Segunda RFEF

El Hércules se conforma con no perder y el Rico Pérez se queja

Segundo empate seguido de los alicantinos en su estadio en 14 días después de verse incapaces de franquear la defensa de un Mestalla que dispuso de muchas opciones para marcar

Pedro Rojas

Pedro Rojas

Se nota. Resulta fácil verlo. Solo hay que fijarse. Basta con cinco pasos. Los que da el entrenador después de girarse hacia la grada para adentrarse, con las manos en los bolsillos y la mirada clavada en la hierba, en la estrechez del banquillo en busca de las soluciones que no encuentra a la luz de los focos. Es un caminar pesaroso, uno que se ejecuta de manera mecánica y que suele decir mucho, tal vez demasiado. El Hércules está atascado.

Ha dejado de creer en sí mismo. Le ha cogido miedo a los malos resultados y empieza a conformarse con no perder, algo que solo pueden permitirse quienes no han malgastado el crédito ganado a pulso en una segunda vuelta calamitosa, de bochorno, con solo nueve puntos sumados en nueve fechas, todas las que ha disputado después de proclamarse campeón de invierno en Lleida, donde, al parecer, se evaporaron todas las virtudes.

Segundo empate consecutivo en casa. Segundo encuentro sin marcar, sin ver portería. Y esta vez, a merced de un Mestalla que viajó a Alicante justo después de perder dos encuentros en Paterna. Un equipo sin César Moreno al que hasta ayer le dolía la defensa, pero que anoche fue capaz de maniatar al equipo de Torrecilla y de tirar muchas más veces a puerta.

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Cuesta reconocer al aspirante a campeón, al bloque que inició la competición con pierna dura, con máxima intensidad, robando balones, montando contras, generando superioridad por las alas, desbordando, pisando muchas veces al área, la mayoría de ellas con posibilidad de marcar. De eso apenas queda nada, y lo que hay, ni dura ni sirve para marcar diferencias. Cualquiera, da igual su ubicación en la tabla clasificatoria, le hace daño al Hércules en su estadio, una señal de alarma que se ha encendido ya con la primera pitada de la grada a un proyecto que se ha desfondado sin otra explicación que la ausencia de fórmulas para revertir su mala dinámica.

Coscia, Alvarito y Samu Vázquez lamentan la única ocasión clara fallada por el Hércules en 90 minutos.

Coscia, Alvarito y Samu Vázquez lamentan la única ocasión clara fallada por el Hércules en 90 minutos. / Alex Domínguez

El miedo pesa, te hace peor, te retrae, te deja sin valor y, además, te empuja a tomar un camino sin vuelta, de no retorno. Los vestuarios que entran en pánico cuando las cosas no le salen, o le salen mal, tienden a descomponerse, a caerse por sí solos por más que las matemáticas y las naderías verbales extraídas de los manuales de autoayuda lo quieran disimular.

Sin mordiente

Dos disparos en 90 minutos, solo uno de ellos entre los tres palos. El primero al poco de arrancar el derbi con un golpeo muy forzado de Miguel Marí desde la media luna del área acomodando mal el pie pese a estar solo; y el otro, a tres minutos del final, después de un rebote, en un balón colgado por Candelas desde la izquierda, a la desesperada, que nadie cabeceó hasta que botó en el césped y el más pequeño, Alvarito Hernáiz, peinó con la cabeza y obligó al arquero a desviar la parábola en un escorzo pleno de buenos reflejos.

Eso fue todo. Entre medias, dos bloques midiéndose, defendiendo la posición, sin asumir riesgos, sin robar, sin anticipación, dándole prioridad a la contención.

A Torrecilla le valía con eso, con no ver sufrir a sus hombres. Pero a la grada no, porque, lo que a los ojos del técnico son acercamientos del adversario sin maldad, con golpeos lejanos (y sucesivos) de Hugo González y Martín Tejón, para la hinchada es sometimiento, falta de recursos y de ganas de pelear, de renuncia a partirse la cara.

El jugador del Hércules Kalvin Ketu intenta impedir que le roben el balón los defensores del Valencia Mestalla.

El jugador del Hércules Kalvin Ketu intenta impedir que le roben el balón los defensores del Valencia Mestalla. / Alex Domínguez

Puede que el técnico del Hércules no esperara que un filial que trata de eludir el descenso, de no despeñarse a la quinta categoría nacional, le ganara el pulso con buenas ayudas, con atención a las líneas de pase, con peleas individuales en todo el campo, que le ganara la mayoría de balones divididos, pero eso fue lo que pasó y no lo supo atajar.

Volvió a preferir la contemporización, la mínima exposición, y así solo ganan quienes tienen un goleador, un hombre como Javi Moreno con facilidad para superar líneas, justo el tipo que él decidió dejar en la banqueta para que Miguel Marí fuera el único en la alineación que no empezó la temporada en Alicante, tal y como dejó entrever el viernes.

Los valencianos ganan la partida en el centro del campo a los locales, que solo estuvieron cerca de marcar en el minuto 87

La impaciencia del público y sus estallidos puntuales coincidieron con la ordenación de las sustituciones y ese es un signo probatorio de que los de arriba y los de abajo ven las cosas a la misma velocidad aunque solo a uno, de los más de siete mil en el estadio, le paguen por ello, por adelantarse a los problemas, por resolver los episodios de incertidumbre en los que entra el ataque blanquiazul cuando nadie es capaz de robar una pelota para coger al enemigo desubicado y hacerle daño, para correr en campo abierto.

El ataque posicional no funciona desde hace bastantes semanas y a la defensa le sigue costando ser fiable, dos factores que juntos resultan letales... y muy desagradables. 

FICHA TÉCNICA

Hércules: Carlos Abad, Samu Vázquez, Juanmi, Nolan, Candelas. Miguel Marí (Javi Moreno, 60’), De la Nava (Mangada, 46’), Roger Colomina, Nico Espinosa (Alvarito, 75’), Kalvin Ketu y Marcos Mendes (Agustín Coscia, 75’). 

Mestalla: Nil Ruiz, Diego, Serra, Iván Muñoz, Hugo González (Ali Fadal, 74’), Mario Domínguez (Aznar, 65’), Martín Tejón (Joselu, 89’), Iranzo, Borja Calvo, Pablo Gozálbez (Javi Navarro, 89’) y Santana (Córdoba, 65’). 

Goles: no hubo. 

Árbitro:  Lluis Balle Reus (nacido en Palma), y asistido desde las bandas por Alejandro Murillo Yustos y su hermano Sergi Balle.  

T. Amarillas: a Ketu , Carlos Abad, Agustín Coscia y Javier Cendón, del Hércules, y a Santana, Iván Muñoz, Ali Fadal y Borja Calvo, del Valencia Mestalla.

T. Rojas: Sin expulsados. 

Estadio: José Rico Pérez, con 7.258 espectadores en la grada según el dato oficial del asistencia facilitado por el Hércules.

Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 26 en el grupo 3 de Segunda RFEF.