20.000 especies de abejas: la importancia de nombrarse en la colmena

Las protagonistas de la película de Estibaliz Urresola Solaguren buscan la paz, para ellos mismos y para los suyos. Exactamente como ocurre en la vida pasa en el cine gracias al film

20.000 especies de abejas

20.000 especies de abejas

Carmen Tomàs

Carmen Tomàs

[object Object]

Dirección: Estibaliz Urresola Solaguren

Intérpretes:  Sofía Otero, Patricia López Arnaiz, Ane Gabaraín, Itziar Lazkano, Martxelo Rubio, Sara Cózar, Miguel Garcés, Unax Hayden, Andere Garabieta

Año: 2023

Estreno: 21 de abril de 2023

★★★★  

La teoría y la práctica; la fe y la realidad material. 20.000 especies de abejas, película de Estibaliz Urresola Solaguren, explora algo que va más allá del discurso político y nos transporta a un lugar donde la cotidianidad y la familia están en el centro.

En un momento donde son protagonistas el ruido en torno a la Ley Trans, la falta de comunicación sana entre movimiento feminista y LGTB, o la incapacidad del Ministerio de Igualdad a reconocer o negociar posibles errores, la película de Urresola da la oportunidad a la reflexión, a empatizar, emocionarse y acompañar a Lucía en su viaje de autoreconocimiento, donde escuchar es lo único importante. Aquí no hay insultos, malentendidos ni la violencia de Twitter, tampoco la inquina por el reconocimiento y la batuta de la razón; los personajes buscan la paz, para ellos mismos y para los suyos. Exactamente como ocurre en la vida pasa en el cine gracias a esta película.

En 20,000 especies de abejas se disfruta de la belleza de las raíces, del entorno que nos protege (aunque no todos protegen, desgraciadamente, y cabe recalcarlo) y protegemos; el vínculo con la tierra, con la familia y la necesidad de expresarnos dentro de estos ambientes con la misma libertad con la que nos expresamos cuando estamos a solas. Ha sido esta la lucha principal del movimiento LGTB desde siempre: la tranquilidad y un espacio donde no tengamos que omitirnos.

La capacidad de profundizar en el discurso sin caer en el victimismo ni en la instrumentalización de los perfiles que forman parte del relato es de agradecer en mitad de tanta turbulencia social. Se trata de una suerte de bildungsroman donde la protagonista florece, paradójicamente, tras quemar su nombre una noche de San Juan... metáfora que entendemos también donde no llueve durante el solsticio de verano.

20.000 especies de abejas

20.000 especies de abejas

Las imágenes y el paisaje acompañan al relato y agilizan las más de dos horas de metraje; la casa, el río, las abejas. La madre, la abuela, la tía.

Y es que la historia de Lucía (papel que le ha valido a Sofía Otero un Oso de Plata en la Berlinale) son, al final, muchas historias: es la misma que la de Ane (la madre de “Cocó”, una Patricia López Arnaiz que firma aquí una interpretación brutal) que, férreamente comprometida con el feminismo, trata de alejar a sus hijos de los roles machistas asignados socialmente a unos y a otros. Y esto último, sobre todo, para alejarlos de aquello que la ahoga de la abuela Lita (Itziar Lazkano), una mujer que, con todo, reconoce que “para Dios todos somos perfectos”.

Y sobre todo es también la vida silenciada de la tía Lourdes (Ane Gabaraín), que entiende y le enseña a la protagonista el secreto para dar tres golpes antes de anunciarse a las abejas; la importancia de nombrarse dentro de la colmena.

Ojalá más allá de las salas se pudiera hablar con la calma de ese zumbido, sin las interrupciones de los déspotas ni el oportunismo de los que aprovechan la discusión para dinamitar derechos.