Para que el trabajo deje de ser un castigo

Cambios de salario con la nueva jornada laboral: cómo y cuando afectará a los trabajadores

PI STUDIO

Antonio Cuevas

Antonio Cuevas

Para que el trabajo deje de ser un castigo. Sumar, pactada con el PSOE, presentó al Congreso de los Diputados (y las diputadas), una proposición de ley para que el año que viene la jornada laboral de 40 horas disminuya a 38,5 horas. Se trataría de una auténtica revolución, un tanto silenciosa, un cambio muy significativo en la economía, pero también en las costumbres sociales. Este cambio puede afectar a once millones de trabajadores, más del 80% del sector privado y esto no significaría una disminución de los salarios. El proyecto contempla llegar a las 32 horas y cuatro días de trabajo por semana.

Todo tiempo pasado fue... peor. El inicio de la lucha por las ocho horas, que se transformó en un movimiento internacional, nació en Chicago y fue dramático. Era 1886 y por lo sucedido se celebra actualmente el Día Mundial de los Trabajadores (no del trabajo). A las manifestaciones de los sindicatos la respuesta de las autoridades fue brutal. Ocho trabajadores fueron condenados a prisión, cuatro a la horca y un quinto se suicidó dejando escrita una frase que no debe ser olvidada: "La voz que van a sofocar será más potente, será más poderosa en el futuro, que cuantas palabras pudiera yo decir ahora". Pedían ocho horas de trabajo, ocho de sueño y ocho para la casa. Para la casa, no se hablaba de ocio.

Los Mártires de Chicago, sus nombres y apellidos, profesión: Georce (tipógrafo), Adolph Fischer (periodista), Samuel Fielden (obrero textil), Albert Pardons (periodista), Lougis Lingg (carpintero), Michael Sehwsba (tipógrafo), August Spies (periodista) Oscar Neebs (vendedor).