Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

XV CONGRESO REGIONAL DEL PP Carlos Mazón Presidente regional del Partido Popular

«Puig convocará elecciones cuando le venga mejor a él y no a la Comunidad»

Primero se hizo con el mando de la Diputación; en julio del año pasado, con el control del PP provincial; y, desde este sábado, es, oficialmente, presidente del PP regional

Carlos Mazón, junto a uno de los ventanales de la Diputación Provincial de Alicante. | RAFA ARJONES

Tras una década como director de la Cámara de Comercio de Alicante, Carlos Mazón regresaba a la primera línea política en 2019 y, de paso, se convertía en el hombre fuerte de Pablo Casado y Teodoro García Egea en la Comunidad. Su mirada ahora se dirige al Palau de la Generalitat.

Hasta hace unos meses negaba públicamente que tuviera aspiraciones de dirigir el PPCV y hoy es el presidente regional. ¿Cómo se explica eso?

Por un proceso de reflexión. Estamos en julio y la última vez que me preguntaron fue en noviembre.

El nuevo presidente regional del Partido Popular, en una imagen tomada en Alicante. | RAFA ARJONES

Tampoco dijo que sí, por ejemplo, en un acto en Torrevieja en el que coincidió con Isabel Bonig en febrero y en el que ella confirmó su voluntad de seguir al frente del partido...

No dije nada. La última vez que dije que no tenía en mi cabeza presentarme fue en noviembre.

Carlos Mazón, en un momento de la entrevista. | RAFA ARJONES

¿Y qué ha cambiado para que haya decidido presentarse?

Mucha gente de Castellón y de València, y mucha gente de Alicante vino a verme, me pidió que me lo planteara. Pensaban que podía ser una persona adecuada para ello y decidí abrir un proceso de reflexión. Estaba muy a gusto con la presidencia provincial del partido en Alicante, y con un equipo y un proyecto en marcha, y llegué a la conclusión de que ese proyecto se podía también ver reforzado desde la presidencia regional. Los equipos están ahí, están trabajando a pleno rendimiento. Durante las últimas semanas previas a la convocatoria del congreso, ya casi con la decisión tomada, se produjeron también una serie de gotas que colmaron el vaso en la Comunidad, como es la bajada de brazos de la Generalitat con el agua, con la financiación, con los sectores productivos y su integración en los fondos europeos, con la centralización de algunos servicios como el de emergencias, como el ninguneo con las infraestructuras... Sentía que teníamos que reaccionar, y cuando uno recibe tanto apoyo de sus compañeros y siente las ganas y la necesidad de cambiar las cosas, lo coherente es dar un paso adelante.

«La gente en la Comunidad aspira a vientos de cambio y el PP está preparado para gobernar» | RAFA ARJONES

De todos modos, prácticamente desde que llegó a la Diputación se daba por hecho que éste era el siguiente paso...

Es verdad que desde el principio mucha gente me hacía referencia a eso, desde dentro y desde fuera del partido. Uno empieza a cambiar de opinión cuando deja de pensar en por qué sí y piensa en por qué no. Y, luego, tengo tanto derecho como cualquier otro a presentarme.

«La gente en la Comunidad aspira a vientos de cambio y el PP está preparado para gobernar»

En cualquier caso, con su proclamación, ¿se puede dar en la práctica por inaugurada la campaña para las autonómicas?

La campaña tiene su plazo legal, pero lo que sí doy por inaugurado es el proyecto de cambio urgente que necesita esta Comunidad. El PP está preparado para gobernar, y para seguir gobernando donde estamos. Estoy desarrollando una acción de gobierno muy ambiciosa en la provincia de Alicante, y tenemos grandes proyectos que vamos a impulsar. La transformación de la Comunidad Valenciana también se hace todos los días desde donde estamos cada uno.

Un inminente adelanto electoral, aunque depende de Ximo Puig, ¿sería una bendición o un castigo para sus aspiraciones?

Nosotros estamos preparados. Tenemos la convicción de que la gente en la Comunidad aspira a vientos de cambio. Puig convocará las elecciones cuando él crea que mejor le viene a él y no a la Comunidad, pero se va a encontrar con que las ganas de cambio que tiene la sociedad va a hacer que dé igual cuando las convoque.

En cualquier caso, ¿puede ser un hándicap el hecho de que, por un lado, es de Alicante y, por otro, aún se le conoce poco en València y Castellón?

No veo hándicap ninguno. Valencianos de primera división somos los de Gandia, los de Nules, los de Alicante, los de Orihuela o los de València. No me preocupa tanto el grado de conocimiento a nivel personal, sino que la gente tenga una idea clara de lo que va a hacer el PP en su acción de gobierno para transformar la Comunidad, y ahí no va a haber ningún hándicap.

Ya, pero no cuentan sólo las siglas, también el candidato...

No asumo esto en clave personal, sino como coordinador de un proyecto coral en el que aún tiene que venir mucha más gente. En los próximos tiempos va a haber gente no conocida que se va a incorporar y va a tener la oportunidad de ser conocida, porque necesitamos más manos, más expertos, y a lo mejorcito de nuestra sociedad.

¿En qué medida puede influir no estar en las Cortes?

En la misma medida en la que otros no están de presidente de la Diputación de Alicante. La mejor manera de demostrar el cambio que queremos es con los ejemplos, y tener el gobierno más importante del Partido Popular en la Comunidad hace que, en lugar de hablar de promesas, hablemos de hechos. No tengo que prometer que voy a bajar los impuestos. Somos la única diputación de la Comunidad que ha bajado los impuestos. No tengo que decir que tengo sensibilidad social. La Diputación de Alicante ha hecho una agenda social propia para los más desfavorecidos con fondos extraordinarios. No tengo que decir que voy a apoyar a la hostelería, la apoyo todos los días desde mi acción de gobierno. Además, Puig es conocido por ir bastante poco a las Cortes. A lo mejor el que debería buscar visibilidad y dación de cuentas, por transparencia, es él.

¿Cómo va a ser el nuevo PP de Carlos Mazón?

El PP que va a transformar la Comunidad, que va a pisar fuerte en España, que no pide permiso en Cataluña, que baja impuestos, y que es un espacio de encuentro.

Y, con eso, ¿por dónde pasa la oposición a partir de ahora?

Por el sentido común de cualquier oposición, fiscalizando, controlando al gobierno, planteando nuestra alternativa todos los días y estando sobre todo muy encima de los asuntos clave para la Comunidad ante los que ya claramente la Generalitat ha bajado los brazos. ¿Va a ser más dura o menos dura? Será a favor de la Comunidad. Si hay asuntos en los que a la Comunidad se la ningunea y la Generalitat, en el mejor de los casos, disimula, cuando no aplaude directamente, seremos duros y reivindicativos. Si hay asuntos en los que nos podemos poner de acuerdo y son buenos para la Comunidad, nos pondremos de acuerdo. No hay una predisposición artificial a ir más en contra o más a favor.

¿Y cuáles son esos asuntos clave para el PP?

La situación con el agua es ya casi burda, de chiste y caótica. Tenemos un presidente que, cuando la ministra dice que el trasvase es una barbaridad, o se calla o aplaude. El colmo ha sido el burdo intento de buscar en Ayuso a la culpable de que el trasvase esté agonizando. Y la financiación no es un juego político, son nuestros colegios, nuestros servicios sociales, nuestros hospitales... No ha habido un solo hospital nuevo en seis años de este gobierno nacionalista de izquierdas.

El PP se desmarcó en su día de la Plataforma por una Financiación Justa y no ha sido hasta ahora cuando ha participado en un acto reivindicativo. Si es tan importante, ¿por qué se habían mantenido al margen?

El Partido Popular no se salió de la plataforma, sino que no entró al principio. Es verdad que algunos quisieron politizar esa plataforma, no precisamente los empresarios, pero, en cualquier caso, como candidato, la primera decisión que tomé fue integrar al partido en esa plataforma. Era lo más acertado.

¿Y se van a mantener gobierne quien gobierne en España?

Por supuesto. No solo tengo la convicción, sino, afortunadamente, el impulso de Pablo Casado de poner a mi tierra por delante de mi partido, y lo haré siempre.

En las últimas semanas ha abogado por un discurso valencianista. ¿Qué significa eso?

Eso significa defender nuestra tierra. Yo vivo el hecho valenciano como alicantino, y debemos estar muy orgullosos de defender nuestra tierra, nuestras señas de identidad, y no tenemos que ir a buscar señas de identidad fuera, ni tenemos que ir a buscar otro idioma fuera, ni tenemos que ir a pedir política lingüística o educativa fuera. Hay un relato de querer cambiar nuestras señas de identidad, nuestras tradiciones, de buscar artificialmente nuevos símbolos...

¿Se está politizando la lengua?

Con el aplauso e impulso de Puig. Lo que está haciendo Marzà desde el principio es claro y evidente. Incluso se está aprovechando la pandemia para implantar los planes lingüísticos de centro.

¿Y no está politizando la lengua también el PP?

Por parte del PP lo que estamos defendiendo es la libertad de los padres para elegir la educación de sus hijos. No es un problema estrictamente lingüístico. Es un ataque a la libertad educativa. Aquí se quiere dividir entre educación concertada y educación pública como si no fueran lo mismo. Todo forma parte del sistema público porque todo lo pagamos con nuestros impuestos. Se están queriendo hacer guetos con la educación, y yo lo que defiendo es la libertad. Allá donde hay una persona que quiera estudiar en valenciano tenemos que facilitárselo, y también a quien quiera estudiar en castellano. Tenemos una cultura y una riqueza lingüística de primera división con el bilingüismo y hay que promocionarlo. En la Diputación he incrementado en un 80% las ayudas a la promoción del valenciano a través de los ayuntamientos. La mejor manera de que se odie al valenciano es imponerlo.

Volviendo al discurso valencianista, ¿cómo encaja eso con los intereses de una provincia como la de Alicante?

La valencianía moderna a la que aspira el PP es una valencianía de todos y que tenemos que seguir construyendo. Aún es una asignatura pendiente la integración territorial en la Comunidad. Que desde Alicante, Castellón y València asumamos una perspectiva integral de la Comunidad es una asignatura pendiente. Esto en Alicante lo entendemos muy bien. A algunos se les llena la boca con la lucha contra el centralismo, y todo lo que están haciendo es centralismo. Yo hablo de la normalidad, de la germanor, del trellat,y no se puede vivir esto de otra manera.

¿Y es posible vertebrar desde Alicante?

Estaría muy bien que la Comunidad se alicantinice, se castellonice y se valencianice.

Puig y el Ivie hablan de dumping fiscal por parte de Madrid. El PP, por su parte, pone el acento en el «infierno fiscal» de la Comunidad. Ahora bien, con una crisis como la actual en la que el sistema público se ha demostrado que es más necesario que nunca, ¿cómo mantener servicios y bajar impuestos?

Bajando los impuestos. Ésa es la solución. ¿Cómo se puede acusar a la Comunidad de Madrid de dumping fiscal si la Comunidad Valenciana tiene seis puntos de mayor presión fiscal que Madrid sobre las rentas más bajas? No sé si llamarlo dumping o no, lo que me parece es una injusticia. Para garantizar los servicios públicos, lo mejor es que haya ingresos. Para ello, lo mejor es que haya empleo y, para que haya empleo, hay que crear empleo. Por tanto, hay que bajar los impuestos.

Cada vez más se ve una contraposición entre la España periférica y Madrid. ¿Vamos hacia una nueva polarización?

No veo por qué. Es una construcción artificial de algunos. El tripartito de izquierdas nacionalista de la Generalitat vive con odio hacia Madrid y con sumisión hacia Cataluña. No pasa nada por decir que somos españoles. Igual que somos valencianos de primera división los alicantinos o castellonenses, somos españoles de primera todos los valencianos. Otra cosa es que creo en alianzas estratégicas en asuntos comunes, y en eso voy a ser muy firme. No puedo comprender que la Generalitat le diga que sí a Andalucía para la financiación, pero llame aquelarre a juntarse con Murcia para defender el agua. Son prejuicios y los prejuicios de Puig nos hacen perder armas para esta batalla.

¿Con quién se identifica más: con Ayuso o con Núñez Feijóo?

Con María José Catalá y con Luis Barcala.

¿Hay buena relación con el resto de barones territoriales?

Sí, porque trabajamos todos como si fuéramos soldados y eso ayuda mucho. Este partido lo hemos renovado por primera vez en 40 años de abajo arriba. Hemos empezado por las estructuras provinciales y locales, ahora el regional, y después vendrá el nacional. Y eso es exactamente lo mismo que queremos hacer con la Comunidad Valenciana. No creo, como la izquierda, que, para que la Generalitat sea más grande, las diputaciones tienen que ser pequeñitas. La segunda descentralización en España es una de las grandes asignaturas pendientes de la Transición. Se transfirieron competencias y el dinero para esas competencias a las comunidades, pero llevamos 20 años en los que se transfieren problemas a los ayuntamientos y no los recursos para hacer frente a ello. El PP planteará la trasferencia y la coordinación de competencias con los recursos correspondientes a la comunidad de los municipios.

Dice que trabajan como soldados y, además, su candidatura está avalada desde el principio por Génova. ¿Resta eso capacidad de maniobra?

Génova no me ha firmado ningún papel. Me han avalado mis compañeras y compañeros del PP. Le comuniqué a la dirección del partido y a Isabel Bonig mi intención de presentarme, y la respuesta fue un extraordinario respeto, como no podía ser de otra manera.

Y, entonces, ¿por qué ha pasado a ser un poco el chico de Génova o de Casado?

¿Quién me llama así? Me encuentro muy alineado con lo que pretende Pablo Casado para toda España, muy alineado con alentar los acentos, las personalidades y las fuerzas territoriales propias de cada lugar de España. Hay una diferencia fundamental entre el liderazgo de Casado y el de Pedro Sánchez. Cuando Sánchez ve a un líder emergente en su partido despuntar, rápidamente es laminado. Cuando Casado ve a líderes emergentes despuntar, los impulsa. Si eso es ser un chico de Casado, lo acepto encantado de la vida.

Alberto Fabra ha sido el presidente del congreso. ¿Qué hay de intento de desmarcarse de herencias envenenadas de otros presidentes anteriores?

No busco desmarcarme de nada. De lo que me alegro es de que el comité organizador haya propuesto a otra de las personas más queridas, a la que le tocó gobernar la peor etapa que ha tenido la Comunidad Valenciana, con una crisis galopante, y que ha sabido mantener el cariño de la gente y del partido. Creo que es una figura de la que habrá que ponderar los enormes esfuerzos que hizo.

En las últimas semanas es raro el día que no salen nuevos datos del caso Erial. ¿Se ha convertido Zaplana en un lastre para usted?

Me siento muy orgulloso de haber pertenecido hace muchos años, era muy joven, a gobiernos de la Generalitat que culminaron la A-3, crearon la Ciudad de las Artes y las Ciencias, y dejaron el desempleo juvenil en un 12% cuando hoy está en el 42%. A Zaplana le deseo, primero, lo mejor en cuanto a su salud, y, segundo, lo mejor en el caso que tiene pendiente. Espero que todo le salga bien.

Se están haciendo muchos paralelismos entre su ascenso y el que en su día vivió Zaplana. ¿Le preocupan esas asociaciones?

Yo soy Carlos Mazón y esto 2021. Mi apellido es Mazón, y llevo el nombre de mi padre con mucho orgullo, igual que lo llevó él.

¿Por qué no se acaban de depurar los censos en el PP?

No es un problema de depuración de censos. En su día, el partido tomó la decisión de que la afiliación no podía ser gratis y que había que pagar una cuota. Se creó la figura del simpatizante, que tiene muchos derechos, pero no todos, y la figura del afiliado de cuota, como pasa en cualquier club o en cualquier comunidad de vecinos. Poco a poco, los simpatizantes se van incorporando a ser afiliado de cuota. No es que no estén depurados los censos, es que es un proceso de actualización que está vivo.

Ya, pero estamos hablando de simpatizantes que están muertos desde hace varias décadas...

Es que hay una cosa que se llama Ley de Protección de Datos y hasta la Agencia Tributaria a veces se equivoca cuando le piden la declaración de Hacienda a quien ha fallecido. Esto forma parte de la gestión normal de un censo protegido y de un censo con todas las garantías legales. Son las incidencias del día a día que no tienen más que seguirse, estar pendientes e ir actualizándolas.

¿Cuándo se va a formalizar la integración de los ex de Ciudadanos en el PP?

No creo que haya nada que formalizar. No hay un proceso establecido al efecto. La integración que más me interesa es la del electorado, la de la sociedad. Al día siguiente de conformar la coalición de gobierno en la Diputación Provincial, empecé a hablar de Alicante Suma, y lo he hecho en todo momento. Y quiero hablar de una Comunidad Valenciana que sume. No hay ningún proceso abierto con dirigentes de nada. Lo importante no son los sillones sino ese gran espacio de encuentro de gente socialdemócrata, liberal, conservadora, de Alicante, de València, de Castellón, que quiere cambiar las cosas y que lo quiere ya casi de manera urgente, tal y como lo estamos percibiendo todos los días.

¿Qué pasará si llegado el momento necesita a una formación como Vox para gobernar?

Si no tenemos fuerza suficiente, hablaremos con el resto de formaciones políticas y pondremos nuestro programa encima de la mesa, como con todos. Aquí he pactado los presupuestos con Compromís, y estoy en las antípodas ideológicas. También tengo diferencias con Vox. Somos partidos distintos. Tenemos que avanzar en cultura política. Esto que dicen algunos de que porque las cosas las diga un partido político ya son malas siempre o porque las diga otro ya son buenas siempre tenemos que superarlo. Adolfo Suárez decía que había que hacer normal en política lo que en la calle ya lo es. Si hay proyectos e iniciativas que son buenas para mi tierra, las voy a apoyar, aunque no se me hayan ocurrido a mí. Vox, Compromís, el PSOE y el resto de partidos hasta la fecha son formaciones con representación democrática, decidida por los ciudadanos, y tienen todo mi respeto. Ahora, aspiro a que el Partido Popular pueda gobernar en solitario, y creo que la evolución en el apoyo de la gente va en ese camino. Si necesitamos más apoyos, los buscaremos, sin renunciar a lo que estimamos que es fundamental y clave.

¿Y pactar con Vox no puede ser incompatible con el viaje al centro que quiere hacer el PP?

Nosotros no tenemos que viajar a ningún sitio para ir al centro. Nosotros estamos ensanchando. El centro no es medio físico entre dos puntos. El centro es un punto de encuentro en el que sobran los prejuicios, los populismos y el dogma. Fuera de eso, todo el mundo es bienvenido. Eso es el centro. El centro significa el diálogo, el centro significa sumar, no excluir. Por tanto, si predico el diálogo y el centro, lo quiero ejecutar con todos, y cualquier punto de encuentro, si es bueno para mi tierra, lo apoyaré, venga de donde venga.

Si tuviera que destacar algo positivo del Consell, ¿con qué se quedaría?

Con Francesc Colomer. Mientras siga resistiendo, que no sé si durará mucho, a la presión de Compromís y Podemos para poner en marcha la tasa turística o para cargarse el modelo turístico de Benidorm, seguiré hablando bien de Francesc Colomer.

¿Qué nota se pone superado el ecuador del mandato en la Diputación de Alicante?

Las notas las ponen los ciudadanos. Tratamos de cumplir con nuestra obligación y responder a los desafíos que tiene la provincia. Jamás en la historia de la Diputación se han puesto a disposición de la provincia tantos fondos extraordinarios como en estos dos años, el último algo tan necesario como un plan de agua, en el que hemos multiplicado por cien la partida para la mejora y utilización de nuestro ciclo integral del agua a través de los ayuntamientos.

Se ha hecho con la presidencia del PP regional sin acabar de tener amarrada la provincia. ¿Qué va a ocurrir en Orihuela?

Afrontaremos un congreso local en los próximos meses que será un trampolín para mejorar nuestros resultados en Orihuela, donde ya gobernamos.

¿Y con Bascuñana?

Confío en que todo se solucione favorablemente.

¿Aguantará como presidente de la Diputación hasta el final?

Tengo un compromiso de gestión y de gobierno con mi provincia, que es una provincia clave en la Comunidad, y lo pienso cumplir. Tengo encima de la mesa importantísimos proyectos, como el palacio de congresos de Alicante o el centro de congresos de Elche, y otros que verán la luz muy pronto.

Tradicionalmente, presidente provincial del partido y presidente de la Diputación son figuras que van de la mano. ¿Está llamado Toni Pérez a sucederle en la institución provincial?

El partido y los tiempos lo dirán, pero la coordinación entre el partido y la Diputación de Alicante está más que garantizada.

Cuando en julio de 2019 llegó a la Diputación de Alicante, dijo que estaba dispuesto a abrir una nueva etapa de relaciones con el Consell por encima de «partidismos». Sin embargo, la realidad demuestra todo lo contrario. ¿Qué ha pasado?

Yo he llegado a acuerdos con el fondo turístico de cooperación con el Consell. Firmé el plan Alcem-nos, y a la una de la mañana de la noche anterior no estaba ni siquiera incluido el trasvase Tajo-Segura, y dije que, si no estaba incluido, no firmaba. Lo conseguimos y firmé. He pactado la ordenación de las políticas sociales en la provincia de Alicante con Mónica Oltra. He pactado el fondo de transparencia y participación ciudadana nada menos que con Izquierda Unida. Cuando ha sido beneficioso para la provincia de Alicante, hemos demostrado un diálogo permanente. Con Francesc Colomer elaboramos conjuntamente nuestros presupuestos. Cuando bajan los brazos con la financiación, estoy en contra del Consell. Cuando bajan los brazos con el tema del agua, estoy en contra del Consell. Cuando bajan los brazos con los sectores productivos y su integración en los fondos europeos, estoy en contra del Consell, pero no porque quiera ir en contra del Consell, sino porque va en contra de mi tierra.

¿Es factible alcanzar un acuerdo para integrarse en el Fondo de Cooperación de Puig antes de acabar el mandato?

Si cambia el criterio de imposición por el criterio de colaboración, y si cambia el perjuicio que supone para los pequeños municipios y adoptan nuestro sistema de reparto o al menos nos permiten que en Alicante podamos tener un sistema de reparto propio que beneficie más a los pequeños municipios, estaré encantado de avanzar.

¿Qué pasará con ese proyecto inversor si usted llega a la Generalitat?

Que no será obligatorio.

Precisamente, una de las principales críticas de la oposición hacia su gestión se centra en el retraso en ayudas como las de la DANA e incluso se les acusó de boicotear el Plan Resistir...

Los veo muy nerviosos con esas cuestiones. Las ayudas de la DANA las hemos habilitado cuando las habilitó Pedro Sánchez. Me hace gracia que hablen de bloqueo, cuando es precisamente la Generalitat la que nos ha estado bloqueando con informes que antes no se pedían para poder desbloquear ayudas a los autónomos y otras ayudas, con los famosos informes de no duplicidad. Lo que he sufrido es retrasos en las autorizaciones de la Generalitat para desbloquear fondos propios.

NUEVA ETAPA

«No me he planteado qué encaje tendrá Camps, pero le deseo lo mejor en las dos causas que tiene pendientes»

«Es la mejor», dice de Catalá,  y de Bonig afirma que será ella quien decida si estará en esta etapa


P. ¿Por qué María José Catalá como número dos en su nuevo organigrama?

R. Porque es la mejor.

P. Sin embargo, los sectores críticos pusieron el acento en su día en las dificultades que conlleva compatibilizar la portavocía municipal en el Ayuntamiento de València, la secretaría general del PPCV y, además, la Sindicatura en las Cortes…

R. Primero, la capacidad de María José está fuera de toda duda. Segundo, María José tiene un concepto de capitalidad que me gusta mucho y que está pendiente en esta Comunidad, y es una capitalidad de brazos abiertos, referencia pero integradora, y me parece muy interesante que esa capitalidad integradora la ejerzamos también desde lo alto del Partido Popular.

P. Va a ser la síndica, ¿no?

R. Lo decidiremos después del congreso.

P. ¿Qué encaje va a tener Francisco Camps en esta nueva etapa?

R. No me lo he planteado. A Camps le deseo lo mejor en las dos causas que aún tiene pendientes.

P. ¿Y sus pretensiones de ser alcaldable por València?

R. A mí no me las ha trasladado.

P. Pero públicamente sí lo ha dicho...

R. A mí no. La candidata a la Alcaldía de València es Catalá, porque lo quiere el partido, pero, sobre todo, porque lo quieren los valencianos.

P. Ya ha encontrado cobijo en Madrid, pero, ¿ve a Toni Cantó volviendo a València?

R. No. Lo veo defendiendo y promocionando el español en el proyecto de Isabel Díaz Ayuso. Me alegro mucho de que se haya incorporado al proyecto de Isabel Díaz Ayuso, que es el proyecto del Partido Popular, pero Toni es valenciano, conoce perfectamente la Comunidad, y sus opiniones y su diagnóstico siempre hay que tenerlos en cuenta.

P. Con la salida que se le ha dado, ¿ha sido leal el partido con Isabel Bonig, que asumió las riendas del Partido Popular precisamente en su momento más complicado?

R. Isabel tomó la decisión de apartarse y no concurrir al proceso de primarias. Creo que ha sido un ejemplo. Lo he reconocido pública y privadamente. Es una mujer de partido, lo asumió en unas condiciones muy complicadas, nada más perder las elecciones, que siempre es muy duro para un partido de gobierno como el nuestro, y ella hizo un grandísimo esfuerzo. Va a tener siempre todo mi reconocimiento y el de todo el partido.

P. Tomó la decisión, pero porque fue «invitada» a apartarse...

R. Ella tomó la decisión que estimó oportuno en ese momento. Lo hablé con ella, le comuniqué que tenía la intención de presentarme, unas semanas después decidió apartarse, y siempre le agradeceré ese gesto.

P. ¿Va a estar Bonig en esta nueva fase?

R. El tiempo lo dirá, y sobre todo ella. Hay que ser respetuoso con los procesos de cada uno y, desde luego, a Isabel no le va a faltar mi absoluto respeto a la vez que mi mano tendida permanentemente.

«Una de las pocas soluciones para el trasvase es que el PP gobierne»

Sobre el Júcar-Vinalopó, Carlos Mazón sostiene que la Administración socialista lo está «matando», en este caso con su silencio

P. ¿Qué va a pasar con el trasvase?

R. O defendemos todos sin tapujos el trasvase o van a correr malos tiempos. Sánchez y Ribera lo consideran una barbaridad. Aquí se intenta disimular o inventar excusas de mal pagador para no soliviantar al jefe de Madrid, y o dejamos de llamar aquelarre a la reunión con nuestros posibles y necesarios aliados, como Murcia y Andalucía, o tenemos poco que hacer. Sobre todo hay que defender el trasvase cada día, y no sólo los días pares, como hace la Generalitat. No podemos callarnos cada mes que nos recortan el trasvase, porque, entonces, se miente cuando se dice que es irrenunciable.

P. Y, si es tan importante, ¿por qué hasta el momento Casado no ha dicho nada al respecto?

R. Casado ha llevado el tema al Congreso. El grupo popular, que preside Pablo Casado, llevó la iniciativa para mantener el trasvase en los términos en los que estaba antes de que llegara Ribera. Casado, con su dedo, votó a favor, y los diputados socialistas de la Comunidad votaron en contra. El secretario general, Teodoro García Egea, vino a Alicante y defendió a ultranza el trasvase y la financiación. Estamos hablando de la dirección nacional de mi partido. Por tanto, no somos sospechosos. Estoy esperando a que Sánchez o Ribera hagan sólo una décima parte de lo que han hecho Casado y García Egea.

P. La postura frente a los trasvases no es la misma en Alicante que en València...

R. ¿Quién ha dicho que no? ¿Del Tajo-Segura?

P. También está el Júcar-Vinalopó...

R. Con respecto al Tajo-Segura, el PP en toda Esaña piensa lo mismo. Con respecto al Júcar-Vinalopó, la Administración socialista ha elegido otra manera de matarlo: el silencio. Todos hemos llegado a un punto de acuerdo en València y Alicante, y en Alicante hicimos un esfuerzo aceptando el cambio de toma, pero la Administración socialista lo ha parado todo. Incluso ha declarado que los acuíferos, que son nuestra alternativa, estaban sobreexplotados. No obstante, no atisbo grandes diferencias entre València y Alicante y, si hay matices, es más fácil que los pueda solucionar en una mesa el PP que los que están condenando al silencio al Júcar-Vinalopó.

P. ¿Y la posición se va a mantener sea presidente de la Diputación o sea jefe del Consell?

R. Claro que se va a mantener.

P. ¿Qué fuerza tiene el PP en estos momentos para frenar el recorte del Tajo-Segura?

R. Las alegaciones al plan del Tajo tienen un plazo de seis meses, y los posibles recursos pueden prolongarse hasta dos años. Si antes de dos años no hay un cambio de gobierno en la Generalitat y en España, probablemente el trasvase muera. Desgraciadamente, una de las pocas soluciones que le veo al trasvase es que el PP gobierne.

P. También hubo recortes con el PP...

R. Isabel García Tejerina tomó una mala decisión, el famoso tasazo. Me manifesté contra ello, porque pongo por delante mi tierra. Sin embargo, con los gobiernos de Aznar y de Rajoy son con los que de media más hectómetros cúbicos han venido con el Tajo-Segura.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats