Segunda RFEF

Hércules CF | Escobar: "La prensa no quiere normalidad para poder vender finales y fracasos"

El entrenador blanquiazul lamenta los números "poco halagüeños de los delanteros", el "bajo momento de forma" de Alvarito y defiende que su equipo no sabrá en qué puesto acabará "hasta el último día"

Lolo Escobar responde en la sala de prensa del José Rico Pérez de Alicante antes de viajar a Manresa.

Lolo Escobar responde en la sala de prensa del José Rico Pérez de Alicante antes de viajar a Manresa. / HCF

Pedro Rojas

Pedro Rojas

El devenir del Hércules sigue patrones concéntricos que se repiten a todos los niveles. La falta de resultados siempre juega en contra, los nombres propios se amontonan, se solapan, se transforman en uno solo, siempre el mismo. Ocurre que la cercanía del fracaso, su hedor, sus tejados asomando justo enfrente, convierten a cualquiera que entra en la entidad blanquiazul siendo valiente (por aceptar una silla maldita) en recolector de excusas manidas, en un localizador avezado de enemigos, los sospechosos habituales, que sirvan para tapar lo evidente: que el equipo no va, que lejos de evolucionar guiado por su mano, involuciona de manera alarmante.

Lolo Escobar cree que todo juega en su contra: la salud de los futbolistas, el entorno, la grada, la prensa... que su equipo tiene que enfrentarse a un sinfín de adversidades más allá de sus rivales, proyectos en la cuarta categoría del fútbol nacional. Para el entrenador extremeño, su equipo carga con un peso asfixiante que le impide equipararse al resto de adversarios que juegan libres de cadenas.

"A Míchel le pido que no le queme el balón, que, como el otro día, la pida y tome buenas decisiones y que nos dé ese salto de calidad que él aporta a balón parado"

"Desde que llegué, la rueda de las bajas no ha dejado de girar. Cada semana tengo que comerme la cabeza para hacer un once. Al final las convocatorias se hacen con los únicos disponibles. Esta semana ha estado entrenando con nosotros Salah, que no descarto que entre en la lista de 18 porque me ha gustado mucho", ha explicado el preparador, refiriéndose al delantero centro del filial Salaheddine Bendrao, dejando claro la poca fe que tiene en la recuperación de Jack Harper y en la contribución de Ander Vitoria.

"A los delanteros se les mide por sus números y los de los nuestros no son halagüeños. Los jugadores de arriba se mueven por rachas y quien nos dice que ahora no pueden cogerla Alvarito, Jean Paul o Raúl, que también puede aparecer ahí. Pero es verdad que arriba nos está faltando chicha", asegura sin nombrar a los únicos dos nueves con ficha profesional.

"A los delanteros se les mide por sus números y los de los nuestros no son halagüeños. Arriba nos está faltando chicha"

Uno de los motivos que explica las dificultades por las que atraviesa el Hércules es, a juicio del Lolo Escobar, el bajón experimentado por Álvaro Hernáiz: "Alvarito lleva varias semanas sin estar a su mejor nivel, pero entiendo que es un chico joven que ha tenido que jugar muchísimos minutos y que eso le provocará bajones físicos y anímicos porque es humano. Lo que hay que hacer es recuperarle, tiene toda mi confianza. Cuando le cambié la semana pasada lo hice convencido de que era lo mejor para el Hércules, no pienso solo en uno u otro jugador. El mejor Alvarito llegará para el mejor momento de la temporada, mi función es ayudarle a sortear las trampas que le ponen los rivales que ya saben de sus cualidades", enfatiza.

"Desde que llegué, la rueda de las bajas no ha dejado de girar. Cada semana tengo que comerme la cabeza para hacer un once"

Con el futbolista que le dio los tres puntos frente al Formentera fue algo menos punzante: "A Míchel le pido que no le queme el balón, que, como el otro día, la pida y tome buenas decisiones y que nos dé ese salto de calidad que él aporta a balón parado. Ojalá todos los demás llevaran sus números, que son muy buenos para un mediocentro, y tuvieran su misma experiencia para afrontar lo que nos queda", confirmando que sigue viendo al jugador valenciano actuando más cerca del pivote que de la delantera. 

El Hércules regresa el domingo a un terreno de juego de césped artificial, una superficie en la que ha ganado más partidos este año que nunca. "La superficie me da igual. Cada 15 días juegas en una diferente. Son las reglas del juego para todos y estoy resignado. Esta semana toca césped artificial otra vez, pues trataremos de jugar lo mejor posible", explica con una buena dosis de laconismo.

"Nadie duda de que se nos va a hacer largo a todos y que nos va a tocar sufrir bastante. Pero hay que ser optimistas. Hasta la última jornada no sabremos en qué posición vamos a terminar"

El objetivo sigue siendo alcanzar del 'play-off' aunque sea un logro de mínimos que se daba por hecho al comienzo de la segunda campaña en Segunda RFEF. Escobar cree que es posible materializarlo, pero no se fija una meta, le da igual ser cuarto o quinto. "Esto se va a decidir al final. Lo dije desde que llegué y todo apunta a que será así, por eso tenemos que seguir creyendo. Hay que ser positivos y ponerse siempre en lo mejor. Dicho esto, nadie duda de que se nos va a hacer largo a todos y que nos va a tocar sufrir bastante. Hasta la última jornada no sabremos en qué posición vamos a terminar", vaticina.

"Yo tengo mi gusto personal, sé lo que me gusta que haga mi equipo cuando le veo desde el banquillo, pero eso ahora hay que dejarlo en un segundo plano"

Las críticas al modo de jugar y a la manera en la que se han ganado los dos últimos choques (Ebro y Formentera) no las prioriza el técnico extremeño. "Ahora mismo me da igual el juego que haga mi equipo. Yo tengo mi gusto personal, sé lo que me gusta que haga mi equipo cuando le veo desde el banquillo, pero eso ahora hay que dejarlo en un segundo plano. Jugar con presión es muy difícil. Mientras en ciudades como Manresa viven este final de Liga tranquilos, encantados con su temporada, aquí hay que ganar todos los partidos jugando bien y ganando 5-0. Yo tengo que quedarme al margen de esto. Tengo que centrarme en sacar los puntos y cuando logremos el objetivo dará igual cómo lo hayamos conseguido", ha subrayado Escobar, convencido de que hay tanta gente opinando sobre su equipo como puntos de vista estamentales.

"Mientras en ciudades como Manresa viven este final de Liga tranquilos, encantados con su temporada, aquí hay que ganar todos los partidos jugando bien y ganando 5-0. Yo tengo que quedarme al margen de esto"

"En el fútbol convergen muchos puntos de vista. La afición querrá que su equipo juegue bien y dé buena imagen; la prensa, habitualmente, querrá que no haya normalidad, para la prensa siempre será mejor que haya victorias y derrotas para poder vender finales y fracasos; y los directivos intentarán que el punto de vista sea el económico… Pero el entrenador tiene que quedarse al margen de todo. Aquí hay mucha presión, esto es el Hércules. El otro día, la tensión en el campo se podía cortar con un cuchillo, lo percibimos todos. Y a pesar de eso, el equipo tuvo ratos buenos y defendió muy bien. Nos faltó fútbol, pero hicimos lo que todos, defender nuestra renta con uñas y dientes. Lo hace el Teruel, el Mestalla, el Espanyol B, la Peña Deportiva… Lo importante son los puntos que sacas", volvió a insistir.

"El otro día, la tensión en el campo se podía cortar con un cuchillo, lo percibimos todos. Y a pesar de eso, el equipo tuvo ratos buenos y defendió muy bien"

El Lolo Escobar que se hizo cargo del Hércules en las jornada 14 es otro distinto en vísperas de la 27. La mutación salta a la vista y, además, la defiende él mismo: "Ahora doy más valor a dejar la portería a cero que hace dos meses. Hay una fase de la temporada en la que hay que jugar y otra en la que hay que competir. Ahora estamos en la segunda. Nos ajustaremos a lo que demande cada partido, y en unos podremos jugar mejor que en otros, que tendremos que ganarlos como la semana pasada, con una acción a balón parado", esgrime como si eso se pudiera prever más allá de la suerte. Si fuera posible entrenar eso tan manido del "metemos uno y para casa" no perdería ningún equipo del mundo, jamás.