Somos capital europea. ¿Nos lo creemos?

Somos capital europea. ¿Nos lo creemos?

Somos capital europea. ¿Nos lo creemos? / INFORMACIÓN

Javier Mondéjar

Javier Mondéjar

La Oficina Europea de Alicante tiene un mal nombre y sin un buen titular ustedes no se leen las 800 palabras que vienen después. Ni de coña. A nadie se le ocurre que pueda gozar de prestigio y predicamento a nivel de calle algo que se denomina Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea o en siglas EUIPO. El Sr. Joao Negrão, el nuevo director ejecutivo, que tan buena predisposición tiene, debería encontrar algún apodo chulo. Que se llame oficialmente como quiera pero que tenga un nombre popular que la acerque al ciudadano corriente. 

La gente normal no sabe que Alicante es una de las escasísimas sedes europeas con oficina autónoma, es decir, que se financia de sus ingresos y no cuesta un duro al ciudadano. Pero es que además el impacto de la Agencia en la economía alicantina supera los 400 millones de euros y su presupuesto ronda los 455 millones, lo que la sitúa como una de las empresas más importantes de la provincia. No es moco de pavo que los 600 funcionarios europeos (los que no lo son cobran mucho menos) reciban unos sueldazos de aúpa, que no se los cuento para que no se depriman, ya me deprimo bastante yo. No olvidar que parte de esas ingentes cantidades se quedan en Alicante en alquileres, tiendas y demás gastos. 

En Europa, Alicante se conoce y se reconoce. Hay multitud de funcionarios europeos locos porque les destinen aquí. Mantiene Negrão que los funcionarios europeos se sienten y actúan como auténticos alicantinos y son embajadores de la provincia por donde van, porque les encanta vivir en Alicante. 

El cainismo alicantino (otros lo llaman menfotismo) no da importancia a una realidad que haría darse palmas con las orejas a cualquier ciudad o provincia europea. Es curioso que vivamos de espaldas a una realidad y una imagen que es impresionante. Pero la EUIPO es un ejemplo, hay otras características nuestras que, o no se conocen o se desprecian. Bien es verdad que tampoco hemos tenido políticos que nos pusieran en valor. Quizá la cosa pueda cambiar ahora, porque si de algo sabe Mazón es de esto y de ello doy fe. Falta que se ponga, a ver si hay suerte y le dejan.

Conozco hace muchísimos años al ex rector de la Universidad de Alicante, Andrés Pedreño, una de esas glorias patrias de las que muchos recuerdan sólo su famoso enfrentamiento con Zaplana por mor del protocolo.

Pedreño fue el cerebro pensante de aquel Plan Estratégico que elaboramos en la Cámara de Comercio (no confundir con la de ahora, cualquier parecido es pura coincidencia excepto el nombre), cuando era presidente Valenzuela, y éste que firma coordinaba, junto con Andrés, el proyecto. Es de las cosas de las que más orgulloso me siento en mi carrera, así que disculpen mi inmodestia. En todo caso Pedreño era el cerebro y yo un humilde fontanero, no se vayan a pensar, y al lado había un equipo maravilloso encabezado, casualidades de la vida, por dos Carmen Pastor, una en la Cámara y otra en la Universidad.  

Tras el paréntesis publicitario, venía a decir que lo que puso negro sobre blanco el Plan Estratégico Alicante 2020, era que nuestra provincia reunía en pocos kilómetros una serie de condiciones extraordinarias para ser colosos en la Nueva Economía que requiere atraer talento: soberbias comunicaciones por AVE y un aeropuerto internacional puntero, dos universidades en su entorno, un parque empresarial de ensueño, la Agencia Europea, multitud de startups, un clima privilegiado, unas condiciones naturales espectaculares y, muy fundamental, un tejido empresarial moderno y adaptado a los cambios de los mercados. En resumidas cuentas, era el eje Alicante-Elche un núcleo clave, pero también el del conjunto de la provincia desde el punto de vista turístico, agrícola y de especializaciones industriales diferentes con centro en ciudades y pueblos de todas las comarcas.  

Nos falta creérnoslo y también un poder público que lo publicite y fomente. No creo que Málaga reúna más condiciones que Alicante pero ahí están una y otra: la andaluza mimada por el Estado y su autonomía y la nuestra, ¿qué les voy a contar?

No se crea Doña Isolina o Don Pancracio que no es culpa suya, porque también les toca. Vale que no hayamos tenido políticos arrolladores, pero ustedes han votado a una pandilla de iletrados y no se han rebelado lo suficiente contra sus desmanes. Llevamos treinta años en los que la provincia baja y baja mientras otras suben y suben. Paseen por Valencia o vayan a comer a Murcia, que están muy cerca. 

En Alicante no hemos valorado lo que tenemos y lo que otros consiguieron para nosotros. Que la OAMI, ahora EUIPO, se implantara en Alicante tiene nombres y apellidos muy olvidados, me temo. Como de bien nacidos es ser agradecidos pongo sobre la mesa el nombre de Juan Ignacio Moltó, secretario de Estado de Industria en el último gobierno de Felipe González. Él fue el artífice, junto con otros, hay unos cuantos nombres significados, que se movieron en la sombra para conseguir un pastel que querían casi todas las ciudades españolas. Es historia que no recordamos y debería aprenderse en las escuelas, cualquier día igual la escribo. 

Hace unas semanas Negrão pedía que los alicantinos aportemos ideas para fomentar la Agencia. Las mías, desde luego, están a su disposición, no tiene más que pedirlo. Además, me cayó muy bien a primera vista, algo que no es habitual en un misántropo como yo.