Polémica decisión

Biden desata una oleada de indignación con su proyecto petrolero en el Ártico

El presidente de EE UU incumple sus promesas y autoriza la extracción de crudo en plena carrera por la descarbonización

Biden desata una oleada de indignación con su proyecto petrolero en el Ártico

Biden desata una oleada de indignación con su proyecto petrolero en el Ártico / Livescience

Joan Lluís Ferrer

Joan Lluís Ferrer

Mayúscula decepción. Esta es la sensación que expresan los movimientos conservacionistas y de protección del clima a lo largo y ancho del planeta después de la decisión del presidente de EEUU, Joe Biden, de autorizar el proyecto de extracción petrolera Willow, de la compañía ConocoPhillips, que permitirá sacar 600 millones de barriles de crudo en los próximos 30 años. El proyecto se ubica en una zona virgen del norte de Alaska, en pleno Ártico y en un territorio indígena cuyos habitantes habían expresado reiteradamente su oposición al proyecto, y de hecho, confiaban en que las promesas hechas por Biden lo mantendrían archivado. No ha sido así.

Cuando Joe Biden se presentó a las elecciones en 2020, una de sus frases de campaña fue: “No habrá más perforaciones petroleras en terrenos federales, y punto”. Han bastado tres años para olvidarse de esta promesa y dar el visto bueno a Willow, un proyecto especialmente sangrante por dónde su ubica, pero también porque da aún más alas a la industria petrolera, en vez de ir recortando sus actividades.

Instalaciones de ConocoPhillips en el Ártico

Instalaciones de ConocoPhillips en el Ártico / Conoco

El impacto sobre el terreno será notable: más de 200 pozos petrolíferos, kilómetros y kilómetros de tuberías, un aeropuerto, plantas de procesamiento y otras instalaciones industriales en medio de la nada. Y todo ello, además, en el corazón de la región del planeta que más rápidamente se está calentando: el Ártico, donde todas las alarmas están encendidas por parte de los científicos.

No es extraño, en estas condiciones, que expertos y conservacionistas se hayan llevado las manos a la cabeza. Pero también lo han hechos algunos dirigentes demócratas, que se sienten directamente traicionados.

“El trampolín hacia un mayor desarrollo en la zona”

Nada más tomarse la decisión, este martes, seis grupos conservacionistas norteamericanos, empezando por la Alaska Wilderness League o el poderoso Sierra Club, han presentado una demanda, al considerar que este proyecto “puede ser el trampolín hacia un mayor desarrollo en una región ecológicamente sensible”, informa la agencia Reuters.

“La Administración Biden no ha escuchado a la ciencia, ni las voces de los líderes indígenas de la región y de millones de personas en todo Estados Unidos que han abogado por la protección de la calidad del aire, los recursos naturales y el clima global mediante su rechazo a Willow”, afirmó el portavoz de The Wilderness Society, Karlin Itchoak.

Ubicación del proyecto

Ubicación del proyecto / Kevin Powell/Anchorage Daily News

Al margen de ello, también el bufete de abogados ambientales Earthjustice ha anunciado presentará su propia demanda.

Greenpeace, Fridays for Future, Sunrise Movement o Climate Justice Alliance son otras de las entidades que han expresado su indignación. El gobierno de EEUU “se ha basado en análisis precipitados y deficientes para evaluar los impactos que el gigantes proyecto de ConocoPhillips tendrá sobre las comunidades locales, la tierra, el agua y los animales del Ártico, así como sobre el clima mundial”, afirmó Greenpeace.

El proyecto, que el promotor pretendía que aún fuera más grande, supondrá una inversión de 7.000 millones de dólares y, según la empresa, generará 2.500 empleos y unos ingresos de entre 8.000 y 17.000 millones de dólares para las arcas federales.

Según el Gobierno y la empresa, no puede realizarse una desconexión total con las energías fósiles si se quiere garantizar el normal funcionamiento de la economías y las infraestructuras públicas.

Biden intenta sofocar las protestas

La Administración de Biden, para sofocar las protestas, ha explicado que ha recortado las pretensiones de la petrolera y ha anunciado la protección adicional de 1,2 milones de hectáreas del mar de Beaufort, en el Océano Ártico, que quedarán para siempre fuera de los límites de perforación de petróleo y gas.

La Casa Blanca, en un comunicado, afirma que con estas acciones Biden cumple con su agenda climática, “la más agresiva de la historia de Estados Unidos”. El país, según el gobierno, “se ha convertido en un imán para la fabricación de energías renovables” y alude a las inversiones “récord” realizadas en esta materia.

El Ártico se calienta por encima de la media mundial

El Ártico se calienta por encima de la media mundial / Ibtimes

Biden también ha asegurado que sus decisiones ayudarán a reducir el precio de la energía y de la inflación.

Sin embargo, los ecologistas consideran todo este “un simple lavado de cara verde”, y, en todo caso, afirman que el futuro del planeta está por encima de coyunturas económicas de un país o de un momento determinado.

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Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es