Quejas de familiares de fallecidos en Elche al tener que aplazar 24 horas los sepelios

La falta de autorización judicial dejó el domingo sin enterrar a al menos cuatro personas en Elche y Crevillent. Los magistrados achacan el problema a la propia organización de los entierros, no a su labor

El Cementerio Viejo de Elche, en una imagen de archivo

El Cementerio Viejo de Elche, en una imagen de archivo / Áxel Álvarez

M. Alarcón

M. Alarcón

Charo perdió a su madre el pasado sábado de madrugada. El cadáver fue trasladado ese mismo día al tanatorio de Carrús y el sepelio tuvo lugar el domingo a las 11.30 horas, pero no hubo a continuación entierro tal y como estaba previsto y tras acordarlo convenientemente con los trabajadores de la empresa de pompas fúnebres. Tuvo que dar explicaciones de algo que no entendía a su familia y supo que la autorización judicial aún no había llegado, pese a que le aseguraron que la tramitación se hizo en tiempo y forma. El suyo no fue el único caso ese día porque hasta cuatro familias, tres de ellas en Elche y una en Crevillent, se vieron en la misma situación: sepelio sin poder dar sepultura a sus seres queridos. 

Este lunes, tras poder despedirla, presentó una queja ante el tanatorio, aunque asegura que el trato para con ella fue magnífico, «nos ofrecieron cualquier cosa que necesitáramos, pero no era algo que dependiera de ellos» el motivo por el cual no se pudo celebrar la despedida en el camposanto. También, asegura Charo, lo hará en los próximos días en los juzgados porque no quiere, dice, «que nadie tenga que pasar por lo que todos nosotros hemos pasado», refiriéndose al resto de casos como el suyo porque en el mismo mostrador al que fue a pedir explicaciones había antes de su llegada otra familia, del sepelio de las 10.30 horas y en las mismas circunstancias. Esa familia también tuvo que enterrar a su ser querido el lunes.

Una imagen de archivo del Cementerio Viejo de Elche

Una imagen de archivo del Cementerio Viejo de Elche / Tony Sevilla

Redes sociales

La mujer no se quedó callada y a través de las redes sociales denunció este lunes lo que había ocurrido. «A mí me aseguraron que el trabajador del tanatorio estaba desde las nueve de la mañana del domingo en el juzgado esperando que le dieran los certificados para poder proceder al entierro. Al tratarse de un domingo, este es un trámite, me explicaron, que se hacía ante el juzgado de guardia. Los sepultureros están hasta las 13 horas, pero la autorización no llegó hasta las 14.20 horas, con lo cual mi madre tuvo que quedarse en una cámara frigorífica, como el resto de personas que se encontró en la misma situación que yo», explicaba al diario. Todos los certificados se entregan al Tanatorio en el mismo acto.

Fuentes consultadas por el periódico explicaron que no era la primera vez que algo parecido sucedía y aseguraron que el problema se produce durante los fines de guardia, cuando el trámite recae en el juzgado que trabaja, no en el Registro Civil que entre semana es el que se encarga de facilitar los sepelios.

Comunicado de los magistrados

Los magistrados de Instrucción de Elche hicieron público dos semanas más tarde, el pasado día 29, un comunicado explicando qué ocurre y dónde está el origen del problema: en la propia organización de los entierros, algo que no les concierne. Así explican que:

1º.- Que la licencia de enterramiento se debe de expedir transcurridas 24 horas del fallecimiento, no siendo posible su expedición con anterioridad, siendo práctica habitual su presentación antes de dicho plazo.

2º.- Que los juzgados de guardia expiden las licencias solicitadas que cumplan el requisito anterior lo antes posible, siempre el mismo día de la solicitud, en función de la carga de trabajo que tengan y que suele comprender un número a veces elevado de detenidos sobre cuya situación personal se debe resolver, diligencias urgentes a practicar, etc.

3º.- Que las discordancias referidas en el artículo periodístico surgen principalmente como consecuencia de haberse planificado el sepelio por la empresa responsable sin haberse obtenido previamente la correspondiente licencia, o haberse planificado el sepelio a partir de un cálculo o previsión sobre la hora a la que se obtendrá la correspondiente licencia, ignorando la carga de trabajo y las diligencias que deberá resolver el juzgado ese día, generando con ello unas expectativas en los familiares que a veces pueden no verse cumplidas, situación a la que son ajenos los propios juzgados de guardia.

4º.- A mayor abundamiento, el hecho que no se produzcan entierros a partir de las 13 horas del domingo, pese a haberse expedido la correspondiente licencia ese día, el mismo de su solicitud, y hasta el lunes siguiente, no es una cuestión atribuible a estos juzgados, sino que responde a motivos distintos que el propio artículo periodístico detalla.

Que, sin perjuicio de lamentar los problemas que se hayan originado a los familiares que se hayan podido ver afectados, los juzgados de Instrucción consideran imprescindible la inclusión de las precisiones expuestas en la noticia publicada en aras de la exactitud de la propia información, dada su trascendencia pública.