Transición Ecológica retirará en agosto los plásticos de la pinada de La Marina

La Conselleria de Transición Ecológica apunta a la primera semana de agosto para retirar los plásticos a lo largo de la pinada de La Marina que llevan meses instalados para acabar con especies invasoras. Días después de que ecologistas y vecinos cargasen contra la Generalitat por no ver avances con el programa de recuperación de dunas autonómico, desde la secretaría autonómica de Emergencia Climática y Transición Ecológica explican que el proyecto no está paralizado y que está cumpliéndose con la planificación establecida.

Es más, señalan que las lonas negras de plástico se van a retirar el próximo mes porque es cuando se da por cumplido el papel de este sistema. Es decir, aseguran a nivel autonómico que esta fecha está establecida en el informe redactado por el director del proyecto para evitar la proliferación de Carpobrutus, conocida como uña de gato.

Trabajo

Desde la conselleria sostienen que sí se está haciendo el trabajo para evitar que avance esta especie exótica y que también se está protegiendo a los individuos trasplantados. Por otro lado, responden desde el departamento que en el marco del programa de vigilancia de este proyecto se han retirado los ejemplares de pinos muertos y se han sustituido por otras especies autóctonas. Indican, además, que para evitar la mortalidad de los nuevos pino durante el mes de junio se activó el plan de riego que afectó a un total de más de 3.000 ejemplares. Por otra parte, señalan que en total se han plantado 12.000 plantas y árboles autóctonos más de los proyectados en esta actuación.

Un avance que contrasta con las quejas de residentes que viven por la zona y ecologistas, que aseguraron recientemente que había plásticos abandonados y que algunos incluso estaban semienterrados cerca de la playa sin hacer la función con la que se colocaron. También negaron que se hayan repoblado los puntos con menos masa forestal.

Contrato

Transición Ecológica adjudicó este plan por 1,3 millones en 2019, que se financió con fondos europeos, para regenerar el ecosistema dunar que comprende Guardamar, Santa Pola y La Marina. El Consell consideraba que este enclave, declarado como Lugar de Importancia Comunitaria, era el más afectado a nivel autonómico por especies exóticas y por el declive de su vegetación, con más de 11.000 pinos enfermos, según el pliego. Se marcaba tres años y tres meses para ejecutar esta recuperación medioambiental a lo largo de 539 hectáreas y 12,6 kilómetros de litoral.