Palmereros demandan el cuarto patrimonio de la Humanidad para proteger el oficio tradicional

Palmereros reivindican que Elche aspire al cuarto patrimonio de la Humanidad que permita la protección del oficio y del dátil. Profesionales del sector le han propuesto al nuevo equipo de gobierno, de PP y Vox, iniciar el expediente para que España se sume a la lista de 15 países del continente africano que cuentan con este reconocimiento de la Unesco que ampara los conocimientos, saberes, tradiciones y prácticas asociados a la palmera datilera, donde, efectivamente, se incluiría el trabajo de palmerero. En todo el territorio nacional sólo Elche, y en menor medida Orihuela, podrían demostrar la tradición datilera por su gran extensión de masa vegetal con esta variedad.

Cierto es que en 2020, a las puertas de la pandemia de coronavirus, ya se planteó esta posibilidad al anterior ejecutivo (PSOE y Compromís), pero la propuesta terminó desinflándose, y hay quienes refieren que se cerraron reuniones con concejales e incluso con diputados socialistas para abordar la opción de pelear por este nuevo galardón para la ciudad, sin que finalmente se materializase el intento.

Homenaje

Si bien, ya en la última fiesta en l’Hort de Felip, con motivo del 23 aniversario del Palmeral como patrimonio de la Humanidad, los palmereros aprovecharon el concurso de trepa para poner carteles reclamando este cuarto reconocimiento, e incluso se lo plantearon in situ, y frente al público, al propio alcalde, Pablo Ruz, que, de entrada mostró predisposición. La iniciativa volvió a plantearse recientemente en la última reunión de la junta gestora del Palmeral. Ahora sólo quedaría que finalmente el ejecutivo local «coja el guante» y se cojan las riendas de un expediente que podría pasar por un tortuoso proceso para redactarse, pasar por el Icomos, la conselleria de Cultura y el ministerio de Cultura para solicitar que primero se adhiera el país y después pueda reconocerse a la ciudad, lo que podría conllevar años de espera como ocurrió con los anteriores.

«Tenemos experiencia por los otros tres patrimonios y no es tan complicado como la primera vez, y hay que distinguir el Palmeral de Elche como reconocimiento de un bien material mientras este otro sería un bien inmaterial sobre la cultura ligada al motivo de la palmera», matiza Susi Gómez, presidenta de Volem Palmerar. La profesional entiende que conseguir esta nueva condecoración implicaría proteger desde el vocabulario, nombres de utensilios, acequias y, en definitiva, todo lo que tiene que ver con el cultivo de la palmera y otras plantas, además de que, según la posición de este colectivo, se daría un grado mayor de protección del oficio de palmerero, que ya está considerado Bien de Interés Cultural, «para conservar la forma tradicional de trabajar».

Reactivar la agricultura

De igual modo, entienden desde Volem Palmerar que el reconocimiento serviría para que se velara más por la reactivación agrícola en los huertos históricos, cuyas actividades están en regresión, para que dejen de considerarse «algo meramente paisajístico».

Vicente Campos, miembro de la asociación de palmereros (Apelx) sostiene que disponer de un cuarto patrimonio podría ser el pase para pedir la excepcionalidad de varios puntos de la actual directiva europea que da preferencia a los equipos de protección (epis) comunitarios frente a los individuales, es decir, que las plataformas para podar las palmeras tienen preferencia a cualquier sistema de trepa tradicional, lo que, según la entidad, lastra al oficio como históricamente se le ha conocido

Desde la asociación de productores de dátil también ven que lograr este paso «sería un filón para Elche y no tendría sentido no pedirlo», apunta Miguel Ángel Sánchez, presidente del colectivo y palmerero que en su día, hace más de tres años, ya planteó esta opción. Sostiene que la ciudad al menos cumpliría con dos de los criterios que en su día demostraron países que están inscritos en esta categoría como Emiratos Árabes, Marruecos, Túnez, Jordania o Egipto, entre otros.

A pesar de las notas positivas el colectivo entiende que antes de dedicar esfuerzos a esta apuesta debería ponerse el foco en otras cuestiones «prioritarias» como el plan director del Palmeral, que consideran «el eje» para marcar las directrices que guíen en la mejora del mantenimiento de los huertos y del riego y que permita a los espacios recuperar sus alineaciones.