La concesionaria del restaurante del Parque Municipal de Elche fía al equipo de gobierno y a Cultura el desbloqueo del proyecto

La mercantil vincula a las trabas burocráticas el retraso en reformar el local del corazón del Palmeral después de que haya pasado un año desde que se adjudicara el contrato

Uno de los salones del restaurante del Parque Municipal, con una valla colocada para frenar la entrada de gente y el vandalismo. | ANTONIO AMORÓS

Uno de los salones del restaurante del Parque Municipal, con una valla colocada para frenar la entrada de gente y el vandalismo. | ANTONIO AMORÓS / a.fajardo

A. Fajardo

A. Fajardo

En punto muerto. La recuperación de uno de los mayores atractivos del Parque Municipal de Elche sigue atascado. Después de que haya pasado ya un año desde que se adjudicara el contrato de explotación, las trabas burocráticas son las responsables de que la reforma de esta concesión del Ayuntamiento siga sin poder salir a flote, según han apuntado fuentes de la mercantil (grupo Aurea) a este diario, una sociedad formada por empresarios del sector de hostelería ilicitana que ha fiado al nuevo gobierno municipal y autonómico el desbloqueo del esperado proyecto.

La ubicación de este negocio en el corazón del Palmeral es tan estratégica como compleja. En primer lugar, porque este pulmón verde de la ciudad se convierte en una parada fija de todo turista y ya son cinco años los que lleva el restaurante con la persiana bajada. Además, su emplazamiento en el epicentro del Patrimonio de la Humanidad y, por lo tanto el área más vigilada por la Unesco, hace que la Conselleria de Cultura tenga que dar el visto bueno a todo lo que allí se quiera hacer por insignificante que parezca. Y eso es lo que parece que más se le está atragantando a la mercantil para lograr la autorización final a su propuesta.

Las continuas subsanaciones o reajustes que les han ido reclamando los técnicos para acabar de perfilar la reapertura se están convirtiendo en todo un escollo que está demorando la recuperación de esta concesión pública más de lo deseado, tanto por los propios hosteleros, como por el Ayuntamiento.

El estado en el que se encuentra la tramitación del proyecto se está tratando con hermetismo desde ambas partes desde los últimos meses, mientras en el seno del equipo de gobierno de PP y Vox ya ha empezado a detectarse cierta preocupación por si finalmente el proyecto acaba complicándose hasta tal punto que pueda irse al traste.

25 años

Los empresarios que decidieron embarcarse en el desafío de devolver a la vida y durante 25 años las malogradas instalaciones habían previsto el inicio de la reforma para el pasado mes de marzo.

Mientras tanto, las instalaciones permanecen desde principios de año valladas para evitar la entrada de más personas a su interior y también se ha realizado una limpieza de enseres y de basura.

El restaurante del Parque Municipal, a los dos años de cerrar

El restaurante del Parque Municipal, a los dos años de cerrar / ANTONIO AMOROS

A lo largo de este 2023 han sido varias las visitas que han tenido que realizar los técnicos para realizar las mediciones y comprobaciones pertinentes.

Dos millones

El equipo de gobierno de PSOE y Compromís logró hace 16 meses quitarse de encima un quebradero de cabeza ofreciendo una drástica rebaja en el canon -fijado en 44.000 euros al año- que recibirán las arcas municipales por la explotación de un restaurante que en licitaciones anteriores no había interesado a nadie.

El departamento de Promoción Económica decidió bonificar en un 95% la tasa que tendrán que pagar los concesionarios durante la primera década y en un 50% desde undécimo hasta el vigésimo quinto año. Eso se traduce en que la empresa dejará de pagar 942.000 euros que podría haberle costado el canon si no hubiera sido rebajado por el Ayuntamiento.

Los anteriores responsables municipales quisieron apostar por esta fórmula para compensar a los propietarios la elevada inversión que tienen que realizar en el degradado inmueble y la valoraron en dos millones de euros.

El objetivo de la concesionaria del restaurante, tal y como anunció hace un año, es ofrecer servicio a diario (el restaurante contará además con cafetería), pero también para eventos y ponencias. El local tiene 1.500 metros cuadrados. Además de la planta, el establecimiento cuenta con un gran sótano. Una carta con los llamados «productos de kilómetro cero», es decir, de la tierra, autóctonos, formará parte de la filosofía de este restaurante (tal y como exige el pliego de condiciones del contrato). Las instalaciones estarán rodeadas de una gran cristalera y de vegetación en su interior. La concesionaria anunció su intención de suscribir un convenio de colaboración con una escuela de cocina.