rodean este entorno, mantenimiento correcto y cerramiento del jardín, reductores de velocidad, el asfaltado de las calles son algunas de las demandas que tienen los vecinos para vivir en unas condiciones dignas.

"No puede ser que un Ayuntamiento, sea del color que sea, tenga abandonado un espacio y a unos vecinos que, como los de cualquier otro barrio ilicitano, pagan sus impuestos y contribuyen al bienestar y al mantenimiento de la ciudad”, ha reclamado Ruz.