Opinión | CINE CRÍTICA

Antipático esperpento

Antipático esperpento

Antipático esperpento / ANTONIOSEMPERE

Directora: Clara Bilbao.

Actores: Carmen Machi, Antonio de la Torre, Luis Tosar.

Duración: 93 minutos. 

Está claro que la actriz Carmen Machi llevó a Málaga la lección muy bien aprendida a la hora de promocionar esta inclasificable película. En la rueda de prensa explicó cómo la había sentido y vivido, como mujer de teatro que es, a la manera de un esperpento de Valle Inclán. Su intervención fue brillante y el encuentro con los medios, gracias al don de palabra de Clara Bilbao (durante 30 años diseñadora de vestuario, debutante como directora con esta obra) mucho más entretenido que el propio largometraje.

Porque lo peor de Tratamos demasiado bien a las mujeres, adaptación libre de la novela de Raymond Queneau (él la desarrollaba en la Irlanda de 1916, ahora la historia sucede a un grupo de maquis en el Valle de Arán de 1945) es que tiene un humor tan absurdo que el espectador puede quedarse con cara de póquer en cualquier momento.

Desde el propio cartel, desafortunado y feo como pocos, la película puede causar el efecto contrario al pretendido. Mi trabajo de campo de cada viernes consistente desde hace muchos años en asistir al primer pase del estreno español que toque para medir el número de asistentes, en el caso de la película que nos ocupa no pudo ser más elocuente: la proyección se inició con seis espectadores y acabó con tres. Seamos benevolentes y concedamos que alguno se hubiese equivocado de sala. Había motivos para huir. Para cuando llega el final con sorpresa, lo único que ansiamos es que aquello acabe como sea.

Por más que este título se haya apoyado desde varias instancias, es evidente el flaco favor que hacen a nuestra industria proyectos semejantes: pinchan en taquilla, le restan espectadores y dan la razón a quienes estigmatizan al cine español argumentando que todavía se ruedan películas subvencionadas sobre la guerra civil. Creo que los críticos tratamos demasiado bien al cine español. Por eso continúan ocurriendo estas cosas.