Elche se asoma a la descentralización

El ejecutivo, al dividir el municipio en 14 distritos, aspira a mejorar la participación vecinal y a desconcentrar la administración

La edil de Participación Ciudadana y Distritos, Loli Serna, defendió en el último pleno el punto sobre la nueva ordenanza. | ANTONIO AMORÓS

La edil de Participación Ciudadana y Distritos, Loli Serna, defendió en el último pleno el punto sobre la nueva ordenanza. | ANTONIO AMORÓS / j.m.grau

El pasado 12 de diciembre el pleno municipal de Elche, en sesión extraordinaria y antes de entrar en 2024, aprobaba, con los votos a favor de los partidos del gobierno, PP y Vox, y las abstenciones de PSOE y Compromís, el denominado Reglamento de Distritos y Juntas Municipales. Según la edil de Participación Ciudadana, Loli Serna, es una «oportunidad única para descentralizar la administración» y el «mejor mecanismo de participación ciudadana». Además, señalaba que se trata de un «paso importante a un gobierno municipal más efectivo y transparente».

Para la oposición, no obstante, el documento es mejorable, poco inclusivo en su lenguaje y desplaza al potente tejido asociativo del municipio.

Al margen de las valoraciones de los partidos, lo cierto es que muy pocos conocen lo que va a suponer aplicar este reglamento, algo que, según el ejecutivo, comenzará a ponerse en marcha en el primer trimestre de 2024.

El número total de distritos es de 14, 7 en el casco urbano y otros 7 en las pedanías, tras estimarse finalmente la petición de la Asociación Pinomar de crear el distrito específico de La Marina, al igual que en las pedanías de El Altet y Torrellano.

En el casco urbano los distritos se dividen en La Vila-Raval-Huertos y Molinos; Carrús Este-Plaza de Barcelona; Carrús Oeste–Toscar; Altabix Universidad; San Antón-Travalón; Sagrado Corazón-Obispo Siuri; y Pla de Sant Josep-Sector V.

Y en las pedanías: Torrellano, El Altet y La Marina, con un distrito propio, y los otros cuatro pasan a denominar Norte, Levante, Mediodía y Poniente.

Cuando en 2010 se aprobó el Reglamento Orgánico de Participación Ciudadana, en su capítulo II artículo 32 se indicaba que los distritos constituyen divisiones territoriales dotadas de órganos de gestión desconcentrada para impulsar y desarrollar la participación ciudadana en la gestión de los asuntos municipales y su mejora, sin perjuicio de la unidad de gobierno y gestión del municipio.

En aquel entonces se hablaba de que Elche quedaría dividida en cinco distritos administrativos (frente a los 14 actuales) y de que, según el artículo 35, «una norma de carácter orgánico regulará la creación efectiva de los distritos de Elx y sus órganos, y el porcentaje mínimo de los recursos presupuestarios de la corporación que deberán gestionarse por los distritos». Esta norma orgánica es la que se ha aprobado ahora en diciembre, después de 13 años.

En el plano económico implica dar carpetazo a los presupuestos participativos del anterior gobierno progresista para dar ahora capacidad ejecutiva a cada uno de los distritos, que tendrán que gestionar unos cinco millones de euros en un plazo de tres años.

De momento para 2024 se han presupuestado 900.000 euros, que se distribuirán a partir de «criterios objetivos de territorio y población», según el ejecutivo.

El reglamento es prolijo y detalla muchas cuestiones a tener en cuenta para quienes vayan a formar parte de los denominados plenos de las juntas municipales de distrito, que tendrán que celebrarse al menos una cada tres meses. Un resumen rápido sería que en cada distrito se celebrarán pequeños plenos, con su secretario (funcionario municipal), con su petición por escrito para intervenir por parte de vecinos de fuera de la junta municipal y con acuerdos con mayoría simple. No va a ser fácil, sobre todo para los que no estén acostumbrados a la ortodoxia municipal y al régimen jurídico de los actos y acuerdos. Aurora Rodil, de Vox, ya avisaba: «Al principio cometeremos errores, porque es una camino nuevo, pero sabremos rectificar».

Competencias en mantenimiento, cultura y celebraciones

Cada uno de los 14 distritos será presidido por un concejal-presidente, que designará el alcalde Pablo Ruz. Y, junto al edil-presidente, se consideran órganos de los distritos: las denominadas juntas municipales (integradas en cada distrito), los alcaldes pedáneos (los ciudadanos volverán a votar para elegirlos en una consulta popular, como ya se hizo en 2015), y las comisiones de coordinación de juntas.

A su vez, las juntas municipales estarán integradas por el presidente de la junta y el pleno. El presidente de la junta municipal será nombrado por el alcalde, a propuesta del pleno de la junta, de entre los vocales que compongan el mismo.

Además, a propuesta del alcalde, la junta de gobierno local podrá acordar establecer más de una junta municipal dentro de un mismo distrito, por razón de la extensión territorial o número de habitantes del mismo.

El pleno de la junta municipal estará compuesto por vocales nombrados por el alcalde a propuesta de los grupos políticos con representación municipal, con arreglo a un criterio de proporcionalidad en función de los resultados de las últimas elecciones municipales, en principio cinco para PP, otros tantos para PSOE, dos para Vox y uno para Compromís. Serán además miembros natos de las juntas los alcaldes pedáneos. 

¿Y sobre qué podrán decidir las juntas municipales? Pues básicamente sobre alumbrado público, acequias, viales, caminos, carriles, plazas y calles. También sobre colegios públicos, centros culturales, centros socioculturales, centros cívicos, polivalentes, integrales, deportivos, y en general cualquier edificio, local o dependencia municipal. Y sobre jardines públicos, sin que suponga la creación nueva de espacios verdes, además de poder proponer celebraciones, actividades culturales, sociales, deportivas, lúdicas o festivas y realizar funciones consultivas e informativas.