Jonan Wiergo , ex concursantes de Supervivientes, concendió hace ya un tiempo una entrevista al programa 'Somos kapra' donde habló como nunca antes sobre su paso por el reality de Telecinco.

El exconcursante comenzó la charla destapando una realidad que muy pocos se imaginaba sobre el concurso y lo que supuestamente ocurre cuando se apagan las cámaras. "Una vez a uno le dieron una mariscada de la hostia. Y, de hecho, nos cabreamos todos porque dijimos: "cabrón, cómo le estás dando una mariscada a alguien y a los demás no les estás dando nada'", desveló.

"Como máximo te dan tres sobres de oreo al día o algo así", añadió. "También de lo que tu cuerpo necesite y a veces también sándwiches. A mí me dieron un paquete de chuches veganas", contó para sorpresa del presentador.

"¿Y allí en la Palapa venden de eso?", quiso saber el conductor. "Justo al lado. Además, es muy fuerte, porque el primer día que entré en la Palapa dije: ‘¿cómo es posible que esté esto aquí chaval’? Pero la Palapa tú la ves tipo carpa y tú te crees que vas a entrar en el campo, en el bosque, ahí en mitad de la isla y es que, justo al lado, hay uno vendiendo por ejemplo mazorcas. Y al terminar cada Palapa una mazorca para cada uno", reveló.

@somoskapra MOVIDITAS DETRÁS DE CÁMARAS EN SUPERVIVIENTES 🙄🏝️ @Jonan “Una vez le dieron a uno una mariscada de la hostia” 🦐 #jonan #supervivientes #hambre #sobrevivir #comida #detrásdecámaras #kapradiner ♬ Hard News - DM Production

La realidad tras la broma

Lo cierto es que esas primeras confesiones eran parte de una broma. Después contó la verdad sobre lo que viven realmente en uno de los concursos más extremos de la televisión. "La gente por la calle dice que dan de comer a escondidas. ¿Qué te van a dar?", desmintió.

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"Los que pescaban comían peces y arroz y luego tenías siete latas al día para 18 personas. Yo intenté comer algas y el doctor me dijo que no", confesó. "Se te pasa por la cabeza comerte a un cámara. Había una cámara que me caía mal y por las mañanas decía: ‘te pego un bocado que te dejo seca'", bromeó

"La cosa es que estaban todos como muy deshumanizados. Ningún cámara te puede mirar, no te pueden hacer gestos y no puedes mantener una mirada fija porque te echan la bronca. No puedes tener contacto con ellos, pero había alguna cabrona… Porque yo tenía una cuchilla y me cortaba el pelo por los lados y me decían que no podía, pero yo lo hacía para por lo menos ir mono a la Palapa" confesó.