El Mediterráneo no entiende de fronteras

Sólo supone el uno por ciento del agua del planeta, pero el mar Mediterráneo sufre un acoso medioambiental de tal grado que la actuación en él es absolutamente imprescindible y urgente, porque este mar tiene un 20 % más de afección que el resto de océanos y mares por el cambio climático y por los más de quinientos millones de habitantes que pueblan sus costas pertenecientes a veintitrés países.

Para dar visibilidad a esta problemática y propiciar que el turismo sea cada vez más respetuoso con el medioambiente, Casa Mediterráneo, presidida por Andrés Perelló, junto al ayuntamiento de Xábia, con su alcaldesa, Rosa Cardona a la cabeza, han promovido el “I Premio Internacional de Periodismo y Turismo Sostenible Ciudad de Xábia”, al que se presentaron más de una treintena de trabajos de varios países de la cuenca mediterránea.

El artículo ganador es “El último grito del Mediterráneo”, de Xavier Aldekoa y Laura Aragó, que forma parte de una serie de siete reportajes que lleva por nombre “RIP mare nostrum”. Para realizarlos visitaron las costas de Túnez, Líbano, Egipto, Grecia y España, documentando así el impacto del calentamiento global y la pesca masiva en las poblaciones de sus orillas.

El ayuntamiento de Xábia fue el escenario elegido para entregar este premio. Su alcaldesa se sumó a la preocupación por el medioambiente y por “dejar nuestro patrimonio natural a las siguientes generaciones”. De los 21 concejales de la corporación, acompañaron a la alcaldesa en esta entrega parte de su equipo, en concreto Mavi Pérez, concejal de Cultura y Fiestas; José Marcos Pons, concejal de Turismo; Enrique Escrivá, concejal de Personal y Participación Ciudadana; Fátima Jarjor, concejala de Servicios Sociales y Sanidad; Toni Molina, concejal de Deportes; Teresa Legay, concejala de Hacienda y Juanlu Cardona, concejal de Dinamización Económica y Medio Ambiente.  

También la oposición quiso apoyar esta iniciativa, y la entrega contó con la presencia de Rita Berruti y Kika Mata, concejalas del PSPV; y Carme Catalá, portavoz de Compromís.

El reportaje ganador supone un exhaustivo y completo análisis de los problemas principales del Mediterráneo, uno de los más amenazados del planeta, utilizando fuentes científicas y consultando los problemas a los que se enfrenta la población en seis lugares diferentes de sus costas. Con la ayuda de fotografías, videos, infografías y gráficos, los autores señalan el cambio climático, la sobrepesca, la contaminación, el sobrecalentamiento del agua o la pesca fantasma como los principales desafíos a los que tiene que enfrentarse el Mediterráneo.

“Parecía que la crisis climática era algo del futuro, pero ya la tenemos que conjugar en presente, ya está aquí y lo demuestran muchos hechos, como los veranos tan calurosos, los inviernos suaves, el calentamiento del Mediterráneo o la falta de lluvias”, explicó Xavier Aldekoa.

“El Mediterráneo no tiene fronteras. Si se arrojan plásticos al mar, por ejemplo en Grecia, esos plásticos, antes o después llegarán a España. Lo mismo pasa con las especies invasivas. En el Líbano tienen un gran problema con el pez león, que entró por el canal de Suez, proveniente del Mar Rojo. Esta especie arrasa literalmente con la pesca de la zona por su hambre voraz, y los estudios demuestran que cada vez está ampliando su zona de desarrollo. Y no es fácil luchar contra él. De hecho, este pescado apareció hace treinta años en el golfo de México y después de probar hasta con tiburones para ver si reducían su presencia, lo que hicieron es pescarlo y que apareciera en las cartas de los restaurantes. El hombre se ha convertido en su depredador”, asegura Laura Aragó, experta en datos y clima.

¿Soluciones? “Lo primero, voluntad política, porque en las cumbres por el clima de los últimos veinte años se habla de los mismos problemas y no se avanza. Y lo más urgente, reducir drásticamente las emisiones de CO2 que son las que provocan el calentamiento global que desencadena otros importantes problemas climáticos. Y no hablo ya de bajar la producción o las formas de consumo, que también, sino de dejar de hacer locuras como que pescados cogidos en Chile se lleven a China para congelarlos y terminen en un pueblo de Nigeria para su venta. Y eso pasa”, aseguró con contundencia Xavier Aldekoa, reportero en África hace más de veinte años.

Pero terminemos con optimismo. Sensibilicemos, ya no tanto por la cantidad de lo que podamos ahorrar de agua o reciclar, sino para que los jóvenes, que serán los líderes del futuro, tomen decisiones que defiendan los ecosistemas que nos permiten sobrevivir.

Una última cosa… ¿a qué sabrá el pez león? Espero que esté bueno, porque viendo el panorama, ¡a saber si dentro de poco se convierte en un ingrediente del arroz del señoret!