EL TELEADICTO

333 veces más

Un instante del rodaje de 'La sociedad de la nieve'.

Un instante del rodaje de 'La sociedad de la nieve'. / NETFLIX

Antonio Sempere

Antonio Sempere

Se han publicado muy alegremente cifras acerca de La sociedad de la nieveque he leído con estupor. Se dice que la película ha sido vista gracias a las plataformas por 150 millones de espectadores en todo el mundo. Quienes han hecho cuentas en el mundo de la industria, ufanos, sacan pecho y afirman que La sociedad de la nieve ha sido vista 333 veces más en la plataforma Netflix que en pantalla grande. Yo les contesto: «padre, perdónales, porque no saben lo que dicen».

Naturalmente que Juan Antonio Bayona tuvo que recurrir a una plataforma para rodar la película como él quería rodarla, alcanzando un presupuesto gigantesco. Pero como él mismo ha defendido con uñas y dientes, es una obra que hay que visionar en el cine. Predicando con el ejemplo, acompañó al público en pases durante los últimos meses. Porque en este caso poco tiene que asistir a esta película en salas de última generación con verla en casa, entre visitas al baño y miradas al «guasap».

Hablando por mí, la diferencia entre ver La sociedad de la nieve el día del estreno nacional en Kinépolis a hacerlo en casa fue abismal. Al tratarse de una inmersión audiovisual en donde el tratamiento del sonido (ruido y silencio) y la luz son tan importantes, la vivencia experiencial cambia radicalmente.

Pasas de mirarte la hora a no mirarla. De llorar a no llorar y de estremecerte a no hacerlo. De empatizar a no empatizar con los héroes de los Andes. De atreverte a compararla con las dos películas anteriores sobre este tema a darte cuenta que Bayona ha dado más lejos, brindando un homenaje, casi oración laica, donde vivos y muertos conforman un todo, una sociedad insólita.