Orihuela y sus Fuerzas de Seguridad

Vista aérea de Orihuela.

Vista aérea de Orihuela. / TONY SEVILLA

Antonio Colomina Riquelme

Antonio Colomina Riquelme

  Al comienzo de la década de los 60, empezó Orihuela, como ciudad, a despertar de su letargo; sus ciudadanos tomaron conciencia de que tenían un río que cuidar, una universidad que restaurar, unos monumentos que conservar y también, cómo no, una seguridad ciudadana que mejorar.

En mi juventud, los encargados del mantenimiento del orden público en la ciudad eran los llamados entonces “municipales” (hoy Cuerpo de Policía Local), que tenían su Retén en un piso frente a la iglesia de Santa Justa (junto al Juzgado), y el Cuerpo de la Guardia Civil, cuya cabecera de Compañía radicaba en Orihuela al mando de un capitán.

La Guardia Civil se ubicaba en unas viejísimas dependencias en la desaparecida Casa del Paso, sita en la calle del Río de nuestra ciudad. Era claro que aquellas instalaciones no reunían las condiciones debidas para la función que desempeñaba la benemérita, por lo que se construyó un nuevo acuartelamiento en el Plano del Cuartel de la barriada de San Isidro.

Fue un gran logro para este cuerpo policial y para Orihuela en su conjunto, por fin sus miembros disponían de una Casa Cuartel moderna y funcional, con dependencias adecuadas y viviendas para sus componentes, pudiendo prestar un servicio de calidad a los oriolanos.

Con la llegada de los años 70, Orihuela seguía creciendo, el boom de la construcción hizo que sus barrios se fueran configurando y creando nuevos núcleos de población; la ciudad, por fin, se desperezaba y, junto al incremento demográfico, llegaron las inquietudes ciudadanas: participación en política, fiestas de moros y cristianos, nuevas empresas, etcétera.

Al final de la década de los 70, el entonces Ministro del Interior don Rodolfo Martín Villa, con muy buen criterio y visión de futuro, promulgò una ley por la cual se creaban plantillas de los Cuerpos Superior de Policía y de Policía Armada en todas las ciudades españolas de más de veinte mil habitantes. (Hasta entonces, dichas instituciones sólo tenían sus sedes en las capitales); Orihuela, como no podía ser de otra manera, estuvo entre esas localidades, implantándose una Comisaría local y un acuartelamiento del Cuerpo de Policía Armada.

Como quiera que la urgencia en alojar a los efectivos de ambos cuerpos no daba lugar a nuevas construcciones inmediatas, tuvieron que amoldar sus dependencias provisionalmente en edificios muy viejos y deprimidos, quedando la Comisaría Local instalada en la calle Alfonso XIII (bajos de la antigua biblioteca), y el acuartelamiento en la calle Sol (antiguo depósito carcelario de la Mancebería).

A partir de entonces, Orihuela organizaba su seguridad ciudadana como cualquier ciudad importante, con los cuerpos policiales precisos.

Con la llegada de la Ley de Fuerzas y Cuerpos de la Seguridad del Estado de 1986, se unificaron el antiguo Cuerpo de Policía Armada, cuyo nombre había cambiado anteriormente al de Cuerpo de Policía Nacional, con el Cuerpo Superior de Policía, quedando una sola corporación denominada Cuerpo Nacional de Policía.

Los efectivos del actual Cuerpo Nacional de Policía no podían continuar trabajando en las condiciones que lo hacían, y Orihuela tampoco podía permitir que sus Fuerzas de Seguridad no tuviesen un alojamiento digno, por tanto se construyó en los terrenos que habitaban en la calle Sol, una moderna y extraordinaria Comisaría Local, con todos los adelantos del momento.

Al día de hoy podemos decir que, Orihuela tiene unos servicios de seguridad valiosos, tanto el Cuerpo Nacional de Policía, como la Guardia Civil y la Policía Local, disponen de buenos alojamientos y dan un extraordinario servicio a los oriolanos; éstos, corresponden apreciando y respetando a sus Fuerzas de Seguridad.