Calp vigilará el monte para evitar incendios con una patrulla medioambiental

El trabajo se desarrollará en la Sierra de Oltà y otros dos equipos trabajarán en la playa para concienciar sobre la posidonia y en el casco urbano para el cumplimiento de ordenanzas

Dos ciclistas de montaña obsevan el pueblo de Calp desde la Serra d'Oltà

Dos ciclistas de montaña obsevan el pueblo de Calp desde la Serra d'Oltà / David Revenga

Vigilancia medioambiental en tres áreas clave para concienciar a vecinos y visitantes y para hacer cumplir las ordenanzas. La Concejalía de Medio Ambiente de Calp contará con tres patrullas de vigilancia que desarrollaran sus funciones en tres áreas y con funciones distintas con especial hincapié en la educación ambiental. En concreto en el monte, la playa y el casco urbano y urbanizaciones.

Así un primer grupo realizará funciones de vigilancia contra incendios en la Sierra de Oltá y al mismo tiempo desde la caseta de la zona de acampada que da acceso a Oltà llevarán a cabo la inspección de campistas y realizarán funciones de educación ambiental en materia contra incendios.

La zona de la Sierra de Ortà de Calp.

La zona de la Sierra de Oltà de Calp. / Ayuntamiento/Javier Di Iorio Fernandez

La segunda de estas patrullas realizará funciones de vigilancia y control de calidad en las playas y informaran a los usuarios de las mismas de aspectos medio ambientales con especial atención a explicar qué es la posidonia y la necesidad de que no sea retirada de las playas.

Según explicaron desde el consistorio, se trata de "sensibilizar a los bañistas sobre la pradera oceánica ya que tienden a considerarla como suciedad cuando la presencia de restos de esta especie tanto en el agua como en la arena son una clara señal de la buena calidad del agua e indican que esta está limpia y libre de contaminación". Estos vigilantes insistirán en el papel fundamental de la posidonia para "evitar la pérdida de arena de las playas y su importancia como fuente de una rica biodiversidad marina por la gran diversidad de especies que alberga y al mismo tiempo de que es una especie vulnerable, de ahí la necesidad de protegerla. Esta brigada realizará las funciones de educación que exige el certificado de bandera azul".

Esta vigilancia se une a la campaña que el Ayuntamiento ha iniciado con el lema "La playa no es un cenicero" para concienciar a los usuarios de que no tiren colillas en la arena del municipio. Así el objetivo es reducir este tipo de residuos porque es uno de los más difíciles de tratar y de los más perjudiciales para el medio ambiente.

Vigilancia en el casco urbano y urbanizaciones

La tercera brigada, que trabajará en colaboración con Acciona, se centrará en hacer cumplir la ordenanza relativa a los vertidos incontrolados, eliminación de restos de poda, la retirada de enseres y muebles, evitar el cúmulo de residuos en el entorno de los contenedores, etc. Para ello realizarán sus tareas de vigilancia e información en el casco urbano y urbanizaciones.

El concejal de Medio Ambiente, Pere Moll, destacó la importancia de informar a los vecinos y turistas en materia medio ambiental ya que “este tipo de educación nos permite evitar incendios, mantener limpias nuestras calles o conocer la importancia de proteger la posidonia dado el papel que esta planta desempeña a nivel medioambiental”.