Una vida que ha girado sobre tres ejes: el Misteri, la arquitectura y lo que unía a ambos, la familia

Fran Serrano Mora, hija del galardonado, leyó el agradecimiento de su padre quien, resumiendo de una forma tan sencilla una vida tan feliz como lo hizo, supo trasladar de una forma única la pasión que él siempre puso en todo lo que había hecho.

Antonio Serrano Bru, puesto en pie, con la mano en el corazón, recibe el aplauso junto a sus familiares

Antonio Serrano Bru, puesto en pie, con la mano en el corazón, recibe el aplauso junto a sus familiares / Matías Segarra

M. Alarcón

M. Alarcón

(Nota: texto íntegro del discurso de Antonio Serrano Bru)

«Me premiáis por mi aportación y dedicación al desarrollo de Elche. Sin duda, todo mi trabajo y mi vida han girado siempre alrededor de nuestra ciudad. Aquí formé mi familia, y aquí he desarrollado la mayor parte de mi obra. Desde bien pequeño, recuerdo acompañar a mi padre en sus visitas como arquitecto de la basílica de Santa María porque en 1940 la Junta Nacional del Misterio de Elche encargó a Antonio Serrano Peral, mi padre, la restauración del Templo, destruido en 1936. Mientras él desarrollaba su trabajo, yo jugaba en los espacios que más tarde serían parte importante de mi responsabilidad profesional. 

Fran Serrano, hija del arquitecto, agradeciendo el reconocimiento como Hijo Predilecto

Fran Serrano, hija del arquitecto, agradeciendo el reconocimiento como Hijo Predilecto / Matías Segarra

El Misteri, con la Virgen de la Asunción como protagonista, hizo que viviera de primera mano todas las fases de esta hermosa tradición que he disfrutado desde muy temprano. En 1969, tras la muerte de mi padre que era miembro del Patronato del Misteri, entré a formar parte del mismo

Diez años

Desde entonces, ha sido una labor a la que he dedicado gran parte de mi vida, especialmente los 10 años que fui presidente del Patronato. El ambiente familiar y el profesional han estado íntimamente unidos en mi vida. Mi casa se comunicaba con el despacho de arquitectura, solo una puerta separaba la vivienda familiar del estudio y era normal entrar y salir por cualquier circunstancia. Allí nos encontrábamos con los delineantes y aparejadores, rodeados de planos y tiralíneas. Esto hizo que el amor por la arquitectura naciera de forma natural en mi vida. Después de finalizar la carrera de Arquitecto en Madrid, regresé a Elche para incorporarme a la vida profesional junto a mi padre. Su inesperada muerte hizo que, en 1968, tuviese que hacerme cargo de su estudio. Desde entonces, he tenido la suerte de ejecutar algunos proyectos de impacto urbano, en los que he puesto todo mi interés y empeño, orgulloso de poder contribuir a la evolución y la mejora de nuestra ciudad.

"Estoy inmensamente agradecido de haber podido realizar en esta vida lo que siempre me ha gustado: Hacer arquitectura".

Antonio Serrano Brú

— Arquitecto

Serrano Bru, junto a miembros de su familia, este viernes en el salón de plenos del Ayuntamiento de Elche

Serrano Bru, junto a miembros de su familia, este viernes en el salón de plenos del Ayuntamiento de Elche / Matías Segarra

Confianza

Agradezco la confianza del Ayuntamiento de Elche y de sus alcaldes, que, a lo largo de mi trayectoria profesional, me han encargado proyectos que han hecho que esto sea posible. Igual que otras instituciones, como el Obispado, la Generalitat Valenciana, la Universidad Miguel Hernández, así como promotores y clientes que han depositado su confianza en mí para desarrollar sus obras. 

Estoy inmensamente agradecido de haber podido realizar en esta vida lo que siempre me ha gustado: Hacer arquitectura. 

Quiero agradecer al alcalde de Elche y al excelentísimo Ayuntamiento este nombramiento. 

Al Patronato del Misteri d’Elx, por haberme dado la oportunidad de contribuir a la Festa. 

A todos los que han formado parte de mi estudio de arquitectura a lo largo de estos 50 años

A mis padres, a mis hermanos, a mi familia y a mis amigos. 

Pero sobre todo a mi padre, Antonio Serrano Peral, que fue la persona que puso las bases para que todo esto haya sido posible. 

También a mis hijos y sobre todo a mi mujer, Tula. Ella ha sido, y es, la compañera y el pilar fundamental de mi vida. Muchas gracias».