El estallido de los precios del alquiler, consecuencias y soluciones 

Ofertas en el escaparate de una inmobiliaria de la provincia de Alicante.

Ofertas en el escaparate de una inmobiliaria de la provincia de Alicante. / ANTONIO AMOROS

José Joaquín Belda

José Joaquín Belda

 Efectivamente las desastrosas políticas de vivienda que se vienen realizando posteriormente al anterior desastre de la burbuja inmobiliaria, no ha hecho más que reproducir la misma situación de diferente forma, volcando al alquiler principalmente este autentico salvaje desastre.

Hacer solo políticas nefastas en los planes y ley de vivienda solo traen estas dramáticas situaciones, que cada vez, venimos denunciándolo en Información desde hace muchos años se acrecientan hasta convertir el mayor problema ciudadano sin solucionar. Por mucho crecimiento del empleo y subida del SMI, que se realice, si esta espiral, no se sabe o no se quiere solucionar, lo que cada vez agudiza y mucho su salida normalizada.

 La causa principal, ha sido y es, el rechazo político a reajustar la política social de acceso a la vivienda, principalmente en compra VPT, modelo que se encuentra abandonado por completo y ha sido y es el camino más real para regular precios y accesos tanto en alquiler como en compra.

 En la actualidad estás pérrimas políticas solo favorecen a los pequeños inversores muy adiestrados, que pululan por todos los sitios comprando, acaparando y reformando viviendas para ponerlas en el mercado caliente del alquiler, ya que al no existir ni facilitar  a los consumidores el acceso directo en compra social, toda la demanda se encuentra volcada en este gran negocio del alquilar, con el consiguiente sobrecalentamiento.

 Creándose así la mayor burbuja de precios de alquiler conocida en la historia, y lo que queda, sin que nadie de palo al agua adecuadamente con sentido común y lógica, a pesar de que todas las encuestas del CIS hasta un 82% y otras, denuncian y hacen ver que en buena lógica el ciudadano , desearía tener una vivienda social estable, y más pensando en el ahorro y la vejez, que no estar sujeto a los designios de la eventualidad del hogar en alquiler sujeto a todos los peligros que estamos viendo, mirando para otro lado.

 Soluciones existen, entre ellas como indico, volviendo a la VPT, actualizada, con herramientas reguladora de los precios, facilitando accesos sociales. Reduciendo o eliminando de una vez el ITP, y el IVA, para el acceso social a jóvenes, familias numerosas, etc.  (tanta propaganda del PP, para eliminar otros impuestos sobre la riqueza y el patrimonio que apenas casi nadie demanda, ¿y estos qué?).

Así como poniendo en el mercado las modalidades hipotecarias blindadas existentes , que soportarían y solucionarían, la brutal subida de los tipos de interés, con elevación de cuotas inasumibles, que serían aplazadas sin detrimento financiero,  pero no pondrían a los hipotecados en manos de las entidades bancarias que hacen su pleno Agosto, forzando a la gente a solicitar y agotar tarjetas de crédito, que atrapan aún más a estos, obteniendo suculentos y escandalosos beneficios como son públicos, a pesar del impuesto a la banca que no soluciona nada y al contrario lo agudiza, con las estrategias bancarias. Sin actuar eficazmente en ello la política del avestruz.

Siquiera que menos que obligando y forzando a la entidad con mayor capital público como lo es CaixaBank y el ICO a desarrollar políticas de hipoteca social, y banca pública. Como en su día lo hizo, el grupo público Argentaria, totalmente destruido en manos privadas.

  Con ello se dinamizaría el mercado, se construiría más, se aumentaría la demanda y esta se repartiría, en todas las opciones incluyendo la opción de compra.  Por supuesto ello lleva consigo una nueva regulación y control del desarrollo del suelo, para que este no sea acaparado por las grandes promotoras y fondos de inversión, que aprovechen la que se avecina para elevar los precios del suelo y de las viviendas, creando de nuevo otra burbuja de precios.

Sobre todo, una vez casi eliminados los pequeños promotores de obras y edificios, que tendrían que volver a nacer de los actuales, pequeños inversores reformadores, que existen por doquier, generados al olor del negocio del fatal funcionamiento de las políticas sociales de vivienda, que acaparan el mercado y precios del alquiler.

En definitiva, de mal en peor las políticas de vivienda y sin visos de preocuparse realmente de ello, poniendo y buscando a los mejores expertos en la materia de todo tipo, a trabajar en solucionar este gran problema creado absurda e inexplicablemente fruto de la inoperancia política de seguir mirando para otro lado mientras estalla.