Estalla la guerra del agua en Salinas

Contadores precintados, cosechas perdidas por falta de riego, deudas, intervención de la Confederación del Júcar y del Ayuntamiento y denuncias ante la Guardia Civil

La falta de agua de riego está poniendo en peligro a los cultivos de Salinas.

La falta de agua de riego está poniendo en peligro a los cultivos de Salinas. / Axel Alvarez

Pérez Gil

Pérez Gil

La guerra del agua ha estallado en Salinas tras un año de enfrentamientos entre la mayoría de los comuneros y el presidente en funciones de la Comunidad de Regantes de esta localidad del Alto Vinalopó.

La situación ha llegado a tal extremo que el Ayuntamiento ha anunciado que presentará una denuncia ante la Guardia Civil por el precintado de contadores de agua de riego. Una medida que se ha adoptado en algunos casos sin previo aviso a los propietarios de fincas que tienen todos los recibos pagados.

Además, la Corporación municipal, que preside el alcalde popular Isidro Monzó, no descarta iniciar todas las acciones legales necesarias "para proteger los intereses de todos los habitantes de la localidad y defender a todos los comuneros del municipio".

Hay muchas fincas de frutales que se están secando por falta de riego y, ante esta situación, la Confederación Hidrográfica del Júcar, entidad adscrita al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico del Gobierno de España, ha otorgado al alcalde de Salinas la autoridad para llevar a cabo elecciones de todos los puestos representativos de la Comunidad de Regantes de Salinas y reanudar el suministro en el plazo más breve posible.

En consecuencia, se ha programado un pleno extraordinario público para el próximo viernes 14 de abril, a las 20 horas, en el Auditorio Municipal con el fin de informar sobre el estado del corte de agua de riego y el extenso proceso llevado a cabo desde el Ayuntamiento para normalizar la situación, que afecta a unos 400 comuneros de este municipio de 1.700 habitantes.

Cabe recordar que los pasados días 6 de marzo y 11 de abril representantes del Ayuntamiento de Salinas, actuando como Comisión Gestora, acudieron a dos reuniones para restablecer el suministro. Sin embargo el presidente en funciones de la Comunidad de Regantes de Salinas no asistió a ninguna. La primera fue convocada por la propia Confederación Hidrográfica del Júcar y se celebró en València, y la segunda se realizó en Villena a instancias de la Comunidad General de Usuarios del Alto Vinalopó que preside Pedro Menor.

Las comunidades de regantes denuncian la "extrema gravedad" de la situación y exigen a la Administración una intervención urgente antes de que los daños a los cultivos sean irreversibles. Pero también los propietarios de casas de campo y viviendas en las partidas rurales -muchos de ellos británicos- llevan meses sufriendo un corte de agua que se ha visto agravado por la falta de lluvias. Para regar sus pequeños huertos y jardines han utilizado el agua de sus piscinas pero, una vez vaciadas, han tenido que contemplar con impotencia cómo se secaban todas sus plantas.

En la guerra del agua de Salinas también hay un trasfondo de deudas, impagos y morosidad de la propia entidad y de algunos comuneros que podría acabar en los tribunales.