La liga da una última oportunidad al Hércules

A pesar de todo... el sol siempre sale, aunque no se pueda ver o no se quiera. La liga le ha dado otra oportunidad al Hércules, seguramente la última. Lo ha hecho todos los años desde que está fuera del fútbol profesional, pero ningún entrenador ha conseguido aprovecharlo. Rubén Torrecilla, como Lolo Escobar el curso pasado, tiene la opción de asaltar el liderato o, como mal menor, acabar en segunda posición. 

En ninguno de los dos casos depende de sí mismo. Pero el gol de Ryan Nolan en el minuto 94 del sábado pasado, en Alzira, da un mínimo chance a un vestuario que está firmando una segunda vuelta desastrosa con 14 puntos en 12 partidos. Solo cinco equipos han estado peor que los alicantinos tras el ecuador del campeonato: Cerdanyola, Formentera, Alzira, La Nucía y Manresa.

De ellos, solo ha sido capaz de doblegar a los valencianos en este segundo tramo de la Liga. Empató en El Vallés y en el Camilo Cano contra el ya descendido a Tercera RFEF, y perdió frente a los baleares en el Rico Pérez. Siete puntos ha dejado escapar el cuadro alicantino frente a los peores clubes de la segunda vuelta, un dato que no favorece los buenos augurios.

Pero el fútbol tiene una componente emocional muy activa, casi directa, que sirve, si se sabe aprovechar, para cambiar dinámicas. Los blanquiazules, tras el subidón de Alzira, tienen a su favor que deben disputar tres de los últimos cinco encuentros en su estadio, dos frente a adversarios bastante asequibles –Atlético Saguntino y Peña Deportiva– y otro, el último, contra un rival directo, el Lleida.

Enfrentamiento crucial

También viajará a Badalona en la penúltima fecha. Si hace bien sus deberes (y los demás, no) puede tener ocasión de jugarse el liderato, de asaltarlo incluso, aunque ahora mismo eso quede muy lejos. La salida súbita de Ferran Costa del Badalona Futur para tratar de salvar del descenso al Andorra de Piqué tras la destitución de Eder Sarabia ya provocó un tropiezo inesperado la semana pasada, el que sufrió el líder con el Andratx en Vic, su primera derrota en casa en todo el curso.

La presión pesa ahora que se ve más cerca el desenlace. Cerrar el círculo siempre es lo que más cuesta, pero si te quitan al jefe del equipo, al técnico que ya fue capaz de lograr el ascenso a Segunda RFEF, igual la factura es mayor.

El camino hacia la cima que debe recorrer el campeón de invierno es proceloso porque tiene cuatro rivales por delante y en ningún caso depende de sí mismo. De hecho puede haber un tapado en esta pelea por el ascenso directo. El Sant Andreu afronta un calendario ciertamente asequible con tres de las cinco fechas finales jugándose en su estadio, donde solo ha sufrido dos derrotas.

El equipo barcelonés, el tercero mejor del grupo en esta segunda vuelta con solo dos puntos menos sumados que el Badalona, no vivirá enfrentamientos directos contra franquicias de la parte alta. Se medirá, por este orden, con el Espanyol B, el Formentera, el Torrent, el Mestalla (el más delicado por estado de forma) y cerrará la Liga en Andratx.

El Sant Andreu es el equipo que, sobre el papel, se enfrenta a un calendario más asequible en el tramo definitivo

Confluyen muchos factores en el desplome del Hércules que le complican la recta final del curso, pero el más grave es su dificultad realizadora. Sigue encajando al mismo ritmo que lo hacía en la primera vuelta, un tanto por contienda, pero ha bajado seis puntos en la definición. Asaltó el liderato en el Camp d’Esports después de sellar casi dos dianas cada 90 minutos, y ahora apenas llega a una.

Ese mal es que le está haciendo más daño al proyecto de Torrecilla, que, pese a eso, aún puede redimirse. Para que esto pase no debería ceder ni un punto en Alicante, ha de ganar en Manresa al plantel que ha sumado menos puntos que La Nucía en la segunda vuelta y, como mínimo, no perder en Vic. Tal vez así logre dar el salto definitivo.