Mucho por decidir (tras las Hogueras 2023)

El final de los días grandes centra el foco en asuntos clave, como las elecciones a la Federació, además del cambio de bases del concurso de las hogueras de Especial y qué hacer con el monumento oficial 

Un detalle del monumento de Diputació-Renfe, el mejor del 2023 para el jurado

Un detalle del monumento de Diputació-Renfe, el mejor del 2023 para el jurado / PILAR CORTES

C. Pascual

C. Pascual

Tras los días (y noches) de fiesta, llega el momento de tomar decisiones. De pensar en el futuro. Y no son pocos los asuntos importantes que están a la espera. El principal, donde más focos se van a centrar después de que los monumentos se conviertan en cenizas, pasa por las urnas. Otras elecciones más en estos meses de fiesta de la democracia. Tras las municipales y autonómicas del 28M y las generales del próximo 23J, llegarán las elecciones a la Federació de Fogueres, cuya votación está previsto que se celebre entre el 7 y el 12 de agosto. Todo apunta a que habrá batalla, aunque por ahora no hay ningún candidato oficial. Los festeros, una vez recuperados, lo apostarán todo a eso. 

La próxima semana está previsto que dé el primer paso David Olivares, exvicepresidente del órgano que gestiona la Fiesta y que ahora cuenta con el respaldo de su hasta no hace mucho archienemigo, Manuel Jiménez. El exdirigente de Foguerer Carolinas lo tiene ya todo cerrado, incluido un equipo que no tardará en conocerse. En eso, en armar la candidatura, está la todavía presidenta, Toñi Martín-Zarco, que ya ha anunciado que optará a la reelección tanto a su entorno en Federació como a la corte del fuego. Para ello, para seguir, primero debe convencer a casi una treintena de personas, que no es poco. Algún que otro «no» ha recibido ya tras un mandato marcado por la irrupción de la pandemia, que impidió celebrar las Hogueras de 2020 y 2021, y por la dimisión de «pesos pesados» de su directiva.

Luego, para continuar en el puesto, tendrá que ganarle el pulso a Olivares, con quien batalló hace cuatro años por dirigir la Fiesta. Entonces, Martín-Zarco contó con el apoyo del recién elegido concejal Manuel Jiménez, y la maquinaria oficial, lo que le llevó a sumar 127 votos frente a los 98 de su rival. Ahora, casi nada es igual. No se espera que haya más contendientes en esa batalla, si es que finalmente se produce. Tan solo podría apuntarse el exconcejal José Ramón González, que duda ante la insistencia. En breve, se verá.  

No son pocos los asuntos pendientes, desde los económicos, hasta los derivados del calendario. También otros como la necesaria, y cada vez más inexistente, independencia política de la Federació y también de las hogueras. Y es que el dinero es el dinero. Sin olvidar la falta de un sentimiento colectivo que se ha ido perdiendo, y que resulta clave para que la Fiesta no pierda su esencia. Ahí será necesario, por otro lado, que la nueva dirección del órgano gestor apueste más por los monumentos y menos por cuestiones que, a priori, deberían ser accesorias y a las que cada vez se les da más relevancia para disgusto de los más puristas

Y mientras muchas miradas apuntarán hacia las urnas, en el Ayuntamiento de Alicante deben centrar sus esfuerzos en trabajar en unas nuevas bases del concurso de hogueras para evitar el ruido de este año. Que no ha sido poca. No es poco lo que está en juego. Y todo porque, por lo que se sabe, que no es todo lo que ha sucedido por el oscurantismo de un gobierno municipal liderado por Luis Barcala preocupado por evitar que se conociera la verdad de un concurso convocado por el Ayuntamiento, se cambiaron las reglas en mitad del partido. Cierto es que las reglas se ha sabido, en mitad de ese partido, que no parecían muy lógicas. Sí. Cierto es, también, que son unas bases que no son nuevas y que aceptaron todos los participantes antes de plantar los monumentos. La solución no era fácil, y se ha hecho más difícil. También.

Con una Federació desaparecida, la polémica, que ha obligado al Ayuntamiento a reunir de nuevo al jurado, y en un día como el de San Juan, para que ratificara lo ya decidido, no parece tener fin. En Portazgo quieren respuestas convincentes. Por ahora, no las han encontrado. Tal vez, puestos a realizar una interpretación más que libre de las bases oficiales, se podría haber optado por dar un primer premio «ex aequo» y así no castigar a ninguna comisión (ambas finalmente perjudicadas). Las hogueras bien lo merecían. 

En el caso de haber concursado en Especial, por presupuesto habría estado en esa máxima categoría (118.500 euros), no parece que la Hoguera Oficial hubiera estado en la tesitura de plantarle batalla ni a Florida Portazgo ni a Diputació-Renfe. En la plaza del Ayuntamiento de Alicante, un año más, se ha plantado un monumento alejado de los mejores, pese al coste que representa para las arcas municipales, y más tras el incremento de un 20% en su presupuesto en este 2023. Esa evidente distancia en la calidad tendría que hacer reflexionar al gobierno local. Sabido es que son pocos, contados, los artistas alicantinos que pueden optar a construir ese monumento por las exigencias que supone contratar con la Administración. Eso, pese a todo, no es excusa. La Hoguera Oficial, la de todos, debe ser un referente para la ciudad.