La peligrosa moda de comprar felinos salvajes como animales de compañía

El equipo de AAP supera los 70 rescates en el último año y advierte sobre el riesgo que esta práctica favorecida por las redes sociales y la globalización implica para la seguridad, la salud pública, el medio ambiente y el bienestar del propio animal

Los caracales Lilo y Stitch pasando la cuarentena en el centro de rescate de animales de la Fundación AAP en Villena.

Los caracales Lilo y Stitch pasando la cuarentena en el centro de rescate de animales de la Fundación AAP en Villena. / AAP Primadomus

Pérez Gil

Pérez Gil

La creciente moda de adquirir felinos exóticos como animales de compañía no deja de crecer. Cada vez son más los casos en los que el Centro de Rescates Oficial CITES de AAP Primadomus, con sede en Villena, interviene para rescatar ejemplares de caracal o lince africano, serval, pantera nebulosa, pumas, leopardos, gasto savannah, ocelote, big floppa, híbridos de gatos domésticos con caracales, servales y savannah así como tigres y leones.

Las solicitudes se incrementan de forma exponencial y en el último año el equipo de AAP ha sobrepasado las 70 recogidas, de las que ocho se corresponden con caracales en manos de propietarios privados de España. Además, en los últimos meses en el centro de Primadomus ha acogido, en colaboración con el Seprona, una pantera nebulosa, cuatro servales y tres caracales. Uno de estos caracales fue encontrado en la vivienda de un ladrón durante un registro de la Guardia Civil en Muro de Alcoy.

Los leones Silas y Govani en las instalaciones de Villena.

Los leones Silas y Govani en las instalaciones de Villena. / AAP Primadomus

Redes Sociales

"Las redes sociales no ayudan pues cada vez hay más presencia de caracales y otros felinos no domésticos en ellas, donde se presenta la interacción y tenencia de estos animales como adecuadas e incluso inocuas para ellos o sus propietarios", ha explicado Berta Alzaga, de la Fundación Animal Advocacy and Protection, después de que los propietarios de algunos de estos felinos exóticos hayan reconocido que decidieron adquirir estos animales al observar en varias cuentas de Instagarm y TikTok que otras personas los tenían.

El efecto llamada que ejercen las redes sociales cuando aparecen personajes célebres y la globalización que facilita la adquisión de animales exóticos salvajes está disparando la peligrosa práctica de convertirlos en mascotas. En cualquier caso no es un fenómeno nuevo. En los últimos diez años se han sucedido el mismo tipo de moda con los mapaches y los pequeños primates.

Los leones Gyz, Kiara y Flori en AAP España.

Los leones Gyz, Kiara y Flori retozando en la pinada de AAP España. / AAP Primadomus

Quienes los adquieren son jóvenes amantes de los animales y suelen gozar de una buena posición económica para poder permitirse el lujo de desembolsar las importantes cantidades que supone su compra y el posterior cuidado. Les encanta exhibirlos por las redes sociales e incluso sacarlos a pasear por las calles y parques. Eso cuando se trata de pequeños felinos porque los tigres, leones, panteras, leopardos y pumas en manos de particulares son animales potencialmente peligrosos y no pueden salir de los recintos acotados.

Precisamente hace unas semanas los miembros del centro de Villena fueron contactados por el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil porque se tenía constancia de la tenencia de dos caracales en la vivienda de unos particulares en la población cántabra de Santiurde de Toranzo. Los ejemplares, de ocho meses de edad, habían sido vendidos en una criadero de la provincia de Toledo por precios que oscilan entre los 3.000 y 6.000 euros el ejemplar.

El serval Kadri rescatado por el Seprona y trasladado a Villena.

El serval Kadri rescatado por el Seprona y trasladado a Villena. / AAP Primadomus

Animales protegidos

Los caracales son animales protegidos por el convenio CITES, Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de la Flora y Fauna Silvestre, en el Apéndice I donde se incluyen las especies sobre las que se cierne el mayor grado de peligro al encontrarse en vías de extinción. Por eso la CITES prohíbe el comercio internacional de animales de esas especies, sacados de la naturaleza, salvo cuando la importación se realiza con fines no comerciales. Pero la realidad es que, a pesar de ser animales salvajes, está permitida su cría en cautividad bajo condiciones concretas y, en estos casos, es posible su comercio cumpliendo ciertos requisitos administrativos.

Al requerir a los propietarios la documentación que acreditara su legítima tenencia se destapó que carecían de su permiso de importación o certificado de cría en cautividad, entre otras irregularidades, procediendo los agentes al decomiso para su posterior depósito en el centro de rescate de AAP en Villena, que es el único que la Fundación gestiona en España.

Al continuar con la investigación del establecimiento de venta en Toledo se pudo verificar que los linces habían sido vendidos sin factura y sin los documentos que acreditaban su legal procedencia, por lo que se procedió a instruir diligencias en calidad de investigados a los responsables del establecimiento, como presuntos autores de un delito relativo a la protección de la flora, fauna y animales domésticos, por tráfico de especies protegidas.

La pantera nebulosa Kenia en plena siesta.

La pantera nebulosa Kenia en plena siesta. / AAP Primadomus

Lilo y Stitch, que así se llaman los caracales, llegaron a las instalaciones de AAP tras un viaje de nueve horas. Ahora se encuentran en las instalaciones cumpliendo cuarentena. Una vez finalizada se les realizarán todos los requerimientos veterinarios para garantizar su buen estado de salud y que no supongan un riesgo para otros animales del centro, mientras se acostumbran a su nuevo entorno en el paraje del Rincón del Moro de Villena y a sus cuidadores.

Los dos caracales eran tratados como gatos y sus dueños incluso los paseaban por zonas públicas sujetos con un arnés y una cuerda. Pero los expertos advierten que se trata de felinos salvajes, con necesidades específicas complejas que no se pueden satisfacer en un entorno doméstico y que, a la larga, causa estrés y problemas conductuales graves al verse privados de los requerimientos naturales inherentes a la especie. "En ningún caso deberían estar en manos de particulares porque suponen un riesgo para la seguridad, la salud pública y para el medio ambiente, además de para el bienestar del propio animal", señala Pablo Delgado, el responsable del departamento de grandes felinos y gerente de AAP en España.

El serval Sahel también se encuentra en Villena.

El serval Sahel también se encuentra en Villena. / AAP Primadomus

Protección legal

Desde AAP abogan desde hace años, tanto en el ámbito nacional como europeo, por la adopción de los Listados Positivos como instrumento de regulación de la tenencia de animales exóticos como animales de compañía. Lo consideran el método más claro, efectivo, conciso, transparente, fácilmente ejecutable y económicamente viable a día de hoy porque, además, se toman en consideración criterios de bienestar animal, salud pública, seguridad ciudadana y riesgo medioambiental a la hora de determinar el listado de especies que se permiten mantener como animal de compañía.

El serval Kadri disfrutando de su nueva vida en las instalaciones del paraje Rincón del Moro de Villena.

El serval Kadri disfrutando de su nueva vida en las instalaciones del paraje Rincón del Moro de Villena. / AAP Primadomus

Se prevé que el próximo mes de septiembre, con la entrada en vigor de la Ley de Protección de los Derechos y el Bienestar de los Animales, comiencen a desarrollarse los Listados Positivos en España. Por eso desde esta organización europea de bienestar animal se celebra la inclusión de estas importantes medidas en la ley.

"Hasta ahora eran sólo unos pocos afortunados animales los que conseguían ser rescatados de una vida de privación y sufrimiento a los que ningún animal salvaje debería ser condenado. Gracias a la nueva ley, un número infinito de animales exóticos que no deberían ser animales de compañía dejarán de llegar a los hogares españoles”, comenta Marta Merchán, responsable de Políticas Públicas de AAP en España.

El caracal Coki observando con atención a su cuidador en el recinto de Primadomus.

El caracal Coki observando con atención a su cuidador en el recinto de Primadomus. / AAP Primadomus

Sobre AAP

AAP (Animal Advocacy and Protection) es una organización europea de bienestar animal comprometida con dar un futuro mejor a los mamíferos exóticos, como primates, leones o tigre en Europa. "Desgraciadamente, todavía miles de animales se encuentran en situaciones extremas, tenidos como animales de compañía, traficados ilegalmente o privados de sus necesidades básicas en la industria del entretenimiento. Desde AAP abordamos estos problemas desde su raíz. Rescatando animales, concienciando y abogando por una mejor legislación para los animales en toda Europa para prevenir el sufrimiento de más animales exóticos en el futuro", se indica desde la Fundación.

Actualmente AAP dispone de dos centros de rescate y rehabilitación de primates, grandes felinos y pequeños mamíferos, albergando en su totalidad a 516 animales procedentes del mundo del espectáculo, mascotismo y tráfico ilegal, uno en Villena llamado AAP Primadomus que cuenta con 112 animales rescatados y otro en la ciudad holandesa de Almere con 404 animales.

La tigresa Luli disfrutando de una apacible tarde en el recinto de grandes felinos de AAP España.

La tigresa Luli disfrutando de una apacible tarde en el recinto de grandes felinos de AAP España. / AAP Primadomus

El de Villena es el único centro de rescate de grandes felinos en España y goza de la consideración de "Entidad colaboradora" del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, del Plan TIFIES (Plan de Acción Español contra el Tráfico Ilegal y el Furtivismo Internacional de Especies Silvestres) y del programa Ecoguardas.

También colabora con el Seprona para encargarse de la recogida de animales exóticos incautados en España y, además, fue el primer centro oficial de rescate CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres) del país.