Hércules 0-2 UE Olot

El Hércules se pierde en un desorden inexplicable

Los blanquiazules caen en su estadio frente a un Olot en descenso y convierten la clasificación para el «play-off» en una opción muy difícil ►El planteamiento inicial y la escasa ambición favorecen la derrota

Pedro Rojas

Pedro Rojas

El Hércules existe en un plano cada vez más alegórico, menos tangible, en una realidad remendada con frases hechas y lugares comunes que solo conduce a la irrelevancia, al desastre crónico, al balbuceo constante de excusas que huelen y saben a lejía. Todos sus rivales son mejor que él, o al menos lo parecen. Los que se ganan, también, porque rara vez se logra fruto del buen juego y la ambición que se precisa para caminar por la cuarta categoría del fútbol español con la cabeza alta. 

Décima derrota del curso, cuarta en casa. Del Rico Pérez han volado ya 22 puntos. Perder uno de cada tres partidos que juegas no son números de los que se pueda presumir, al revés, pesan como el destino que le espera al club al final de la temporada si no se obra un milagro y los alicantinos ganan todo lo que les resta por jugar: cuatro fechas de todo o nada en cada una de ellas.

Un disparo lateral de Luque a los 53 minutos es la única ocasión clara de peligro creada en todo el encuentro

Creer que este equipo será capaz de hacerlo pertenece a una corriente de optimismo que fue expulsada hace más de una década un estadio de fútbol que ha quedado reducido a escenario maravilloso en el que se retratan los rivales celebrando triunfos o para dejar prueba gráfica de que al menos una vez jugaron en un recinto ideado para 30.000 almas.

El despropósito es incontestable a todos los niveles, dentro y fuera de los límites del campo. El proyecto se ha tornado un crujir de huesos, un ronquido desagradable. Nadie lo revierte, nadie lo ataja, nadie lo ve... Y todo se resume en una certeza que se puede disfrazar del modo que más interese pero se ve desde cualquier rincón de la galaxia: el Hércules saltó ayer al partido dispuesto a esperar, guarnecido atrás, a un rival en puesto de descenso después de 29 jornadas.

Busquets sale a dificultar el control de Míchel, que intenta parar la pelota en el aire.

Busquets sale a dificultar el control de Míchel, que intenta parar la pelota en el aire. / HECTOR FUENTES

Además lo hizo sin delantero. Con la octava dupla distinta de centrales en la presente campaña. Con el zurdo a la derecha, Felipe; y diestro, Mario Gómez, a la izquierda. Sin delantero centro. Con su mejor hombre, el más determinante, Míchel, a cien kilómetros del área, con un jugador bajito como referencia en ataque, Alvarito, incrustado entre centrales rudos, y con un mediapunta peligroso por detrás del nueve perdido para siempre en la derecha, José Artiles, para así no rivalizar con el tercer capitán, el atacante valenciano, quien a su vez se disputa el espacio (y el inicio de la acción ofensiva) con Toscano, obligado a moverse lejos de donde mejor sabe por oficio. Si eres capaz de ganar un encuentro con unas premisas semejantes, seguramente sea más por la buena fortuna y la acción bendita de tu portero que por mostrarte superior a tu rival. Así de crudo.

El Hércules está a punto de quedarse sin objetivo debido a su obsesión angustiosa por no equivocarse, por no querer notar el peso del balón, por su renuncia a sentir el vértigo que da llevar las riendas de un partido, por rehuir siempre la presión emocional que los demás enemigos cargan con aparente naturalidad. 

Dos tantos de Folgas en menos de cinco minutos hacen justicia al mayor riesgo asumido por los catalanes en el partido

El Olot, en descenso, que arrancó el choque a ocho puntos de la salvación, sabiendo que todos sus rivales habían sumado, con el agua al cuello, obligado a jugar en un campo gigante frente a un «aspirante» al ascenso, se adueñó de la pelota sin complejos, sin rifarla ni cuando los débiles intentos de presión del Hércules trataron de ahogarle la salida. Tocando, circulando, generando espacios, ganando todos los duelos individuales, todos, sin excepción, dio siempre más sensación de peligro que los locales, incapaces de soltarse, de creérselo, de encontrarse, de hacer valer su mayor inversión en talento.

En la primera mitad ni un disparo a puerta de los blanquiazules y tres llegadas francas de los olotenses, que con Valverde y Forgas ya dieron bastantes pistas de lo que se avecinaba. La evidencia, pese a ser tozuda, no la notó Lolo Escobar, que decidió seguir con su apuesta inicial aplicando una leve permuta entre los tres de arriba.

Bigas se topa con su portero Batalla en el intento imposible de remate de Álvaro Hernáiz.

Bigas se topa con su portero Batalla en el intento imposible de remate de Álvaro Hernáiz. / HECTOR FUENTES

Alvarito encontró en el veterano Bigas, recién salido de lesión, una veta por la que empezar a buscar la victoria. Dos balones le llegaron al extremo, ambos tras la reanudación. Después, nada... En esa indefinición, el único fallo de la zaga gerundense lo aprovechó Artiles para asistir a Luque en el lateral del área. El atacante del Eldense armó la pierna, buscó el palo más alejado, pero no tuvo suerte, no sorprendió a Batalla, bien colocado.

Ahí se apagó el empuje local y volvió a relucir la brillantez de Carlos Abad, que detuvo dos muy claras, pero con la tercera ya no pudo. Ernest Forgas se quedó solo al borde del área y su disparo cruzado subió al marcador en el minuto 72. Tres después, otra vez él, se cruzó por delante de Mario Gómez para desviar lo justo un centro chut de Valverde, matar el partido y situar al Hércules delante de un espejo que no necesita trucos de diseño para devolverle una imagen esperpéntica, desfigurada, deforme...

Aún es posible clasificarse para la promoción, pero ni el entrenador más pinturero se lo cree.

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►HÉRCULES: Carlos Abad; Raúl, Chacartegui, Mario Gómez, Retuerta; César Moreno (Maxi, 76’); Artiles (Salah, 72’), Toscano (Jean Paul, 63’), Míchel, Luque Júnior y Alvarito.

►OLOT: Batalla; Callís, Ayala, Pereira, Bigas, Valverde (Xumetra, 87’); Orriols, Vilanova, Terma (Eloi Amagat, 61’), Busquets (Saido, 76’) y Ernest Forgas.

►GOLES: 0-1, Min.72: Forgas. 0-2 Min. 75): Forgas.

►ÁRBITRO: Alejandro Clemente Ortuño (Yecla) T. Amarillas: para el portero visitante Albert Batalla, por perder tiempo en el minuto 79. 

►ESTADIO: José Rico Pérez, con cerca de 4.000 espectadores en la grada para ver el encuentro de la 30ª jornada de Liga en Segunda RFEF.

►CLASIFICACIÓN: El Hércules cae a la octava plaza y se sitúa a 3 puntos del "play-off" a falta de cuatro jornadas.