Opinión | Tribuna

Susi Gómez

De zona de amortiguamiento del Palmeral a solar edificable

Parte del Palmeral de Elche

Parte del Palmeral de Elche / INFORMACION

Hace unos años nos debatíamos para acabar con las edificaciones y ajardinamientos dentro de los huertos de nuestro Palmeral, que trajeron como consecuencia la degradación de una parte importante del mismo. Conseguimos, tras mucho insistir y cuatro largos años de tramitación, una nueva Ley de Protección y Promoción del Palmeral, que vio la luz en 2021, encaminada a evitar estos desmanes.

Pero cuando parecía que se había acabado por fin con la urbanización del Palmeral histórico, nos enfrentamos a un nuevo asalto. Con el argumento de «es que no vamos a tocar los huertos» ahora el ataque es contra la zona de amortiguamiento de los mismos, que, aunque pretendan obviarlo, ha sido declarada también Bien de Interés Cultural (BIC) por la Ley de Protección y Promoción del Palmeral de 2021.

 El alcalde, Pablo Ruz, decía, semanas atrás, que la Ley del Palmeral hay que cambiarla porque «es una ley absurda». Ahora se está sabiendo por qué, molesta para hacer con el Palmeral lo que siempre se ha hecho, pensar más en el ladrillo que en otra cosa. No se acepta que el Palmeral de Elche es, desde el año 2000, Patrimonio de la Humanidad y que, desde noviembre de 2021, la nueva Ley del Palmeral protege mejor que la anterior nuestros huertos de palmeras y sus zonas de amortiguamiento o entornos de protección. Parece que el Ayuntamiento no se ha dado cuenta, o no quiere darse cuenta, de que las cosas han cambiado. 

Desde Volem Palmerar asistimos, muy preocupados, a los continuos anuncios que, por parte del Ayuntamiento, se están haciendo para ubicar edificios de diferentes usos, 950 viviendas, un geriátrico, un centro de congresos y un conservatorio en dichos espacios. Y esto vale tanto para el actual equipo de gobierno como para el anterior. Elche es muy grande, 300 km² de un inmenso territorio y, por suerte, dispone de grandes espacios para ubicar en ellos desarrollos urbanísticos de gran capacidad y todo tipo de dotaciones e instalaciones públicas y privadas. Cumplan con su obligación, gestionen suelo para las necesidades de desarrollo de la ciudad; no hace falta que se tengan que instalar en espacios que están destinados a la protección del Palmeral que es una mínima parte, un 3%, de su superficie. Todos sabemos que son espacios muy atractivos y céntricos, que la especulación urbanística es muy tentadora y que ojalá no estuvieran ocupados por el Palmeral histórico y su zona de protección.

Parece que se haya abierto la veda para aprovechar hasta el último metro cuadrado de su zona de amortiguamiento. Y el actual Ayuntamiento habla entusiasmado de estos proyectos de ocupación urbanística de dichos espacios: la defensa de la construcción de casi mil viviendas en la zona de El Arsenal, basada en cuestionables criterios que dicen que no eran de aplicación ni las determinaciones de la Unesco, ni la nueva Ley del Palmeral, ni la Ley de Patrimonio Cultural de 1998, donde se especifican los usos en los BIC que ya eran entonces; dice muy poco del interés que debía anteponer para defender la no afección a una zona tan cerca de tres huertos históricos y que, además, tiene un indudable valor arqueológico.

Pero también tenemos en la mesa el proyecto de un geriátrico privado en la antigua Hiladora, el de un Palacio de Congresos en avenida de la Universidad / Camí de la Bassa del Moro y el que acaba de anunciarse del nuevo Conservatorio en Candalix, todos ellos en zona de protección.

Más que zona de amortiguamiento parece que acabarán siendo zonas de amurallamiento, porque los huertos quedarán rodeados de edificaciones.

En este caso hay que elegir. Es insostenible querer seguir siendo Patrimonio de la Humanidad y otorgar licencias de edificación en sus zonas de amortiguamiento. El Ayuntamiento tiene que decidir. Pablo Ruz debe posicionarse. Si solicita renunciar a todas las declaraciones y reconocimientos que el Palmeral tiene (Patrimonio Humanidad, Ley del Palmeral, BIC, etc.) podrá otorgar todas las licencias que hay sobre la mesa. De lo contrario debe evitarlo. Cueste lo que cueste. Al Palmeral se le reconoce protegible para que se le proteja, precisamente, no para que se aproveche su reconocimiento para rodearlo de edificaciones que impacten en el mismo.

El Palmeral no se merece esto y desde Volem Palmerar llamamos al Ayuntamiento a que reconsidere estos proyectos, que busque emplazamientos alternativos no agresivos con nuestros huertos Patrimonio de la Humanidad. Pedimos que se redacte y apruebe lo antes posible el Plan Especial de Protección del Palmeral, como requisito indispensable para cualquier actuación dentro del Bien y de su perímetro de protección. 

La Unesco nos está diciendo lo que desde el Ayuntamiento parece que no quieren ver. Que tenemos un Patrimonio de la Humanidad que hay que proteger y cuidar y hacerlo respetando su aspecto tradicional, con todas sus características históricas y sin permitir aprovechamientos urbanísticos que impacten negativamente en ellos, bien directamente o en sus entornos de protección que, como su nombre indica, están para servir de protección al bien que rodean.

Recapaciten, ya tuvimos hace tiempo una seria advertencia de la Unesco por un proyecto que atentaba contra el patrimonio mundial del Misteri d’Elx. No hagamos el ridículo perdiendo, esta vez sí, el patrimonio mundial del Palmeral.