Tras más de un año de restricciones y distanciamiento social, la Generalitat estudia la posibilidad de volver a autorizar la organización de grandes acontecimientos culturales y deportivos como los de antes de la pandemia, con asistencia masiva de espectadores. El evento experimental celebrado hace un mes Barcelona con el concierto de Love of Lesbian, que reunió a 5.000 personas, y el resultado favorable de esa prueba piloto, está siendo estudiado con lupa por la Conselleria de Sanidad y ha sido un factor determinante en el posicionamiento del Consell, que ha abierto la puerta a la vuelta a los macroeventos.
La vicepresidenta del Gobierno valenciano, Mónica Oltra, admitió ayer que ya se está valorando la posibilidad de organizar «eventos culturales seguros». Según expresó, «no solo por una cuestión económica, sino también por la salud emocional de la población». A este respecto, subrayó que «llevamos más de un año sufriendo y estamos sometidos casi una privación emocional por el aislamiento y la distancia».
Oltra destacó que, en cualquier caso, las decisiones que se tomen «tendrán que tener en cuenta por encima de todo que está protegida la salud y la vida de las personas», por lo que se vigilaría hasta el último detalle de los protocolos de seguridad y se precisaría de la autorización de Sanidad. Todo ello, claro está, siempre que la situación epidemiológica no empeore en una Comunidad que en las últimas semanas se ha venido posicionando como la que registra una menor incidencia de coronavirus de todo el territorio nacional.
Los resultados del concierto organizado en Barcelona han sido publicados esta misma semana y revelan que no fue un evento de súper transmisión a pesar de los cerca de 5.000 asistentes concentrados en el Palau Sant Jordi en esta primera prueba piloto masiva sin distancia de seguridad pero con mascarilla. En los 14 días posteriores se registraron seis contagios entre las 4.592 personas que dieron su consentimiento al análisis y, según los organizadores, cuatro de las transmisiones no se produjeron en el recinto. Así lo han determinado doctores de la Fundación Lucha contra el Sida y las Enfermedades Infecciosas y el Hospital Universitario Germans Trias i Pujol, que han hecho públicos los resultados.
Precisamente a ese concierto acudió una delegación de Sanidad de la Comunidad Valenciana liderada por la secretaria autonómica de Salud Pública, Isaura Navarro, lo que generó críticas entre la oposición política. El PP exigió incluso su cese.
En su desplazamiento en autobús a Cataluña, Navarro estuvo acompañada de miembros de Turisme Comunitat Valenciana como el director de Inteligencia Turística, Mario Villar, y de promotores musicales, según anunció en redes sociales la propia Generalitat. La secretaria autonómica defendió entonces que acudieron al evento para conocer el protocolo y, visto el resultado, todo apunta a que podría inspirar los dispositivo de seguridad que se implementen en la Comunidad en el caso de que se comiencen a celebrar eventos multitudinarios. No obstante, el coste de poner en marcha un concierto como el de Barcelona, que movilizó a numerosos científicos y sanitarios para someter a todos los participantes a test de antígenos, difícilmente lo haría rentable para ningún promotor. Eso al menos mantenían desde Turisme Comunitat Valenciana hace tan solo un mes.
Puig: «Tenemos instrumentos para la desescalada»
El presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, cree que se dan las condiciones para «hablar con esperanza» de superar la pandemia, aunque advierte de que no se pueden lanzar mensajes «contradictorios» porque si se habla una recuperación económica y social en verano, no se puede mantener el estado de alarma. «A partir del día 9 de mayo -fin del estado de alarma-, las comunidades autónomas tenemos instrumentos suficientes para intentar continuar parando la crisis pandémica», aseveró ayer el jefe del Consell, que añadió además que la Comunidad «tiene los instrumentos legales necesarios para hacer una desescalada prudente».
