¿Cómo reciben en Petrer a los Reyes Magos?

Las tradicionales fallas de Petrer para llamar a los Reyes Magos se celebran en la tarde del día 5, a partir de las 17.30 horas, en la explanada del castillo.

El festejo consiste en hacer rodar teas confeccionas con esparto y se viene realizando al menos desde finales del siglo XIX. En los últimos años el Ayuntamiento lleva a cabo diferentes acciones para mantener un festejo enraizado en la tradición pagana de conmemorar el solsticio de invierno, pero adaptada al culto cristiano de honrar al Niño Jesús.

Las concejalías de Fiestas y Juventud, en colaboración con Planeta Caracol y la Asociación Cultural Kaskaruja, suelen organizar talleres de confección de fallas para acercar a los niños y jóvenes a esta tradición, y que las nuevas generaciones también contribuyan a su continuidad.

En febrero de 2022 la Generalitat Valenciana declaró las "Falles de la Nit de Reis de Petrer" como Bien de Relevancia Local (BRL) de carácter inmaterial.

Proteger y poner en valor esta tradición local para asegurar su continuidad es el objetivo que se marcó en diciembre de 2019 la concejalía de Cultura y Patrimonio.

Para ello se remitió a la Conselleria de Educación, Cultura y Deporte de la Generalitat Valenciana un informe en el que se explicaban las características de esta longeva tradición y su valor patrimonial. Por su parte, también hizo lo propio el Ayuntamiento de Onil con los Fatxos.

El departamento autonómico inició el 16 de abril de 2021 un expediente conjunto de declaración como Bien de Relevancia Local de carácter inmaterial de ambas fiestas del fuego. Este martes 22 de febrero de 2022 se ha publicado en el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) la resolución de la Conselleria de Cultura por la que las "Falles de la Nit de Reis" de Petrer y los "Fatxos de Onil" adquieren la categoría de BRL de carácter inmaterial.

Tradición representativa

El concejal de Cultura y Patrimonio de Petrer, Fernando Portillo, ya señaló entonces que “las fallas de la noche de Reyes son una tradición representativa de nuestra población que forma parte de nuestra cultura y que merece su reconocimiento patrimonial". Además, con esta consecución el gobierno socialista de Irene Navarro cierra el ciclo que se anunció en 2019, desde el área de Patrimonio, de incorporar tres hitos culturales del patrimonio inmaterial de Petrer al nuevo catálogo de Bienes de Relevancia Local”, en referencia a Les Carasses, La Rendició y a la tradición de las fallas.

Fernando Tendero, director del Museo Dámaso Navarro, ha explicado que “les falles de la nit de Reis es una tradición que se viene celebrando en Petrer por lo menos desde finales del siglo XIX o principios del siglo XX”. Tendero ha añadido que “fueron traídas posiblemente por las familias que vinieron desde la Foia de Castalla y de algunos pueblos próximos de la montaña alicantina a repoblar Petrer después de la expulsión de los moriscos, a partir de 1611, según la hipótesis del investigador Vicent Tomás i Navarro”. Así, sería probable que la actual fiesta que se celebra en Petrer tuviera sus orígenes en la que se lleva a cabo en Onil, y que guarda enormes similitudes, casi con la única diferencia de la fecha.

Hacer ruido

Históricamente, en la tarde-noche del 5 de enero, niñas y niños tenían que indicar a los Reyes Magos dónde estaba la villa de Petrer para que no pasaran de largo con los regalos, y para ello utilizaban sartenes, tapaderas y otras piezas del menaje de la cocina que, unidas, eran arrastradas para hacer ruido. También recurrían a caracolas marinas con las que llamar a los reyes soplando en ellas; y, sobre todo, las fallas, que son unas antorchas de esparto y avell a las que se prendía fuego y se rodaban formando círculos de fuego, a modo de reclamo para orientar a sus majestades de oriente.

La tradición, que es anterior a la cabalgata de Reyes, ha evolucionado y experimentando transformaciones con el tiempo y con el paso de una sociedad agrícola a una industrial y de servicios, pero, pese a que en algunos momentos ha peligrado su continuidad, permanece viva, entre otros factores gracias a un grupo de personas que abogan por el mantenimiento de la misma.