La desagradable experiencia de un vecino de Alicante en Las Cigarreras

El afectado ha narrado lo ocurrido en una carta a INFORMACIÓN, donde ha detallado el tenso momento que vivió con un responsable del centro cultural

Vista aérea del entorno de las Cigarreras

Vista aérea del entorno de las Cigarreras / RAFA ARJONES

Luis Gonzaga Cueto Alvarez

Hoy he tenido una desagradable experiencia. Trate de apuntarme a un taller que se impartía en Las Cigarreras, llamado Piano Day, este sábado pasado. Cuando trate de inscribirme me contestaron que las plazas estaban ocupadas. Que en el caso de quedar alguna libre me avisarían. Como esto no sucedió, me acerqué a la hora prevista, 12 de la mañana, para ver si tenía posibilidades de entrar en el citado taller.

Hay una señorita tomando nota de los nombres de las personas que llegamos. No tienen una lista previa para saber quién tiene reserva y quién no. Ese sistema lo utilizan en las Cigarreras para la asistencia a conciertos de guitarra. Yo, ingenuamente, comento que he sido rechazado en primera instancia. A partir de ahí, lo que presencié no tiene desperdicio.. Una madre habla con la persona responsable del taller sobre el error de no estar apuntada por no concretar entre ellos quien inscribía a la niña. El señor que manejaba la asistencia le dice que no hay problema, que pasen las dos. La madre, viendo la escasez de plazas, se ofrece a quedarse ella fuera. El señor le insiste que entren las dos. La persona que está en la puerta apunta el nombre de ambas. Llegan otras dos personas que saludan efusivamente al señor que estaba al frente del taller. A continuación, la señorita de la puerta apunta de nuevo el nombre de estas dos personas recién llegadas. El señor responsable se marcha un momento al servicio y es cuando la señorita de la puerta viendo el “rigor” que se estaba empleando y por vergüenza ajena, me imagino, me pregunta mi nombre y me permite entrar en el taller. Cuando entra el señor responsable y me ve dentro, me echa de malos modos como si yo me hubiera colado, me dice que tengo que salir que está lleno y además está llegando gente sin parar. Creo que deberían ser más claros cuando proponen un taller. Si es para niños, con papás, mamás, o para amigos del director del taller. Así no perderíamos el tiempo los que no lo sabemos. Gracias a la persona que me dejó entrar. Espero que no tomen represalias. Tengan cuidado con la publicidad de eventos que luego no resulta ser lo que se anuncia. A ustedes también los engañaron.