El Hércules aguanta de pie

Pedro García, David Sánchez y Abde sobresalen a más de 35º grados

Arriba, once titular del Hércules; debajo, la celebración del 2-2. |

Arriba, once titular del Hércules; debajo, la celebración del 2-2. | / UCAM CF

Pedro Rojas

Pedro Rojas

En verano, lo normal es sufrir. Si lo haces compitiendo por encima de los 35 grados, sufres el doble. Y si enfrente tienes a un adversario bien trabajado, con individualidades reseñables y de superior categoría, si se da todo esto, padeces el triple. Al Hércules le costó encontrar su sitio en la vieja Condomina, resultar creíble más de media hora fuera de la pizarra de su técnico, pero es lo habitual a estas alturas.

Ayer se vieron veinte minutos de fútbol brillante en el arranque, un par de excelentes tantos de dos futbolistas muy interesantes, Pedro García y David Velázquez. En el centro del campo, a David Sánchez y Toscano aprendiendo a entenderse; y atrás, a los dos laterales suplentes ayer, Olmedo y Nani, dibujando un enorme signo de interrogación. Arriba, con solo media hora, Abde validó la teoría: si el Hércules no es capaz de construir un concepto ofensivo a su alrededor y le vende, puede que llegue a sufrir el cuádruple que ayer.

Josema, del UCAM, avanza con el balón buscando la portería de Adri López, ayer, en La Condomina

Josema, del UCAM, avanza con el balón buscando la portería de Adri López, ayer, en La Condomina / pedrorojas

La entrega de Aketxe y Raúl González es apreciable, pero la diferencia, por lo observado en la escasa hora que se ha visto al marroquí en la canícula, sigue siendo suya. Ayer jugó con libertad en la mediapunta y reforzó su autoridad ofensiva. El encuentro mostró de origen lo que persigue Mora para el Hércules 2021-22: un 4-4-2 muy compacto integrado por el 85% del llamado a ser el once titular en el debut liguero (solo faltaron Abde, Tano y...), con la primera y la segunda línea de presión muy arriba, cerrando espacios, robando balones y generando superioridades por esa vía. El sistema funcionó perfectamente.

Pedro García interceptó un saque de portería en campo rival, se apoyó en Nico antes de pisar el área, el extremo le devolvió el balón y el lateral, con un recorte hacia fuera y un disparo raso, coló la pelota entre las piernas de Biel Ribas. Así quiere jugar el Hércules de Mora, controlando el partido con el dominio de los espacios, no a través de la posesión de la bola.

El esfuerzo al que obliga esta propuesta pasó factura, y el Hércules se cayó tras el tanto del UCAM. El peso del bochorno agudizó el bajón de intensidad. Moyita centró al área un libre indirecto, nadie acertó a despejar, Alberto, solo en el pico del área, le metió rosca a su golpeo suave y Adri, desubicado, vio como el balón se alojaba en la red describiendo un semicírculo casi melancólico.

Con el empate, los seis partidos preparatorios que había completado el cuadro de Salmerón salieron a relucir. Los universitarios, trenzados entre líneas por Moyita, tuvieron más dominio, pero no pisaron el área con peligro. En 45 minutos abrasadores, los alicantinos habían confirmado su evolución, su ensamblaje, su asunción del ideario de Mora, que, como había hecho en las dos citas previas, renovó el once en la segunda parte, aunque mantuvo a los dos delanteros, necesitados de simultaneidad sobre el césped.

La sombra lateral

Raúl Ruiz –capitán ayer pese a jugar de inicio Pedro Sánchez – y el autor del primer gol dejaron su sitio a Olmedo y Nani. Las bandas se apagaron y germinaron las dudas, sobre todo las defensivas. El Hércules se volvió muy vulnerable por ambos flancos y el UCAM lo aprovechó durante toda la segunda mitad elaborando acciones peligrosas de forma regular.

Floreció cierta angustia y se multiplicaron los errores no forzados, pero sin bajar los brazos. En una mala salida desde atrás, sin apoyos, Xemi Fernández se hace con un balón dividido e inicia una contra, otra. Da con Moyita en el espacio libre usando un pase rápido y el excerebro del Hércules, ahora portador del «diez» en La Condomina, maniobra en dos metros, se libra de su par, chuta cruzado a media altura y bate a Adri, al que aún le falta fe en sí mismo para adueñarse de la portería. Ayer, su competencia, Jesús Fernández, se quedó en Alicante con Tano para no forzar a los recién llegados. Moyita no lo celebró, ni siquiera esbozó una sonrisa... el recuerdo del último año todavía escuece.

Mora, que había retirado a David Sánchez al descanso, volvió a darle entrada en el lugar de Poveda. ¿Raro? Por supuesto. ¿Efectivo? Cien por cien. Con él y con Abde, el Hércules recuperó la viveza y ganó una velocidad, la justa para empezar a armar ataques con un sentido provechoso. Pese a ello, fue el UCAM quien pudo sentenciar, pero el cabezazo de Eneko lo detuvo bien Adrián en su mejor intervención. Le hacía falta. Bien por él.

Cuando el partido languidecía y la temperatura a ras de césped volaba hacia la cuarentena, una falta lateral sirvió para engordar una estadística que, a lo largo de la temporada, resultará trascendental. David Sánchez saca la falta, un envío al segundo palo, allí aparece Fran Núñez para amortiguar el cuero con el empeine y cederlo al corazón del área, donde, por fin, un delantero blanquiazul se anticipa a todos y, con el exterior del pie, levanta la bola con un hábil gesto y firma el empate a dos. Conclusión: a remar.

Sergio Mora: «No debimos encajar esos dos goles»

Crítico de forma leve, contento, en general. «Hemos sido superiores durante muchos tramos del partido ante un rival de superior categoría que hace muchas cosas bien», explicó Mora tras certificarse el empate. «Es verdad que debimos hacer más y no debimos encajar esos dos goles, pero la valoración es positivo porque los muchachos, incluso después de los cambios y, a pesar de ir con el marcador en contra, han seguido empujando y compitiendo», subrayó el preparador del Hércules. «Han reaccionado muy bien».

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