El alcalde de Elche rechaza un convenio con el Ministerio para excavar La Alcudia y le pide más implicación

La nueva negativa del Ministerio de Cultura a volver a ceder la Dama a Elche para una exhibición temporal ha abierto la puerta a que la ciudad sea compensada. La fórmula para saldar la deuda que el Gobierno central ha admitido que tiene con el municipio, donde hace 126 años se descubrió la preciada escultura íbera, es lo que ahora tiene que concretarse. 

El alcalde popular, Pablo Ruz, ha rechazado la oferta que el ministro en funciones, Miquel Iceta, realizó en su despacho este martes tras volver a desautorizar , amparándose en un nuevo informe, que la pieza salga del Museo Arqueológico Nacional (MAN) por los riesgos que conllevaría su traslado. El socialista le propuso un convenio económico, como sus compañeros de filas reivindicaron en Elche horas antes de la reunión, para sufragar parte de las excavaciones del yacimiento arqueológico donde se halló el busto, un lugar completamente desconocido porque el 85% se encuentra sin excavar. 

Sin embargo, el primer edil quiere ir más allá de esta fórmula de colaboración. Ruz echó un pulso al Ministerio de Cultura y a los técnicos de la Dirección General de Bellas Artes para tratar de lograr un compromiso mayor y que la implicación del Estado tenga un escalafón más alto. El popular quiere un Patronato, al igual que tienen el Palmeral o el Misteri d’Elx y así se lo hizo saber a Iceta.

El pulso de Ruz

Ruz reclamó por el «alto precio de no tener a la Dama» este organismo o la figura de un consorcio, que se encargue de financiar todos los años excavaciones en La Alcudia para seguir sacando a la luz piezas de relevancia y quien sabe si de las características de la Dama. 

 El primer edil advirtió en una comparecencia este miércoles para explicar los pormenores de la reunión que «las migajas del Ministerio no las vamos a aceptar» y que un convenio «es papel mojado para apaciguar» la negativa de una cesión que ha vinculado a una «decisión política». 

Pablo Ruz puso sobre la mesa de Iceta la necesidad de que el Ministerio de Cultura tenga presencia en Elche y que de forma «permanente y no temporal» asuma el coste de las investigaciones en el yacimiento para «suplir la anomalía» de que la ciudad carezca de su escultura más preciada.

Según el alcalde, a esta reivindicación municipal no le dijeron que no y se emplazaron a seguir trabajando para poder poner en marcha, a la mayor brevedad posible la fórmula de cooperación que permita seguir trabajando en La Alcudia, con la vista puesta en que el próximo gobierno «remate» esta petición. En paralelo, el equipo de gobierno se mostró interesado en que el Ayuntamiento sea copropietario del yacimiento, propiedad de la Universidad de Alicante y en adquirir la casa-museo que la familia Ramos tiene a la venta. Por su parte, desde el Ministerio declinaron realizar una valoración a este diario sobre la reunión y aseguraron que «fue de carácter institucional en la que se compartió el último informe elaborado por los expertos»

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Credibilidad

Durante la hora que duró el encuentro mantenido ayer en Madrid y convocado cinco días después de que Cultura sacara a la luz su último informe desaconsejando el préstamo, hubo tiempo para que los representantes municipales reprobaran el polémico documento. Para empezar porque el estudio técnico carece de firmas. Se desconoce qué experto lo rubrica, lo que carece de credibilidad para el alcalde ilicitano. "No dicen quién lo firma y eso es una prueba de que está hecho ad hoc para negar el traslado", ha dicho Ruz. El primer edil ha tachado de "falta de consideración con los ilicitanos" el informe y ha asegurado que el Ministerio de Cultura ha impedido que Elche pueda ofrecerle alternativas, como la elaboración de un contrainforme asumido con fondos municipales.

Asimismo, el alcalde y la concejala de Cultura, Irene Ruiz, aprovecharon la cita con el ministro de Cultura para reclamar que Misteri d’Elx cuente con una línea de ayudas directa y asegurada de manera anual, y no a través de “la libre concurrencia y no nominativa” como ocurre en la actualidad.