Hércules: Carne de expulsión

El dato ha dejado de resultar anecdótico y se ha convertido en tendencia, una peligrosa que tiene al Hércules con la mosca detrás de la oreja. El fantasma de la manía persecutoria se ha instalado en una entidad que lejos de ver el peso de su historia como un valor añadido, lo entiende como un lastre, como la excusa perfecta que tienen los colegiados más jóvenes para labrarse una carrera en la élite del arbitraje.

En el seno del club, cada vez son más las voces que consideran que al conjunto blanquiazul se le trata con especial dureza a la hora de juzgar las acciones punibles de sus futbolistas, entienden que mostrarse aparentemente implacable con un equipo con pasado reseñable en Primera División, en encuentros de cuarta categoría con más presión ambiental, ofrece una imagen de valentía y personalidad notables a los colegiados que aspiran a subir en el escalafón.

11 expulsiones sufrió el Hércules en toda la temporada pasada siendo el equipo más castigado con cartulinas rojas de todo el grupo 5 en su primer año en la cuarta categoría

Es un pensamiento que se lleva rumiando tiempo, pero que los datos comienzan a avalar. El último en quejarse, Lolo Escobar, reincidente, no entiende cómo es posible que un equipo, el suyo, «que apenas hace faltas», puede tener nueve expulsiones. Se refería a las ocho en Liga y la de César Moreno en Copa del Rey. No incluía en ese conteo ni la suya ni la de su antecesor, Ángel Rodríguez, que también salieron del campo antes de hora por castigo arbitral.

Espanyol-Hércules | Lolo Escobar: «Me han expulsado por protestar un penalti claro»

El Hércules es el segundo club con más expulsados en el grupo 3 en lo que va de campaña. Solo el Espanyol B (otra franquicia con sello de equipo histórico) tiene más, en concreto una más: nueve. Los blanquiazules han recibido ocho tarjetas rojas en las 29 jornadas que se llevan disputadas, es decir, un expulsado cada 3 partidos, promedio de un bloque férreo que tiene en la contención su razón de ser... y nada más lejos de la realidad.

La otra opción, también plausible, con escasos adeptos en la SAD blanquiazul, es que sea precisamente ese déficit defensivo, esa mala interpretación de la tarea la que empuje a sus futbolistas a cruzarse a destiempo, a meter el pie cuando no toca, a hacer faltas mal hechas, demasiado aparatosas. En el apartado de cartulinas amarillas, al equipo de Lolo Escobar le va mejor, pero no mucho mejor. Es el quinto con más amonestaciones de su grupo, a punto de alcanzar la 90. El Real Zaragoza B es el más «castigado» en este capítulo con 95.

El exceso de celo con el que el Hércules considera que se calibran sus acciones defensivas se junta con la dificultad que ha encontrado el conjunto alicantino para que se le señalen penaltis a favor. Solo uno en 29 jornadas con once meses y un día de separación entre el último (en la jornada 28) y el anterior (de la pasada campaña). El año pasado, con Sergio Mora, el Hércules fue el equipo con más expulsados del ejercicio en Segunda RFEF. Nadie le superó en su grupo. Fueron 11 tarjetas rojas solo en Liga, quedan 3 para igualar tan desagradable tope.