semana santa

La noche más solemne en Elche

Miles de personas arropan las procesiones del Jueves Santo con un emotivo encuentro de la Paz y el espectacular trono de la Oración en el Huerto - Devoción y recogimiento marcan las seis estaciones penitenciales, como el Cristo de Zalamea y el Silencio

El emotivo encuentro de La Paz entre las imágenes del Santísimo Cristo de la Fe y María Santísima de la Esperanza en la Plaça de Baix congregó a multitud de personas.  | ANTONIO AMORÓS

El emotivo encuentro de La Paz entre las imágenes del Santísimo Cristo de la Fe y María Santísima de la Esperanza en la Plaça de Baix congregó a multitud de personas. | ANTONIO AMORÓS / rubénmíguez

Rubén Míguez

Rubén Míguez

Devoción y recogimiento fueron los grandes protagonistas en las procesiones de Jueves Santo en Elche, que se prolongaron hasta altas horas de la madrugada. El centro de la ciudad recibió a una gran multitud de personas desde primera hora de la tarde para presenciar las procesiones de las seis cofradías que salieron. La más multitudinaria fue la procesión del Santísimo Cristo de Zalamea. Miles de fieles acompañaron al «Cristet».

Este año, como novedad, volvió a salir en procesión la primera cruz de hierro que llevó el Cristo en su primera procesión. Antes de tener el trono del antiguo Cristo de la Fe, que es el actual paso, la imagen era portada por esa cruz de hierro, que volvieron a sacar 14 adolescentes que se han incorporado a la cofradía. Además, también se han cambiado los varales de madera por unos de aluminio. El exorno floral, de flor seca, es muy característico.

El espectacular trono de la Oración en el Huerto con una enorme palmera en el centro y árboles muy ilicitanos, y un grupo de jóvenes cofrades, que repartieron caramelos. | ANTONIO AMORÓS

El espectacular trono de la Oración en el Huerto con una enorme palmera en el centro y árboles muy ilicitanos. / Antonio Amorós

Un piquete de honor de la Policía Local de Elche escoltó al paso y cinco bomberos del Parque de Elche procesionaron tras él. Tanto la Policía Local como los Bomberos son cofrades de honor.

La banda de tambores y el trono infantil, integrados por niños en edades de Primera Comunión, fueron también protagonistas en una procesión que arranca ya en Viernes Santo, a medianoche, y que se prolonga hasta más allá de las 2 de la madrugada.

Unas mantillas de la Cofradía de la Santísima Sangre de Cristo observan el trono a la salida de la basílica de Santa María. | ANTONIO AMORÓS

Unas mantillas de la Cofradía de la Santísima Sangre de Cristo observan el trono a la salida de la basílica de Santa María. | ANTONIO AMORÓS / rubénmíguez

Antes, otras cinco cofradías ya habían tomado las calles de la ciudad ante la atenta mirada de vecinos y numerosos turistas que se acercaron a conocer la Semana Santa ilicitana.

Cientos de personas alumbrando en la Procesión del Silencio.

Cientos de personas alumbrando en la Procesión del Silencio. / Rubén Míguez

La solemnidad del Jueves Santo llegó cuando se apagaron las luces del centro de la ciudad para la salida a la Procesión del Silencio. Desde el interior de la basílica de Santa María salía la imagen del Santísimo Cristo de la Misericordia a las 23 horas. Miles de fieles abrieron el cortejo alumbrando el camino con velas que repartió la cofradía.

La Hermandad del Silencio con cientos de fieles alumbrando a su paso por la Glorieta.

La Hermandad del Silencio con cientos de fieles alumbrando a su paso por la Glorieta. / Rubén Míguez

Horas antes, la primera procesión que salió a la calle fue la de la Cofradía de la Santísima Sangre de Cristo, Nuestra Señora de las Angustias y María Santísima de la Salud. Esta procesión salió desde el interior de la basílica de Santa María.

El paso de María Santísima de la Esperanza en una bellísima imagen de anoche y la cruz de guía que abre la procesión de la Oración en el Huerto, que es de tronco de palmera. | ANTONIO AMORÓS

Un grupo de jóvenes cofrades, que repartieron caramelos. | ANTONIO AMORÓS / rubénmíguez

Más de 300 personas procesionaron en un recorrido que tomó rumbo hacia la Plaça de Baix donde los dos tronos protagonizaron el primer encuentro del Jueves Santo. La procesión siguió hasta llegar al barrio de San Antón.

La noche más solemne en Elche

El paso de María Santísima de la Esperanza en una bellísima imagen de anoche. / Antonio Amorós

La Cofradía de la Oración en el Huerto empezó su recorrido desde el Hort de la Rinconà. Multitud de niños abrieron el cortejo repartiendo caramelos. El trono, uno de los pocos de la Semana Santa que va sobre ruedas, volvió a captar la atención por la presencia de una gran palmera, así como árboles frutales, entre los que no podía faltar el granado y un naranjo.

El impresionante paso de la Oración en el Huerto, pasa por la Glorieta.

El impresionante paso de la Oración en el Huerto, pasa por la Glorieta. / Rubén Míguez

La cruz de guía que abre la procesión es, precisamente, de tronco de palmera. Todo muy ilicitano y relacionado con el gremio de palmereros, que creó esta cofradía.

La noche más solemne en Elche

La cruz de guía que abre la procesión de la Oración en el Huerto, que es de tronco de palmera. | ANTONIO AMORÓS / rubénmíguez

Emoción

Otro punto neurálgico del Jueves Santo fue la iglesia de El Salvador. Desde su interior arrancó la Procesión de la Paz. La Hermandad de Nazarenos de la Flagelación y Gloria participó con los pasos del Santísimo Cristo de la Fe y María Santísima de la Esperanza. Los dos tronos salieron desde El Salvador rodeados de una gran expectación, entre vivas y aplausos y con unas 450 personas procesionando con una profunda emoción.

La procesión llegó a la Plaça de Baix, donde cientos de personas se habían concentrado para seguir el Encuentro de la Paz. Un momento que se realiza desde 1983 como simbología para pedir la paz en el mundo y que este año tiene más sentido que nunca por la triste guerra en Ucrania.

El encuentro finalizó con la liberación de una paloma que soltaron dos niños de la hermandad, tras lo que la plaza, en la que no cabía un alfiler, se fundió en un gran aplauso.

Un momento del encuentro.

Un momento del encuentro. / Antonio Amorós

Otra de las procesiones que salieron este Jueves Santo fue la de la Hermandad de María Santísima de la Caridad, que inició su estación de penitencia desde la parroquia de San Juan Bautista.

Esta procesión pasó por varias calles de El Raval, donde se apagaron las luces del barrio, mientras se dirigía al centro de la ciudad. No faltaron las saetas a la Virgen que estrenaba exorno floral.

Un puñal con un Ave María coronada, un broche de sol y un rosario de nácar bañado en oro fueron algunos de los nuevos objetos, junto a la corona de la Caridad que fue cedida por la Hermandad de la Estrella de Elche. La hermandad, además, contó con un nuevo grupo joven, con 16 miembros de menos de 35 años.