Taxa turística

Turistas en la playa de Poniente de Benidorm.

Turistas en la playa de Poniente de Benidorm. / David Revenga

Ferran Gosàlbez i Gomis

▶Tasa Turística, por supuesto que sí. Los medios de comunicación se están haciendo eco de las dificultades de algunos ayuntamientos para cuadrar los presupuestos del ejercicio 2024. Algunos de ellos, municipios tan turísticos como Torrevieja, Santa Pola o Benidorm, que han de recurrir al incremento del IBI, de la tasa de basuras o de ocupación de vía pública para compensar el déficit de ingresos. Casualmente, algunos de ellos son contrarios a la implantación de la tasa turística. Acabo de regresar de un viaje por Italia. En las tres ciudades que he visitado, todas con turismo masivo, se cobra una tasa turística a los visitantes, que por cierto es un tributo que va directamente a las arcas municipales y ayuda a cuadrar los presupuestos. En Milán, he abonado 1 euro por cada estrella de la categoría del hotel, por persona y día de pernoctación; tres días, dos personas en hotel de tres estrellas, 18 euros en total. En Verona, he abonado 1,5 euro por persona y pernoctación, en hotel de dos estrellas; tres días dos personas: 9,00 euros. En Bolonia, he abonado 4 euros por persona y pernoctación, en hotel de tres estrellas; tres días dos personas: 24 euros. El cobro de ese impuesto municipal no es obstáculo para viajar y conocer otras ciudades, otras culturas y otras formas de vivir. Lo que parece absurdo es la resistencia del gobierno actual de la Generalitat Valenciana, ayuntamientos y organizaciones empresariales, a la implantación de la tasa turística en la Comunitat Valenciana, argumentando que reduciría la afluencia turística. La experiencia demuestra lo contrario, tanto en España como en el resto de Europa. Tenemos ejemplos cercanos en Cataluña, con un impuesto turístico desde 3,25 € a 6,25 € por día de estancia, para Barcelona, y desde 1,00 € a 3,00 € para el resto de la comunidad autónoma; o Baleares, con un impuesto turístico desde 1,00 € hasta 4,00 €/día. Precisamente, se trata de comunidades autónomas que están sufriendo un proceso escandaloso de gentrificación como consecuencia de la masiva afluencia turística en sus ciudades y pueblos. Una de dos: los valencianos y valencianas somos los más quijotes o somos los más necios del mundo mundial, en lo que a tasa turística se refiere.

 Ferran Gosàlbez i Gomis