Serrano Bru es el Hijo Predilecto número 15 de Elche. La lista la abre el arquitecto Marceliano Coquillat (1905) y le sigue el sacerdote Joaquín Torres (1905), el historiador Pedro Ibarra (1926), el perito Ernesto Martínez (1927), el escritor José Pascual (1952), el empresario Alberto Asencio (1971), el exalcalde José Ferrández (1987), el empresario Antonio Martínez «Pin» (1996), el pintor Sixto Marco (1999), el investigador Francis Mojica (2017), el periodista Vicente Verdú (2018), la fotógrafa María Ángeles Sánchez (2020), el escritor Vicente Molina Foix (2020) y el jurista Tomás Vives (2022).
Elche paga su deuda con Antonio Serrano Bru al reconocerlo como Hijo Predilecto
El alcalde Pablo Ruz destaca que es la ciudad la que debe estar agradecida a quien ha tenido un papel decisivo en la arquitectura del último medio siglo y el Misteri
Quizá el momento más intenso de esta tarde-noche no fuera ver al arquitecto Antonio Serrano Bru recibir de manos del alcalde de Elche, Pablo Ruz, el reconocimiento como Hijo Predilecto de la ciudad. Quizá fue el ver emocionados a tres cantores del Misteri d’Elx que acababan de interpretar el Ternari acercarse al que fue su presidente durante diez años (entre 1988 y 1998, antes de la declaración de La Festa como Patrimonio de la Humanidad). Se abrazaron al hombre, sentado en su silla, con gestos desencajados tras una interpretación bárbara que conmovió a los invitados mientras todos aplaudía como un gran colofón.
"Sin pedir nada a cambio"
Sin duda fue la imagen que muchos guardarán en la retina del acto de esta tarde y que tuvo como protagonista a un hombre al que este viernes fue su ciudad la que le agradeció la actividad vital que ha desplegado durante tantos años «sin pedir nunca nada a cambio», recalcó el regidor, que no pudo evitar el ampliar el homenaje que se estaba produciendo a Antonio Serrano Peral, el padre del homenajeado, quien en los años 40 fue el responsable de la reconstrucción de la basílica de Santa María.
Padre de cinco hijos y abuelo de ocho nietos, Antonio Serrano Bru forma parte de la historia de Elche. Su nombre, junto al de los otros 14 ilicitanos ilustres, se colgará de una tablilla en la sala del Consell, colindante a la del salón de plenos, para que dure tanto o más que la ciudad. El arquitecto ayer completó la obra de su vida.
Imágenes
El acto se abrió con unas imágenes en las cuales amigos y profesionales glosaron la labor profesional, pero también humana, de Antonio Serrano Bru. Un video de cinco minutos, trufado con algunas fotos familiares, que dio paso a la laudatio que corrió a cargo del actual presidente del Patronato del Misteri, Paco Borja, quien fue elegido para ello por la propia familia por la amistad personal que se profesan.
Este realizó una enumeración de proyectos profesionales realizados por el arquitecto ilicitano, como tres colegios (El Palmeral, Candalix o Miguel Hernández, todos ellos con una arquitectura que ha merecido premios) o edificios por toda la ciudad, pero también la restauración de la fachada principal de Santa María o del Ayuntamiento, el Alcázar de la Señoría o los Baños Árabes de las Clarisas.
Recordó que el Colegio de Arquitectos de la Comunidad Valenciana lo ha reconocido con la categoría de «Mestre», la máxima distinción que se puede recibir. Pero Borja también habló de la persona y de su extraordinaria familia.
Una vida que ha girado sobre tres ejes: el Misteri, la arquitectura y lo que unía a ambos, la familia
Ternari
A continuación, tres cantores del Misteri interpretaron el Ternari dando paso al agradecimiento por parte del homenajeado. Fue su hija Fran la que puso voz a sus palabras (el discurso íntegro se puede leer en la siguiente página). Finalmente, fue el alcalde de Elche el que, tal y como estaba previsto cerró el acto. Ruz utilizó una vez más el conocimiento personal de Serrano Bru para hilar un discurso muy personal donde recordó que él era miembro de la Escolanía del Misteri cuando el nuevo Hijo Predilecto tenía la máxima responsabilidad del Patronato.
"Gente que lo hace bien"
Ruz destacó por encima de todo su talla humana y dejó entrever que era más un honor para la ciudad el que Serrano Bru fuera su hijo predilecto que al revés. Destacó la labor de la esposa del homenajeado, Tula Mora. Ruz quizá lo resumiera casi todo en una de sus primeras frases: «Elche reconoce a la gente que lo hace bien». Poco más hubiera sido suficiente.
Fue un acto de emociones para un hombre que rara vez se emocionaba. Antonio Serrano Bru ayer lo estaba. Sonriente y feliz y rodeado de los que más quería y del pueblo que ayer pagó una deuda que tenía con él.
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