El refranero del Misteri

El Misteri d’Elx es la fiesta de los ilicitanos. La ciudadanía ha heredado una serie de costumbres arraigadas a esta representación que se han convertido, a día de hoy, en una tradición gracias a la repetición continuada a lo largo de los siglos. La transmisión hereditaria en los puestos de trabajo de la tramoya, la distribución final de la palma de San Juan entre los espectadores o la recogida de los adornos caídos del «cielo», así como la pequeña artesanía local que creaba imágenes de la Virgen cerradas en frutas de cera o pequeñas magranas (granadas) de cartón como recuerdos para los forasteros, son algunas de ellas.

A estas habría que sumar, según explica Joan Castaño*, «el acuñamiento de términos, refranes o frases comprensibles sólo en Elche y construidas con elementos del drama sacro, de forma anónima pero eficaz». Algunos de estos tópicos se siguen utilizando, otros ya han quedado en desuso en el habla coloquial cuando antes eran frecuentes por los ilicitanos. Lejos de dejarlos caer en el olvido, merece la pena recordar este refranero del Misteri que forma parte del patrimonio cultural de Elche.

*Joan Castaño, Aproximacions a la Festa d'Elx, Institut de Cultura «Juan Gil-Albert», Alacant, 2001.

Paréixer Maria "Mua" (Parecer la María «Muda»)

Es muy corriente en Elche decir de alguien que apenas habla, bien por su carácter o bien por esconder cualquier cosa (por ejemplo, cuando ha sido cogido en falta), que parece María "Mua". Con esto se hace referencia a dos personajes de la Festa, las dos Marías compañeras de la Virgen, María Salomé y María Jacobé, que hasta 1954, permanecían durante toda la representación del Misteri sin interpretar ningún canto.

Paréixer un apòstol (Parecer un apóstol)

Actualmente resulta común que los hombres lleven el pelo largo o barba. Esta moda, sin embargo, desapareció durante muchos años de la vida cotidiana, siendo costumbre en aquel entonces llevar el rostro afeitado y el cabello corto. Si alguien aparecía con barba o peluca, ya fuera por venir de otras tierras o por cualquier otra circunstancia, se decía de él que parecía un apóstol, haciendo referencia a los personajes del drama ilicitano caracterizados con abundantes cabellos y largas barbas.

Anar al ángel (Ir al Ángel)

En baixar l'àngel, refresca (Al bajar el ángel, refresca)

Para comprender perfectamente este refrán es necesario tener en cuenta que el ángel -aunque aparecen varios ángeles en la Festa- siempre se refiere al de la Magrana, que baja por primera vez el día 10 de agosto durante su tradicional prueba. En Elche se afirma que cuando esta prueba tiene lugar comienza a refrescar el tiempo. El 10 de agosto, festividad de San Lorenzo, se considera el día más caluroso del verano. En esas fechas los días ya se van acortando y aunque no hace frío, las temperaturas comienzan a descender ligeramente, apenas perceptiblemente, sobre todo por la noche, anunciando el próximo otoño.

Fer la «Roà»

Terminada la primera jornada de la Fiesta, en la tarde del 14 de agosto y con la llegada de la noche, tiene lugar la «Roà» consistente en que desde la medianoche un gran número de personas compran una vela y van al templo de Santa María donde se encuentra la imagen de la Virgen, patrona de Elche. Recorrer las calles con una vela encendida en la noche que va del 14 al 15 de agosto se llama hacer la "Roà", pero también se aplica modernamente a pasar despierto toda esa noche y celebrarla con bailes, fiestas… aunque no se realice el recorrido con la vela.

Qui tasta els dàtils i veu la coronació ja no se'n va d'Elx (Quien prueba los dátiles y ve la Coronación ya no se va de Elche)

La escena de la Coronación puede dejar una marca de por vida en las personas que la ven. Si a esto sumamos otro de los placeres ilicitanos como es el de saborear los dátiles de Elche, el fruto maduro de la palmera, nos encontramos con este dicho popular que nos quiere decir que todos los que protagonicen estas dos sensaciones se quedarán para siempre entre los ilicitanos.

Aplegar quan ja l'han coronat (Recoger cuando ya la han coronado)

Qui ix (o treballa) en la Festa no mor de desgràcia (Quien sale -o trabaja- en La Festa no muere de desgracia)