Bomberos Elche: ochenta años de vocación
El cuerpo cumple ocho décadas y repasa cómo primero estuvo formado por voluntarios que además de apagar fuegos conducían el bibliobús y hacían de socorristas
Se dice que la vocación es esa inclinación por dedicarse a una forma de vida. Pero también hay quienes son capaces de casi jugarse el tipo por el bien de los demás. Que se lo digan a todos aquellos voluntarios que hace un siglo pusieron sus brazos y pies para frenar incendios.
Ese fue el germen del cuerpo de bomberos de Elche, narra el ilicitano José Soler, suboficial coordinador del consorcio provincial, bombero desde hace cuatro décadas que durante años viene recopilando imágenes y crónicas de su oficio en la ciudad.
Cuenta que el desarrollo industrial hizo necesaria esta figura. Ya a finales del siglo XIX la alpargata era una fuente de ingresos en Elche y era muy común que se produjesen incendios. Entonces la movilización para extinguirlos se producía a través del toque de campana.
Allá por 1914 se creo un servicio de bomberos voluntarios y llegaron los primeros vehículos de riego porque eran los propios empleados de limpieza del Ayuntamiento los que con cubas de agua hacían las labores de extinción. Si bien, de 1887 hay un acta municipal, que está incluso enmarcada en una de las salas del parque, que deja constancia de que un grupo de ciudadanos pedía la organización de un cuerpo de bomberos.
La primera base de operaciones se instaló sobre lo que ahora es la Plaza del Congreso Eucarístico y tras la guerra civil, en 1943, y cuando se cumplen ahora dieciséis lustros, se creó el servicio municipal de bomberos combinado con voluntarios. Tuvieron un parque hasta 1968 bajo el puente de Canalejas al lado oeste de la ladera del río. Entonces había dos cabos, dos conductores, cuatro bomberos zapadores y 10 eventuales, nada en comparación al despliegue actual que multiplica esos efectivos y medios.
En aquella época se produjo una fuerte inversión y llegó la primera autoescalera con brazo articulado. Sostiene el suboficial que como a principios de los setenta aún no había hospital en Elche los bomberos también conducían ambulancias e incluso hacían de socorristas en la playa hasta que a finales de los ochenta las empresas de salvamento se hicieron con ese servicio. Como anécdota, el primer bibliobús de la ciudad era conducido por bomberos.
Después de esa etapa el parque se ubicó en la calle Manuel López Quereda hasta su emplazamiento actual, en la calle Tirant lo Blanc, a partir de 1991, dos años después de dejar de ser municipal para absorberlo la Diputación tras la negociación entre el órgano provincial y el alcalde Manuel Rodríguez. En estas últimas tres décadas es cuando el cuerpo ha crecido más con la base más estratégica por la conexión con la autovía y las principales arterias.
Evolución
Tan grande ha sido la evolución del equipo, a pesar de las épocas más precarias y no tan lejos en el tiempo, que le han servido para posicionarse como servicio esencial y uno de los más aclamados. Pueden presumir de tener una vitrina hasta la bandera de medallas y copas de reconocimiento. Han pasado de hacer una función complementaria a ser imprescindibles incluso fuera de la comarca en la primera línea de múltiples catástrofes como las inundaciones de los ochenta, en el desastre del Prestige o en los últimos terremotos de Turquía.
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