Opinión | EL TELEADICTO

El bronce de La 1

Elena Sánchez.

Elena Sánchez. / EP

Detrás de la polémica sobre el fichaje de David Broncano que costó el puesto a Elena Sánchez, presidenta de la Corporación de RTVE, sobrevuela la medalla de bronce de La 1, que como han vuelto a demostrar las cifras del mes de marzo que conocimos en las últimas horas, están muy lejos de las de Antena 3, que se lleva el oro y Telecinco, que se cuelga la plata.

En esta situación alguien con sentido común debería preguntarse si son tan importantes las audiencias en la televisión pública. Desde que cohabita con las privadas, los espectadores, ejerciendo su libertad, han elegido lo que quieren ver, y han demostrado que solamente pulsan al mando de La 1 mayoritariamente cuando ésta ofrece fútbol, como comprobaremos durante la próxima Eurocopa de junio. O cada noche que juega la selección española.

Por lo demás prefieren un concurso de baile en Telecinco con numerosas pausas publicitarias que otro en la pública carente de ellas. Así sucede en todos y cada uno de los programas de entretenimiento que la pública pone en antena, salvo en MasterChef, que por lo que sea cayó en gracia, y soporta incólume doce ediciones. Incluso Maestros de la costura sólo marca un 7%, lo que no compensa el enorme presupuesto que cuenta.

Un apartado especial lo conforman los servicios informativos de televisión. A pesar de ser los más completos, de contar con miles de trabajadores a su servicio y los únicos que tienen la delicadeza de dedicar un mínimo de dos piezas en cada edición de sus Telediarios a la sección de Cultura, cuentan con la mitad de espectadores (la mitad, no unos pocos menos) que los de Antena 3, desde hace una década. En este contexto, fichar a Broncano sería un error para La 1.