Conservacionistas alertan del riesgo de perder árboles y palmeras singulares por su desprotección

Los ecologistas exigen al Ayuntamiento de Elche que publique un Catálogo Municipal que incluya el patrimonio arbóreo y palmeral que lo preserve y visibilice

Rubén Míguez

Rubén Míguez

Desprotegidos. Así se encuentran una veintena de árboles y palmeras en todo el término municipal de Elche que, pese a su singularidad por su antigüedad, dimensión o por su forma, carecen de protección municipal y a cuyos ejemplares no se les está dando la visibilidad que merecen.

Taray en peligro. Tiene más de 200 años. Está en la Finca de la Florida y fue premiado en 1987, pero su estado actual es de abandono.

Taray en peligro. Tiene más de 200 años. Está en la Finca de la Florida y fue premiado en 1987, pero su estado actual es de abandono. / Tony Sevilla

Algarrobos, chopo ilicitano, drago, encinas, eucaliptos, ficus, lentiscos, nolina, olivos, pinos, taray y palmeras figuran entre los verdes ejemplares que deberían estar inventariados por el Ayuntamiento pero no lo están por la falta de un catálogo municipal de árboles y palmeras.

Precisamente, colectivos conservacionistas, como la Associació per al Desenvolupament Rural del Camp d’Elx (ADR), ElcheXploreR, Volem Palmeral, Margalló y Arba Elx piden al consistorio que actualice y publique un Catálogo Municipal de Árboles Monumentales Singulares, que complemente el de la Generalitat, y que incluya la protección autonómica de ejemplares únicos y de conjuntos vegetales característicos.

Palmera cobra. Se encuentra dentro del Hotel Huerto del Cura y casi todo su tronco se arrastra por el suelo hasta erguir su copa.

Palmera cobra. Se encuentra dentro del Hotel Huerto del Cura y casi todo su tronco se arrastra por el suelo hasta erguir su copa. / Áxel Álvarez

Como novedad, piden que se incluyan también a palmeras singulares, que no son árboles sino plantas. Solo siete ejemplares en Elche tienen protección autonómica: la Palmera Imperial, un olmo en la sierra del Molar, un olivo en el polígono de Torrellano, un algarrobo en Saladas, otro en Daimés y una araucaria y un eucalipto en Atzavares.

Llama la atención que en el conjunto de la Comunidad sean 2.000 los ejemplares protegidos, siendo Elche conocida como la ciudad de las palmeras.

La ley autonómica de patrimonio arbóreo señala que los ejemplares deben tener ciertas dimensiones o características para que se protejan. Los árboles deben contar con más de 30 metros de altura, más de 6 metros de perímetro de tronco, más de 25 metros de perímetro de copa o más de 350 años.

Con unos 20 metros de altura, es la palmera más alta de Elche tras la caída de la mítica Centinela en 2019. Está en el Huerto de la Seca.

Con unos 20 metros de altura, es la palmera más alta de Elche tras la caída de la mítica Centinela en 2019. Está en el Huerto de la Seca. / Axel Álvarez

En el caso de las palmeras, deben tener más de 12 metros de estípite (tronco). «Los que no cumplan estos requisitos la ley obliga a los ayuntamientos a registrarlos como árboles monumentales o singulares de interés local, debe haber un catálogo que los proteja y vigile», señalan Carlos Martínez y José Luis Lara, codirectores de ElcheXploreR.

Registro

Esta asociación tiene registrada una veintena de árboles y palmeras que deberían protegerse y que, incluso, algunas especies, posiblemente, hayan adquirido un porte adecuado para su protección autonómica genérica. «Los árboles singulares son los tatarabuelos que nos quedan y no están ni catalogados ni protegidos, ni inventariados», lamenta Martínez, quien espera que pronto se destine una partida para hacer el ansiado catálogo e inventario de árboles y palmeras singulares de interés local.

El objetivo no solo es protegerlos, también visibilizarlos, que los ilicitanos y visitantes conozcan el rico patrimonio arbóreo.

Un algarrobo que necesita protección.

Un algarrobo que necesita protección. / Tony Sevilla

Susi Gómez, presidenta de Volem Palmerar, añade que se deberían incluir en un catálogo específico las palmeras «donde haya fotos de las singulares y señalizarlas con carteles que cuenten su historia, y se podrían hacer rutas para recorrerlas y educación ambiental».

Lamenta que muchos ejemplares se hayan perdido al ser arrancados por una actuación urbanística o por obras en una carretera, por ejemplo. «Recuerdo las palmeras de la carretera de Dolores, que se arrasó con ellas», lamenta.

El primer paso sería inventariar y catalogar los árboles y palmeras singulares del término municipal de Elche. «Ahora mismo, no se impediría que alguien llegue mañana arando un terreno y se lleve por delante un árbol singular, ya pasó con el famoso pino de San Antón que pasó maquinaria por encima de sus raíces arrancando la principal y se secó, por eso se tienen que proteger y poner medidas», enfatiza Martínez quien añade que «lo que no se conoce, no se puede proteger ni conservar», lo que es todo un lema del patrimonio.

Recorrido

ElcheXploreR palmera del Huerto de la Seca la más alta de Elche actualmente con su veintena de metros.

En Atzavares nos quedamos perplejos con el deplorable estado de un raro ejemplar de taray o tamarit de unos 240 años, que recibió en 1987 el primer premio como árbol autóctono por parte de la Generalitat.

En esta pedanía se localiza también un precioso ejemplar de algarrobo de 7 metros de diámetro que luce impresionante. También por la zona se puede ver una imponente palmera tornillo, por la forma de su estípite.

Elche Xplorer reclama mayor protección para el patrimonio arbóreo de Elche.

Elche Xplorer reclama mayor protección para el patrimonio arbóreo de Elche. / Tony Sevilla

En Perleta hay un imponente pino en una finca, que luce majestuoso como el ejemplar de la misma especie en Algoda, que ronda los 30 metros y que podría ser el más longevo de Elche, mientras que en Las Bayas nos encontramos con otro que fue candidato a Árbol Europeo en 2021.

Un olmo junto a la Ermita de San Isidro, desprotegido en 2019, un descomunal ficus en El Altet y unas palmeras con formas espectaculares, como la cobra del Hotel Huerto del Cura, la pipa de Matola o la de cinco brazos de Algoda son ejemplares dignos de ser conocidos y protegidos.

También algunos conjuntos vegetales únicos como la pinada de La Marina, la hilera de cipreses de La Cañada o la comunidad casi única en Europa formada por la agrupación de ejemplares hembra de los popularmente denominados como «chopos ilicitanos».

No hay que olvidar que Elche aspira a ser Capital Verde Europea en 2030. Proteger su patrimonio arbóreo sería un buen comienzo. No todo es el Palmeral que, por cierto, también urge una mayor atención.

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Muchos ilicitanos tendrán en el recuerdo nombres como La Golondrina, La Centinela, La Paquita, La Francisca o Colón. Son palmeras singulares tristemente desaparecidas por diversas circunstancias. La DANA de 2019 tiró al suelo los más de 200 años y 25 metros de altura de La Centinela en el Parque Municipal.

El viento derrumbó la Colón unos meses antes. Al picudo rojo sucumbieron La Paquita y La Francisca. La Golondrina murió de vieja, con 220 años y 28 metros, en 2015.