Abejas y carteros en Novelda

Un enjambre errante se posa en un vehículo de Correos y la Policía Local acordona la zona hasta la llegada de un apicultor

Las abejas en la puerta del acompañante del vehículo de Correos en Novelda.

Las abejas en la puerta del acompañante del vehículo de Correos en Novelda. / INFORMACIÓN

Pérez Gil

Pérez Gil

Un enjambre errante de abejas se ha posado en la tarde de este martes en una furgoneta de reparto de Correos y la Policía Local de Novelda ha tenido que acordonar la zona para evitar accidentes entre los viandantes.

Un apicultor ha acudido a la zona y ha metido a las miles de abejas en un recipiente para trasladarlas de forma segura. La abeja reina no ha querido hacer declaraciones. Se desconoce, por tanto, si quería entregar un paquete o carta urgente o bien se ha decidido a construir su nueva "casa" en la puerta del vehículo aprovechando su moderna decoración de amarillón chillón.

Desde el Consorcio Provincial de Bomberos se recomienda, en caso de encontrarse con un enjambre, no acercarse ni arrojarle ningún objeto, y avisar rápidamente para que procedan a su retirada y traslado a la colmena fija de un apicultor. Normalmente las abejas no suelen ser peligrosas, pero deben extremarse los cuidados si tienen crías que proteger.

Además, al tratarse de una especie protegida por su extraordinaria capacidad como polinizadora, los enjambres deben tratarse con mimo y los especialistas pueden llegar a emplear varias horas de trabajo hasta conseguir el objetivo. Una tarea que en ocasiones se complica porque estos insectos también son muy caprichosos a la hora de elegir el lugar donde «tomarse un descanso» mientras siguen buscando el emplazamiento idóneo para su futuro hogar. Desde parachoques, sombrillas y canastas de baloncesto hasta escaparates de tiendas, bicis, sillines de motos y pantalones colgados en un tenderete.

El coche patrulla de la Policía Local de Novelda impidiendo el paso en la zona donde se encontraba el enjambre errante de abejas.

El coche patrulla de la Policía Local de Novelda impidiendo el paso en la zona donde se encontraba el enjambre errante de abejas. / INFORMACIÓN

Este diario ya informó el pasado mes de abril que arrancaba el proyecto para repoblar España con 47 millones de abejas ibéricas. Y ello con el fin de revertir la "tendencia a la desaparición" de esta raza de abejas autóctona, tan necesaria para la preservación de los ecosistemas.

Se trata del proyecto Smart Green Bees, que ha impulsado la compañía tecnológica LG con la colaboración de la asociación El Rincón de la Abeja, socio técnico de la iniciativa, y de apicultores artesanales de distintas regiones de España, como Málaga, Valencia o Barcelona.

La abeja ibérica o española es la única especie oriunda de la Península, pero su población está retrocediendo a pasos acelerados por factores como la sequía, las enfermedades que afectan a la especie y la rentabilidad a la baja de los apicultores, pues no es la raza más eficiente para la producción de miel.

La iniciativa pretende expandir la Apis mellifera iberiensis en toda España con hasta 47 millones de nuevas abejas en un plazo de dos años, "una por cada habitante", explicó a Efe Paola Vecino, presidenta de la asociación El Rincón de la Abeja.

"Estamos escogiendo enclaves que son propicios para esta expansión de enjambres, donde se pueda llevar a cabo una apicultura sostenible y ello revierta en un beneficio para el ecosistema", señala enfundada en un traje de apicultor desde una finca del Parque Natural Montes de Málaga, donde han colocado las primeras colmenas que han de ayudar a esta recuperación demográfica de la abeja ibérica.

En Málaga colabora con el proyecto el apicultor artesano José Sebastián Sánchez, fundador hace una década de Mieles Joseíllo, una firma local que cuenta con una larga tradición y una producción sostenible, ya que "tiene exactamente el número de colmenas que corresponden a esta zona por la carga floral que hay", destacó Vecino.

En este paraje montañoso, situado a escasos veinte minutos en coche de Málaga capital, podemos encontrar una gran diversidad de plantas, como salvia, tojo, jara o cantahueso, que aseguran que las abejas tengan disponibilidad de recursos -flores que polinizar- "la mayor parte del año".