Segunda RFEF

Hércules CF: ¡Diez meses sin tirar penaltis!

Los blanquiazules no lanzan una pena máxima desde el pasado 1 de mayo, cuando Raúl González le marcó desde los once metros al Mancha Real en el Rico Pérez

Míchel protesta a Luis Morona del Campo por lo que él entiende que es un penalti claro en el partido contra el Teruel.

Míchel protesta a Luis Morona del Campo por lo que él entiende que es un penalti claro en el partido contra el Teruel. / Jose Navarro

Pedro Rojas

Pedro Rojas

Nadie en el seno del Hércules, de puertas para afuera, bajo el foco de las cámaras o la atracción de los micrófonos, quiere justificar la delicada situación deportiva del equipo por los errores arbitrales. Dentro, en el silencio de la oficina, el discurso cambia o, como mínimo, se amplía. La entidad blanquiazul encuentra «muy extraño» que no se le haya pitado un penalti a favor en toda la temporada, que en 22 jornadas de Liga no se haya dado la circunstancia de señalarle una pena máxima a con la que disponer de la opción de marcar desde los once metros. y 

Mientras en el fútbol profesional esta estadística juega históricamente a favor de los clubes «grandes», fuera, en el de esparto y caucho, son los equipos con más peso futbolístico y más masa social quienes se quejan de verse notablemente perjudicados por la forma en la que se imparte justicia dentro del campo.

El club considera «muy extraño» que esto no se haya repetido en los últimos 25 partidos, pero no ve oportuno presentar una queja formal al CTA

El Hércules como entidad deportiva no se plantea (de momento) elevar una queja formal al Comité Técnico de Árbitros. No se cree que ese camino sea el correcto ni tampoco el más efectivo. Entienden sus representantes que existen «otros caminos» para hacer llegar el malestar sin armar ruido y sin dejar a a alguien en mal lugar.

Desproporcionado o no, lo cierto es que se van a cumplir diez meses desde que el Hércules dispuso de un penalti a favor. El encargado de lanzarlo entonces fue Raúl González. Lo hizo el Día del Trabajador, el pasado 1 de mayo. Lo materializó, supuso el 2-1 frente al Mancha Real en la antepenúltima jornada de la temporada regular (3-1, finalizó el choque). Eso significa que (agregando al monto la eliminatoria con el Unión Adarve de Madrid), los blanquiazules han disputado 25 partidos completos sin ninguna opción de marcar desde los once metros, demasiados para un equipo que pisa área más que la mayoría de clubes de la categoría por confección de plantilla e idea de juego.

Morona del Campo pide Retuerta que se levante al no observar acción punible dentro del área del Teruel.

Morona del Campo pide Retuerta que se levante al no observar acción punible dentro del área del Teruel. / Jose Navarro

A estas alturas de campeonatos, el curso pasado ya habían transformado penas máximas, Pedro Sánchez, Aketxe y el propio delantero alicantino. Sin embargo, desde ese Primero de Mayo, ningún futbolista herculano ha podido posar con mimo la pelota sobre el redondel de cal pintado a 915 centímetros de la media luna del área. 

En el otro extremo de la realidad conviene reseñar que al Hércules solo le han pitado un penalti en contra, aquel que aprovechó Marc Martínez en la jornada 10 para que su equipo, el Manresa, empatara al filo del descanso después de que el colegiado expulsara a Maxi Ribero por considerar que el argentino había soltado una patada sin balón a escasa distancia de la línea de fondo, muy cerca de Carlos Abad. Ese 6 de noviembre, los alicantinos acabaron con 9 por la expulsión de Truyols a 20 minutos del final.

TERUEL, EL PEOR ENEMIGO

El Hércules nunca le ha ganado y no ha sido capaz de marcarle ni un gol

►La derrota del domingo ha sido la tercera que ha sufrido el Hércules contra el Teruel en los cuatro partidos que han jugado en Liga hasta la fecha. El otro resultado es un empate. Los blanquiazules han perdido 11 de los 12 puntos que se han disputado con el conjunto aragonés, al que, además, tampoco ha sido capaz de marcarle un tanto. Ni un gol en casi 400 minutos le han hecho los alicantinos a los turolenses, ni en Segunda B ni en Segunda RFEF.

Es cierto que existen motivos de queja. Los tres más flagrantes son el gol legal anulado a Jean Paul en Alzira (el balón rebasó dos veces la línea de portería), la mano con la que un defensor del Espanyol B interceptó un posible centro con peligro y el agarrón a Retuerta del domingo. Cuatro puntos echa de menos el Hércules en su estadística por fallos arbitrales, algo que le impide estar ahora en zona de ascenso pero que, en ningún caso, sirve para justificar los 14 de ventaja que le lleva el líder, el Teruel, su último verdugo en el Rico Pérez.

Hay una corriente de pensamiento muy extendida entre aficiones, técnicos, jugadores y directivos de Segunda RFEF que defiende que mostrarse poco proclive a que las jugadas grises beneficien al «grande» ayuda a los colegiados que aspiran a subir en el escalafón porque les dota de «personalidad». No se ha demostrado, nadie va más allá de la especulación.