Somos animales

Un lobo.

Un lobo.

Carlos Andrés Romero López

Aristóteles concibió al hombre como un “animal político”, en primer lugar, por ser sociable, y en segundo lugar por pertenecer a una ciudad (“polis”, en griego). Somos “políticos” por nuestra condición de “polites”, ciudadanos, de modo que la actuación política se encuentra estrechamente relacionada con la vida en la ciudad: la vida cotidiana, respetar al otro, ser ejemplo, acciones cívicas, etc. “Político”, así entendido, no es el ejercicio corrupto que la palabra designa en nuestros días, sino que se refiere a un modo de ser en la ciudad, hoy viciado por el afán y las redes del consumismo salvaje.